“Está más que invitado”: Alberto Fernández defendió la presencia de Nicolás Maduro en la cumbre de la CELAC.
En una entrevista con un medio brasileño, el Presidente marcó que la postura de su gobierno respecto de Venezuela es “impulsar, a través del Grupo de Contacto, los diálogos que se están realizando en México”
A pesar de las críticas de la oposición y de los venezolanos residentes en la Argentina, el presidente Alberto Fernández defendió la visita del dictador Nicolás Maduro a la Argentina y remarcó que “está más que invitado” a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que comienza este martes en la Ciudad de Buenos Aires.
Durante una entrevista con un medio brasileño, en la que habló de diferentes temas, el mandatario nacional respaldó la posible llegada del líder del régimen chavista a Buenos Aires, que generó polémica y fue muy cuestionada por algunos sectores.
“Venezuela es parte de la CELAC y Maduro está más que invitado. Hasta donde yo sé, lo hará. La posición de Argentina con relación a Venezuela es impulsar, a través del Grupo de Contacto, los diálogos que se están realizando en México. Creemos que pueden dar buenos resultados. La idea es que los venezolanos decidan entre venezolanos, no con nosotros”, sostuvo el jefe de Estado al diario Folha de Sao Paulo.
Al borde del final de su mandato al frente de este organismo regional, Alberto Fernández destacó, además, que “en estos tiempos difíciles, fue un mecanismo importante para llevar la voz de América Latina a la Cumbre de las Américas y al G7 y participar en la discusión sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia”.
“El año que comienza es decisivo porque la mayoría de las consecuencias de la guerra comenzarán a verse ahora. Y cuando la FAO dice que 300 millones de personas morirán de hambre, nos preocupa mucho, porque sabemos que muchas de esas personas pueden ser de América Latina. Y vivimos un momento particularmente convulso para la región, en el que tenemos que trabajar para garantizar la institucionalidad de la democracia”, comentó en esta entrevista.
La llegada a la Argentina del líder del régimen chavista fue muy cuestionada por la oposición local, que incluso consideró que a su arribo debería “ser detenido de manera inmediata por haber cometido crímenes de lesa humanidad, tal como ocurrió con Pinochet en Londres, en 1998″.
Este mismo domingo, el ex presidente Mauricio Macri publicó una carta en las redes sociales en la que opinó sobre este asunto y consideró que “la inmensa mayoría de los argentinos” sienten “vergüenza de que nuestro país se asocie con otros donde hay persecución, tortura, narcoterrorismo, presos políticos y elecciones fraudulentas que se burlan de la democracia”.
“La bienvenida a estos dictadores no la organizamos nosotros los argentinos, sino un gobierno que languidece en su mediocridad, uno que pronto se llevará el desgraciado honor de haber sido el peor gobierno de la historia de la democracia de nuestro país”, sostuvo.
Si bien está invitado, aún no se sabe si efectivamente Maduro vendrá a la Argentina. Si viaja personalmente y no manda a un representante suyo, el presidente Alberto Fernández analiza concederle a él también una reunión bilateral, como lo hará con el dictador cubano Miguel Díaz Canel, a quien recibirá el miércoles en la Casa Rosada.
Por el contrario, quienes está confirmado que no participarán de la cumbre de la CELAC siguen siendo los mandatarios de México, Andrés Manuel López Obrador; y de Nicaragua, Daniel Ortega, que por diferentes motivos se ausentarán y en su lugar vendrán representantes de esos países.
En lo que respecta a Brasil, su flamante presidente, Lula da Silva, se comunicó en los últimos días con Alberto Fernández, con quien mantiene además una amistosa relación personal, y le ratificó que participará de la cumbre, a pesar de la crisis política que se desató por los disturbios registrados a comienzo de año en las sedes de los tres poderes del Estado de ese país.
En otro tramo de la entrevista, Alberto Fernández, afirmó que la derecha latinoamericana está “muy fuerte” y acusó a un sector de la misma de avalar la violencia como método “adecuado para combatir la democracia” y “amenazar a la sociedad”.
“Hay un cierto sector de la derecha latinoamericana que piensa que la violencia es un modo adecuado para combatir la democracia, amenazar a la sociedad. Debemos estar alertas, sin permitir que eso ocurra en ningún lugar”, expresó el Presidente en el texto publicado este domingo.
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