La figura de
Carlos Saúl Menem signó toda la década del 90. Sus gobiernos (1989-1995 y
1995-1999) de corte neoliberal ampliaron la brecha social, aumentaron
la desocupación, la pobreza estructural y dejaron al país al borde de la
crisis económica más grande de la historia. Entre las medidas
que llevó adelante se destacaron las privatizaciones de las principales
empresas estatales y de las jublaciones, a través de cajas privadas. Bajo
la ley de convertibilidad mantuvo al dolar al mismo valor que el peso,
en base a un fuerte endeudamiento. En el plano internacional se alineó
con los Estados Unidos y se definió al vínculo con ese país como de
"relaciones carnales".
La llegada al poder
La crisis del gobierno de Raúl Afonsín, desatada por la hiperinfación, hizo que el traspaso de gobierno a Carlos Menem
se adelantara al 8 de julio de 1989. Menem había obtenido una amplia
victoria con el 48,51% de los votos, contra el 37,10% que apoyaban al
radical Eduardo Angeloz, y un 7,17% obtenido por Álvaro Alsogaray. Si
bien asumió con promesa de "sacrificio, trabajo y esperanza", pronto
cambio su discurso de campaña virando a un gobierno neoliberal.
Durante
la campaña, el riojano hacía recorridas por el país en su Menemóvil,
que se transformó en un ícono de la época e hizo furor entre la gente de
los barrios populares. Otra de sus herramientas de campaña fueron los
ñoquis del 29. Hacía encuentros donde compartía esa comida con más de 10
mil personas. Debajo de los platos no había dinero, sino fotos de
Menem.
Su asunción fue la primera entre dos presidentes
constitucionales desde 1928, y la primera desde 1916 entre presidentes
de diferentes partidos políticos.
Los dos primeros años del gobierno menemista fueron trágicos, ya que
el programa de desregulaciones, privatización general de las empresas
públicas, reducción del gasto público y bloqueo de los salarios tardó en
generar la estabilidad deseada.
En el marco de la fuerte espiral
hiperinflacionaria, Menem designó en 1989 a Miguel Ángel Roig como
Ministro de Economía, quien hasta ese momento se desempeñaba como
vicepresidente ejecutivo general de Bunge & Born y a partir de su
designación se dedicó a diseñar el denominado "Plan BB". Ante el súbito
fallecimiento de Roig, Carlos Menem nombró como sucesor al
vicepresidente de Bunge & Born, Nestor Rapanelli y el gobierno
adoptó parcialmente los principios del Consenso de Washington
introduciendo una serie de reformas liberales.
Privatizaciones
Con
la aprobación de la Ley de Reforma del Estado en agosto de 1989, el
presidente fue autorizado a privatizar varias empresas estatales.
La
campaña de privatizaciones fue de tal magnitud que al final de la
presidencia no quedaba ninguna empresa en manos del Estado. La petrolera
YPF fue vendida a la española Repsol; la empresa de telecomunicaciones
Entel, repartida entre France Telecom, Telecom Italia y Telefónica de
España; el mayor capital de Aerolíneas Argentinas fue entregado a la
española Iberia;, el Sistema Eléctrico del Gran Buenos Aires (SEGBA) fue
repartida entre la española Endesa, la francesa EDEF y el grupo chileno
Enersis. En total, más de 400 empresas públicas que fueron
privatizadas.
Extranjerizacion de la economía
Durante los dos gobiernos
menemistas industria nacional se vio amenazada por la libre importación,
provocando no sólo desocupación sino también “trabajo en negro”. Se
extranjerizó la economía con la compra de fabricas y empresas del
capital extranjero. En 1990, 116 empresas extranjeras facturaban el
33,6% del total de ventas de las 500 empresas más grandes, mientras que
en 1995, pasaron a ser 214 y su facturación superó al 50% del total.
La
extranjerización se basó en las transferencias de grandes empresas
existentes y en el desplazamiento espacial de actividades de manufactura
desde las naciones industrializadas a nuestro país, que tenía menores
salarios incluso.
La balanza de pagos arroja fuertes déficits y
se dispara el crecimiento de la deuda externa: de 60.000 millones de
dólares en 1992, a 87 mil millones este año. El modelo está agotado ya
que aumenta la concentración del ingreso, crece la fuga de capitales.
Convertibilidad
En
enero de 1991 renuncia Erman González y Menem designa como ministro de
economía a Domingo Cavallo, quien estableció la Ley de Convertibilidad.
Se crea una nueva moneda, el peso convertible, que comenzó a circular en
el país desde el 1 de enero de 1992, y reemplazó a la entonces austral.
1 peso era igual a un dólar y equivalía a 10.000 australes. Bajo este
sistema, el Banco Central estaba obligado a respaldar con sus reservas.
La aplicación del régimen de convertibilidad se prolongó hasta la crisis
argentina de fines de 2001 y comienzos de 2002.
