El Gobierno prepara un DNU para poder comprar vacunas de Pfizer: los detalles de la negociación

El Presidente delegó en la secretaria Legal y Técnica las conversaciones con los representantes del laboratorio de los EE.UU. que se negaba a vender a la Argentina sus dosis contra el COVID-19.

Durante semanas, abogados  y altos ejecutivos de Pfizer y otras empresas farmacéuticas radicadas en Estados Unidos, llegaron a la Casa Rosada. Las reuniones fueron con Vilma Ibarra quien, con precisas instrucciones de Alberto Fernández, protagonizaba una filosa negociación.

Ibarra junto a Carla Vizzotti, Cecilia Nicolini y Cecilia Todesca mantuvieron las reuniones. La ministra de Salud, la asesora presidencial y la vice jefe de Gabinete acompañaron a la secretaria Legal y Técnica.

Alberto Fernández explicó a Ibarra qué pretendía en la negociación con Pfizer, y la secretaria se plantó en una larga negociación que después sumó a los laboratorios Moderna y Johnson.

La clave jurídica de la negociación emprendida por Ibarra está en una palabra técnica del artículo 4 de la Ley de Vacunas. Ese artículo establece que el Poder Ejecutivo tiene la facultad de incorporar en los contratos con proveedores públicos y privados “cláusulas que establezcan condiciones de indemnidad patrimonial respecto de indemnizaciones y otras reclamaciones pecuniarias relacionadas con y en favor de quienes participen de la investigación, desarrollo, fabricación, provisión y suministro de las vacunas, con excepción de aquellas originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o negligencia por parte de los sujetos aludidos”.

Y a continuación, Pfizer, Moderna y Johnson plantearon una serie de interpretaciones jurídicas que Ibarra fue puliendo a través de las negociaciones.

Fue una tarea compleja por la desconfianza errática de las compañías de los Estados Unidos sobre la seguridad jurídica de la Argentina, pero en Washington entienden que es mejor encontrar un punto de contacto con la administración del Frente de Todos que regalar espacios geopolíticos a Beijing y Moscú.

Hace pocas horas, Vilma Ibarra entregó a Alberto Fernández un nuevo borrador del Decreto de Necesidad Urgencia (DNU).Se trata de un puñado de reglas jurídicas que modifican y/o interpretan el artículo 4 de la Ley de Vacunas. La palabra negligencia no continuará en la norma aprobada en el Congreso, y también las negociaciones fraudulentas serán reemplazadas por la figura de "conductas dolosas"pero su hermenéutica estará condicionada por el trabajo legal que ejecutó Ibarra con las instrucciones directas de Alberto Fernández.

Pfizer, Moderna y Jhonson aceptaron los términos del conveni'elaborado por el gobierno, Después de la promulgación del DNU, lo único que faltaría es la firma de los contratos entre el Poder Ejecutivo y las compañías radicadas en los Estados Unidos.


 

 

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