Si se reiterasen los resultados de las PASO, en bloque del Frente de Todos quedaría en el Senado con 35 bancas sobre un total de 72.

El bloque del Frente de Todos podría perder integrantes en el Senado si en noviembre se repitieran los resultados de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y de esa manera el Justicialismo no contaría con mayoría en la cámara alta por primera vez desde su creación, si se excluyen los años en que estuvo proscripto.

En la actualidad, la bancada oficialista cuenta con 41 senadores sobre un total de 72 (3 por cada una de las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires), pero en caso de reiterarse las cifras del último domingo pasaría a contar con 35, uno menos de la mitad y dos menos que el mínimo necesario para el quórum y, por consiguiente, la mayoría absoluta.

En base a los votos que cada fuerza obtuvo en las PASO, el Frente de Todos perdería una banca en Corrientes, Córdoba, La Pampa y Santa Fe y dos escaños en Chubut.

Por su parte, Juntos por el Cambio obtendría una banca más en Corrientes, La Pampa y Santa Fe y dos en Chubut, quedando la sexta banca restante para Hacemos por Córdoba.

Desde su constitución y su primera participación electoral en 1946, el Justicialismo, a través de sus diferentes expresiones (FREJULI, FREJUPO, Frente para la Victoria o Frente de Todos, entre otras) siempre tuvo la mayoría en la Cámara de Senadores, con la obvia excepción de los 18 años en los que estuvo proscripto, 7 de ellos con actividad parlamentaria (1958-1962 y 1963-1966).

A partir de la recuperación de la Democracia en diciembre de 1983, el Justicialismo mantuvo ininterrumpidamente la mayoría en el Senado, incluso en los períodos en los que fue derrotado en elecciones presidenciales como en 1983, 1999 y 2015.

La principal razón de esa hegemonía pasó por haber contado con mejores resultados en la mayoría de las provincias con menor cantidad de habitantes, una situación que no incide en la distribución de bancas en el Senado que es igual para cada uno de los 24 distritos.

No obstante, debe aclararse que los resultados de las PASO no se trasladan a la elección general de manera automática y al respecto existen antecedentes recientes, como cuando en 2015 el Frente para la Victoria pudo revertir los malos resultados en La Pampa y San Luis, cuyas gobernaciones, finalmente, pudo retener en las elecciones generales de octubre de ese año.

 

 

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