Política exterior y endeudamiento
En
política exterior, desde el inicio mismo de su mandato se promovió un
alineamiento con los Estados Unidos. El Ministro de Relaciones
Exteriores, Guido Di Tella, se refirió a dicho alineamiento en forma
humorística como las "relaciones carnales. Tiempo después ese término
sería tomado por los críticos de esta política internacional para
referirse a la misma en forma denigratoria. Las relaciones que mantuvo
el gobierno menemista con los Estados Unidos causaron que Argentina
fuera nombrada un aliado importante extra-OTAN en 1998, durante la
administración de Bill Clinton.
La deuda pública se triplicó
durante el menemismo, pasó de $60.000 millones a $105.000 millones a
pesar de que se vendieron la mayor parte de las empresas públicas. Al 31
de diciembre de 1995 la deuda del Estado nacional era de 87 091
millones y para cuando Domingo Cavallo fue reemplazado por Roque
Fernández, en julio de 1996, la misma ya se había elevado a 90 472
millones.
Los intereses que el Estado debía abonar por sus
deudas, habían crecido significativamente del 1.8 % al 5.3 % del PBI
entre 1993 y 2001.Por lo tanto, el origen del déficit estaba en la
carga de intereses de la deuda que se había elevado considerablemente,
aunque el ministro Cavallo prefirió realizar ajustes por el lado de los
gastos de funcionamiento del Estado y los servicios sociales.
Durante
la vigencia de la Ley de Convertibilidad, debido al crecimiento
exponencial de la deuda pública, el gasto público pasó de 46.351
millones de dólares en 1991 a 82.842 millones de dólares en 2001, un
aumento del 79%, produciendo un constante y creciente déficit fiscal.
Desempleo, flexibilización laboral y pobreza
En el primer
gobierno el aumento del desempleo fue exponencial y pasó a dos dígitos.
De 9,9% en 1993 a 18,4% en 1995. El aumento de la desocupación, así como
las disposiciones de la flexibilización laboral, provocaron la pérdida
de conquistas laborales. Es una época signada además por el subempleo,
los despidos masivos en las empresas, la terciarización de actividades y
las sucesivas medidas de flexibilización laboral.
La retirada
del Estado en su función de semibienestar y la descentralización de los
servicios educativos y de salud fueron detonantes de grandes estallidos
populares que se cristalizaría posteriormente en el movimiento
piquetero. Los primeros episodios de antesala de este fenómeno se ubican
en diciembre de 1993, cuando pobladores varios de Santiago del Estero
invadieron tres edificios públicos y residencias de políticos en reclamo
de salarios adeudados. Se dio a conocer como el “Santiagazo”. También
fueron importantes las puebladas de Cutral Có y Plaza Huincul, en contra
de las políticas económicas neoliberales aplicadas en el marco de
Consenso de Washington.
Hacia 1997 y 1998 la pobreza había
afectado a más del 36 % de la población, 13,4 millones de personas, se
encontraban bajo la línea de pobreza, mientras que el 8,6 % -3,2
millones de personas- vivían en la indigencia. En las regiones del
noroeste, nordeste y Cuyo la pobreza superaba el 50 % de la población y
la indigencia rozaba el 20 %. Ahi fue el nacimiento de los trabajadores informales denomibnados "cartoneros", quienes comenzaron su "labor" buscando sobras de comida en los tachos de basura de los restaurantes y casas de comidas rápidas en la ciudad de Buenos Aires.
Vaciamiento de la educación
La
retirada general del Estado afectó de lleno también al sistema
educativo. En 1993 se sancionó la Ley Federal de Educación, que extendió
la obligatoriedad de la educación a diez años y reorganizó la educación
secundaria mediante la creación del polimodal. En agosto de 1995 se
promulgó la Ley de Educación Superior,que mantuvo la gratuidad
universitaria para las carreras de grado pero admite los aranceles para
posgrados. El 2 de abril de 1997 se instaló frente al Congreso Nacional
la Carpa Blanca Docente en protesta por el aumento de los fondos para la
educación. Los docentes también reclamaron una mayor defensa del
mercado interno, políticas productivas y de sustitución de
importaciones, y la suspensión del pago de la deuda externa.
Participaron docentes de todo el país y fue visitada por casi 3 millones
de personas, incluyendo a 7000 alumnos de escuelas argentinas.
La
protesta culminó cuando el Congreso Nacional promulgó una Ley de
Financiamiento Educativo que garantizaba un fondo salarial de $660
millones de dólares. La carpa fue retirada el 30 de diciembre de 1999, a
1003 días de su instalación.
Política de Derechos Humanos y justicia
Menem llevó a cabo
una serie de medidas dirigidas a la protección jurídica de los miembros
del estamento implicados en la violación de los Derechos Humanos. La
principal fue los polémicos indultos del 5 octubre de 1989 y el 30 de
diciembre de 1990, que excarcelaron a los máximos culpables de la
represión de la dictadura que permanecían en prisión, entre ellos los ex
presidentes Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola y Leopoldo
Fortunato Galtieri, así como Mario Eduardo Firmenich, máximo jefe de los
Montoneros.
El 31 de agosto de 1994 abolió el decreto del
Servicio Militar Obligatorio, que había durado casi un siglo. El
asesinato del soldado Omar Carrasco, en 1994 mientras cumplía con el
servicio militar obligatorio en la guarnición militar de Zapala,
provincia de Neuquén, Argentina fueron un aliciente para poner fin a la
obligatoriedad.
