Una familia de cuatro miembros necesitó en julio $67.577 para no estar en situación de pobreza y $29.003 para no estar en la indigencia, informó el INDEC.

Una familia de cuatro integrantes necesitó en julio $67.577 para no caer en la pobreza y $29.003 para no estar en situación de indigencia, de acuerdo con lo informado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

La medición del organismo dirigido por Marco Lavagna no incluye en los montos señalados las erogaciones por alquiler de vivienda ni de expensas comunes, porque no son considerados gastos de consumo. Con lo cual ganando  $67.577 y pagando alquiler y expensas, el estado es de indigencia.

Los gastos de la Canasta Básica Total (CBT) empleados para medir el límite de la pobreza tuvieron el mes pasado un incremento del 1,6%, en tanto los de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), utilizados para determinar el tope de la indigencia, mostraron un aumento del 2,1%, en ambos casos por debajo del 3% de la inflación que el INDEC reportó para julio.

En el caso de la medición interanual, los resultados son diferentes, ya que la canasta de pobreza registró un alza del 51,8%, similar a la inflación del período, pero los de la indigencia evidenciaron una suba del 58,3%, 6,5 puntos porcentuales más que el nivel general de precios al consumidor de los últimos doce meses.

La diferente evolución de la inflación general, la canasta de pobreza y la de indigencia en los doce meses transcurridos entre julio de 2020 y el mismo mes del año en curso obedece a que los precios de los alimentos básicos subieron más que el resto de los bienes y servicios de la economía.

Ahora bien, el común denominador de jubilados cobra mensualmente $ 15.000, aunque el básico ses de $ 23.000, dado a que casi todos han pedido créditos a ANSES y se les debitan no menos de $ 8.000, entonces, hay que preguntarle a la señora Raverta si ella  cree que alguien puede vivir con esa cifra mensual, porque al ritmo que va el dólar, también suben los precios de alimentos e insumos, con lo cual hay dos caminos: suba de jubilaciones a nivel lógico o considerar la posibilidad de un dólar único y no sobrevaluado.

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