El 7 de junio de 1810 se publicó la primera edición de La Gaceta, creada por Mariano Moreno. Su principal objetivo fue que el pueblo debía saber qué hacían sus gobernantes. En homenaje al día de su fundación, se celebra en el país el Día del Periodista.

Fue una bendición el cargamento que se pudo confiscar a los ingleses, en la segunda invasión. En la bodega de uno de los barcos, atiborrada de mercaderías que pensaban vender en la ciudad que creían propia, se hallaron juegos completos de tipos para imprenta y una importante cantidad de resmas de papel. Todo vino como caído del cielo para los desgastados tipos que usaba la Real Imprenta de los Niños Expósitos, la única de la ciudad que funcionaba desde 1780 sobre la calle San José, que pasaría a llamarse De la Imprenta. Allí se hacían todas las impresiones y, por supuesto, de sus prensas salieron los periódicos.

Moreno argumentaba que nada de lo que hiciera el gobierno debía ocultarse ni tener “ignorantes de las noticias prósperas o adversas” a la población, y que estaba bien que “el funcionario tema la censura pública”. Todos tenían derecho a saber lo que hacían sus representantes.

El contenido del diario informaba sobre los asuntos de gobierno como decretos y disposiciones; se incluían noticias locales y del extranjero y difundía los ideales revolucionarios. Los artículos de Moreno apuntaban a la formación del ciudadano y a establecer una conciencia sobre el espíritu de la obra iniciada en mayo.

Periodismo militante

Con el alejamiento de Mariano Moreno del gobierno, y también de sus partidarios, tomó las riendas del diario el Deán Gregorio Funes. Como fiel seguidor de Cornelio Saavedra, en el contenido de la publicación hubo un freno al encendido discurso morenista. Lo sucedió en el cargo Pedro J. Agrelo quien renunció cuando el gobierno determinó que La Gaceta pasaba a ser un papel particular que no respondía al gobierno.

El 26 de octubre de 1811 se dio a conocer el decreto de libertad de imprenta, que establecía que “todo hombre puede publicar sus ideas libremente y sin censura previa”. Al mes siguiente asumió la dirección Vicente Pazos Silva por recomendación de Manuel de Sarratea, miembro del Triunvirato. También conocido como Pazos Kanki, ya que era de ascendencia aymará.

El diario cambió de formato y salía dos veces por semana. Y la polémica estalló.

Cuando Pazos Silva criticó duramente al ejército que había sido derrotado en Huaqui -”sacrílegos profanadores de nuestra santa causa”, los describió- recibió una carta de lectores que tituló “El vasallo de la ley al editor” firmada con nombre y apellido: Bernardo de Monteagudo. Fue publicada en la edición del 29 de noviembre de 1811. En ese texto, explicaba que el ciudadano debía someterse a la ley y no a la persona de nadie, y que la verdadera libertad solo se alcanzaría a través del respeto a las normas emanadas de la voluntad general.

Bernardino Rivadavia, secretario del Primer Triunvirato, que en octubre de 1811 había dado a conocer el decreto de libertad de imprenta, quedó cautivado por la prosa firme y decidida del tucumano Monteagudo y lo contrató. Se determinó que Pazos Silva escribiese el editorial de los martes y Monteagudo el de los viernes. Su debut fue el 13 de diciembre de 1811. Todos en Buenos Aires estaban pendientes de ese encendido contrapunto que estos dos personajes llevaban adelante en un mismo periódico.

Fue quizá los inicios del debate periodístico en nuestro país y una muestra del llamado “periodismo militante”. Monteagudo escribía que los saavedristas eran “facciosos” y egoístas políticos. Silva defendía a Saavedra, que había caído en desgracia, y que se merecía un juicio justo. “El que no castiga la transgresión de las leyes es su primer infractor”, señalaba el tucumano. Silva tildaba de ignorante a Monteagudo y criticaba su extremismo.

Era una dupla que no podía subsistir por mucho tiempo trabajando en una misma publicación.

A comienzos de 1812 Silva se fue del diario y fundó otro, El Censor, y Monteagudo también dejó la Gaceta y sacó Mártir o Libre en marzo, que duró solo un par de meses. En sus páginas continuó con su prédica de declarar la independencia y de tener una constitución.

La Gaceta continuaría editándose, a veces cambiando de nombre y de directores, hasta el 12 de septiembre de 1821, fecha en que dejó de salir.

Desde 1938 se celebra el 7 de junio el día del periodista, en homenaje al nacimiento de La Gazeta o La Gaceta de Buenos Aires y a Mariano Moreno, a quien sus intensos 250 días en el gobierno le alcanzaron para hacer historia y para pensar lo que se quiera y decir lo que se sienta.

 

 

 

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