En materia judicial, la reforma de la
Constitución en 1994 introdujo nuevas instituciones como el Consejo de
la Magistratura que se encarga de la selección de jueces. Menem amplió
el número de jueces de la Corte Suprema a nueve y se nombraron un total
de 10 jueces, de los cuales cuatro renunciaron antes de 1999. Cinco de
los jueces nombrados conformaron lo que los medios denominaron la
"Mayoría automática" que fallaba a favor del gobierno.
Reforma de la Constitución de 1994
Menem convocó en 1994 a
una convención constituyente que modificar la Constitución Nacional. Se
dio entonces el Pacto de Olivos, un acuerdo firmado entre la Unión
Cívica Radical representada por el ex presidente Raúl Alfonsín y el
Partido Justicialista representado por el presidente, en el que los dos
principales partidos argentinos se comprometían a impulsar una reforma
constitucional y votar en la asamblea constituyente a favor de un
"Núcleo de Coincidencias Básicas" establecidas en el acuerdo. El Pacto
fue el antecedente directo de la reforma de la Constitución Argentina de
1994 que permitió la reelección de Menem.
La reforma introdujo
nuevos derechos e instituciones y confirió al texto constitucional una
legitimidad que estaba cuestionada. Introdujo los derechos de
tercera y cuarta generación, normas para la defensa de la democracia y
la constitucionalidad, las características de los órganos de gobierno, y
nuevos órganos de control.
La corrupción de gobierno
Las
denuncias de corrupción sobre el gobierno menemista fueron varias, como
los escándalos de la informatización IBM-Banco Nación y el de las
ventas de armas a Croacia y Ecuador. En 1993, su Ministro del Interior,
Gustavo Béliz, renunció a su cargo y declaró públicamente que el
presidente "estaba rodeado de corruptos".
En caso IBM y Banco
Nación, la filial local de la empresa estadounidense sobornó a
funcionarios del Banco de la Nación Argentina, con el fin de obtener el
contrato para informatizar la entidad bancaria por un monto de 250
millones de dólares. La casa matriz de IBM aceptó pagar en Estados
Unidos una multa por dichos sobornos.
Por su parte, el escándalo
de los sobornos de Siemens tuvo que ver con una licitación pública
convocada en 1996 por el gobierno argentino que incluía la impresión de
los nuevos Documentos Nacionales de Identidad, de los padrones
electorales y la informatización de los pasos fronterizos.
La
causa del Yomagate investigaba una operación de narcotráfico de cocaína.
Fuertes sumas de dinero del narcotráfico provenientes de la ciudad
estadounidense de Nueva York habrían sido destinadas hacia la Argentina,
para ser blanqueadas mediante diversas operaciones financieras, como
compra de inmuebles, joyas o creación de empresas.
Quizás el más
escandoloso de los casos de corrupción tuvo que ver con la venta de
armas a Ecuador, Croacia y Bosnia-Herzegovina. Fueron una serie de
ventas ilegales de armamentos fabricados en la Fábrica Militar de Río
Tercero en Argentina, utilizados por Croacia y Bosnia-Herzegovina en las
Guerras Yugoslavas y por Ecuador en la Guerra del Cenepa contra el
Perú. Estuvo vinculado con las explosiones de Río Tercero de 1995, que
mataron a siete personas, hirieron a más de trescientas y destruyeron
parte de esa ciudad.
Por la causa, Menem estuvo preso más de
cuatro años. En 2018, veintitrés años después, la Cámara Nacional de
Casación Penal de Argentina, absolvió a todos los acusados argumentando
que el tiempo que le llevó al poder judicial argentino resolver un caso
relativamente simple, implicaba una violación a los derechos humanos de
los acusados.
Los atentados a la AMIA y a la embajada
Los
dos peores atentados terroristas que sufrió el país, en la Embajada de
Israel en Buenos Aires (1992) y la Asociación Mutual Israelita Argentina
AMIA (1994), ocurrieron durante la presidencia de Menem.
El 18
de julio de 1994, un coche bomba estalló en la AMIA con el saldo de 86
muertos. En 2004 un tribunal federal comprobó que el juez que hacía 10
años investigaba la causa, Juan José Galeano, había sobornado, siguiendo
instrucciones del gobierno de Menem, a uno de los inculpados para que
incriminara a oficiales de la policía bonaerense. En 2005 fue procesado
por 27 cargos y destituido. Además, el ex juez Galeano fue procesado por
el supuesto desvío de la llamada "pista siria" en la causa AMIA, que
apuntaba a una familia de ese origen allegada a la familia del ex
presidente Carlos Menem.
El ataque terrorista a la Embajada de
Israel sucedió unos años antes que el de la AMIA, el 17 de marzo de
1992, y causó 22 muertos y 242 heridos. El atentado fue investigado
por la Corte Suprema de Justicia, sin identificar ningún sospechoso y
sin que hasta 2020 se haya elevado la causa a juicio.
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