Cumbre del G20: Alberto Fernández cuestionó al régimen talibán y pidió que se preserven los derechos humanos

Por primera vez, el Presidente se pronunció sobre la “grave situación humanitaria” en Afganistán y rechazó los actos de terrorismo y retrocesos en igualdad de género en el país.

Con críticas al régimen talibán, el presidente Alberto Fernández expresó su preocupación por la “grave situación humanitaria” en Afganistán después del recambio del poder interno que se produjo durante el caótico retiro de las tropas estadounidenses, a los 20 años de iniciada la guerra en el país. Lo hizo de manera virtual, en una reunión extraordinaria de Líderes del G20 convocada para tratar la crisis política y social en el estado asiático.

De forma remota en la Quinta de Olivos, Fernández agradeció a la iniciativa impulsada por el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, a cargo de la Presidencia del G20, para llevar adelante un “esfuerzo adicional” de coordinación en apoyo a las acciones de la Organización de las Naciones Unidades (ONU) en el territorio.

“La Argentina sigue con interés y preocupación el desarrollo de los acontecimientos en Afganistán. En particular, la información con la que contamos sobre la situación humanitaria y de derechos humanos justifican la atención de la comunidad internacional" , comentó el Presidente ante la cumbre de líderes globales.

En su mensaje, Alberto Fernández volvió a respaldar los informes y acciones de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y otros funcionarios de la ONU sobre las “graves violaciones de derechos humanos y de restricciones a los derechos de las personas” que se desarrollaron en medio de la convulsión política con el retorno de los talibanes al poder en agosto pasado.

"Reiteramos el llamamiento a todos los actores políticos en Afganistán, en particular aquellos que ejercen el poder, respetar plenamente el derecho internacional humanitario y el derecho internacional a los derechos humanos,  adoptando medidas urgentes para proteger a aquellas personas en riesgo inminente, en particular mujeres, niñas y niños, prestando atención a la situación de refugiados y desplazados internos, personas LGBTIQ(+) y otros grupos en situación de vulnerabilidad”, exhortó el mandatario.

A lo largo de la intervención, Alberto Fernández rechazó los retrocesos que se registraron en materia de igualdad de género en dicho país, a partir del ascenso del poder talibán, y “condenó” todo aquello que ponga “en peligro la seguridad, la integridad física y psíquica de las mujeres, las adolescentes y las niñas y los niños en Afganistán”.

Con el mismo tenor crítico, el mandatario ratificó su " condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones", ya que “no sólo constituyen una amenaza a la paz y seguridad internacionales sino que son una amenaza a la dignidad humana, a la convivencia pacífica y civilizada, a la estabilidad política y a la consolidación de la democracia y el desarrollo económico y social de las naciones”.

La cumbre reencontró a las distintas figuras del poder global para debatir sobre la emergencia afgana. Además del primer ministro de Italia, estuvieron presentes los presidentes y jefes de Estado Joe Biden (Estados Unidos); Emmanuel Macron (Francia); Pedro Sánchez (España); Recep Tayyip Erdoğan (Turquía) Joko Widodo (Indonesia); Angela Merkel (Alemania); Scott Morrison (Australia); Justin Trudeau (Canadá); Narendra Modi (India), y el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken.

Hubo, además, una importante representación de organismos internacionales y supranacionales, como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; y el titular del Banco Mundial, David Malpass.

Ante esa audiencia de mandatarios, funcionarios y directivos del orden financiero mundial, Alberto Fernández encomendó a la comunidad internacional a “incrementar sus esfuerzos en el marco de los mecanismos multilaterales existentes” y “redoblar el apoyo necesario para evitar un deterioro de la situación humanitaria” a través de organismos como el G20 mediante la cooperación internacional, la promoción de ayuda humanitaria o con la contribución de “movilizar recursos para preservar la economía local”.

En concreto, Alberto Fernández comentó que sigue en pie el compromiso argentino para trabajar, “desde la hospitalidad y el respeto de los derechos humanos”, con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. “La grave situación humanitaria en Afganistán, que nos interpela como miembros de una comunidad de naciones, requiere abordajes solidarios, flexibles y creativos", instó el mandatario.

Tensión global

Con el recambio del poder, Afganistán quedó sumergida en un contexto de convulsión social al que se le suman sanciones económicas, como el congelamiento de los activos afganos y la parálisis de la ayuda al desarrollo, lo que agrava el aumento del precio de los alimentos, la carencia de insumos sanitarios y la suba del desempleo. El 80% de la economía local es informal y las mujeres tienen un papel preponderante, lo que motivó un llamado de atención de António Guterres, de la ONU, para evitar el colapso económico en el país.

En la previa del encuentro, la cumbre del G20 pretendía alcanzar un acuerdo para destinar fondos pero evitando al régimen taliban. Actualmente, solo se pueden girar a Afganistán fondos internacionales o a agencias de la ONU u ONG que pagan salarios a los afganos en el terreno. En los últimos días, representantes estadounidenses se reunieron por primera vez con el gobierno talibán en la capital de Qatar, Doha, donde hubo negociaciones sobre los activos congelados, la provisión de vacunas y la incorporación de un Poder Ejecutivo más inclusivo con mujeres, entre otros pedidos.

La disputa geopolítica incide directamente en el marco de alianzas y la seguridad regional de Asia. Mientras los países occidentales mantienen la presión hacia los talibanes, China se mostró a favor de que se levanten las sanciones a los miles de millones de dólares en activos. Por su lado, los cancilleres de Rusia, Serguéi Lavrov, e Irán, Hosein Amir Abdolahian, ya expresaron su venia al gobierno talibán para avanzar en una mayor cooperación. Y el presidente ruso Vladimir Putin se mostró afín a un diálogo inclusivo “para bloquear las amenazas del terrorismo, el narcotráfico y el extremismo religioso procedentes de ese país”.

Agenda presidencial

Después de la comunicación ante la cumbre global, Alberto Fernández visitó la planta de la automotriz Toyota en el partido bonaerense de Zárate, donde se prevé el anuncio del proyecto de Ley de Movilidad Sustentable. La iniciativa tiene como objetivo fomentar el uso de vehículos propulsados por energías no convencionales y de producción nacional.

La visita incluye el típico recorrido por la planta, junto al ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Estarán invitados los integrantes del Consejo Económico y Social y empresarios y sindicatos del sector.

 

 

 

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