Fernán Quirós dijo que va “a fondo” con su candidatura: “Ahora hay que mejorarle la calidad de vida a los porteños”

El ministro puso en marcha su campaña por la sucesión de Rodríguez Larreta. Cuáles son sus planes, qué cree que hay que cambiar y cómo encara la competencia con los otros candidatos. Su mirada sobre los piquetes, la grieta y lo que dejó la pandemia.

Fernán Quirós asumió el rol de candidato y dijo que va a ir "a fondo" por la sucesión de Rodríguez Larreta.

Ya dejó de ser el “tapado”, la sorpresa o el candidato inesperado. El ministro de Salud, Fernán Quirós, asumió su condición inequívoca de candidato por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta y promete que irá “a fondo” en la competencia interna, donde tendrá que disputar con, al menos, cuatro rivales más.“Aspiro a que los porteños me den la oportunidad de ser jefe de Gobierno”, afirmó.

Desde este nuevo rol y cuando el año electoral ya consumió su primer mes, el funcionario habla en la redacción de Infobae de sus planes de gobierno, su mirada sobre la actualidad y no titubea en subrayar sus pergaminos para ocupar un lugar que empieza de a poco a quedarle cómodo: ser el más “larretista” de los postulantes a jefe de gobierno porteño.

Aunque todavía no hay siquiera fecha -en CABA las elecciones las convoca el Ejecutivo- Quirós sabe que el tiempo corre y que no será fácil conseguir imponerse frente a otros pesos pesados de la política porteña: Jorge Macri, ministro de Gobierno y respaldado por el ex presidente; la ministra de Educación, Soledad Acuña, y el vicepresidente de la Legislatura, Emmanuel Ferrario. Por el radicalismo, el senador Martín Lousteau.

Pero el ahora precandidato saludó la existencia de competidores y resaltó que “la sociedad tiene que elegir entre los buenos al mejor y no, entre los malos, al menos malo”. Para Quirós, la existencia de tantos postulantes puede ser una oportunidad para que la coalición de Juntos por el Cambio de la ciudad de Buenos Aires presente un caso testigo de “fair play” electoral.

El ministro Quirós planteó su crítica sobre el fenómeno político de la grieta.

En el reportaje, el ministro subrayó su firmeza en las convicciones y un estilo que, sin escándalos, ni peleas, puede asumir el liderazgo y la conducción con una eficacia superior al formato de disputa agresiva y confrontación áspera. “No hay necesidad de gritar, ni maltratar, ni entrar en conflictos”, advirtió el ministro de Salud.

Cuenta con el apoyo público de Elisa Carrió, la primera que públicamente expresó su apoyo decidido, el reconocimiento generalizado que le dio su eficaz gestión en la ciudad de Buenos Aires de la pandemia de COVID -hasta Cristina Kirchner lo elogió en público- y un aval de Larreta que, de todos modos, no expresó hasta ahora favoritismo alguno, sólo que apoyará a alguien del PRO.

Definiciones principales del ministro Fernán Quirós

1- “Yo aspiro a que los porteños me den la oportunidad de ser el jefe de Gobierno, sobre todo para fortalecer y ampliar lo que Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri hicieron los últimos 15 años en la ciudad de Buenos Aires. Y para ponerle una mirada más integradora, que tiene que ver más con la calidad de vida del porteño”.

2- “Creo que hay que continuar la transformación física de la ciudad y la innovación, que es de dónde venimos, pero con un profundo cambio del foco. Es prender los faroles sobre el ciudadano y mejorarle ahora su calidad de vida”.

3- “Voy a ir a fondo con mi candidatura. Ya estoy armando equipos, propuestas, evaluaciones, metodologías. Ahora todo va a depender de lo que los porteños opinen. Esa política donde hay una persona única, un candidato, que dice hacia dónde hay que ir ya hoy están fuera de espacio. Un líder político ahora es un líder que encuentra, que facilita, que dialoga y aprende”.

4- “El argentino en general y el porteño en particular la están pasando muy mal. Con la pandemia, la post pandemia, los trastornos de salud mental, emociones negativas, angustia, dificultades políticas, la grieta. Todo ha alterado mucho la calidad de vida”.

5- “Mucha gente considera que si bien la grieta se tiene que terminar, los que tienen que terminar de pensar así son los otros. Eso es demasiado simplista. Hay que comprender que la Nación es el conjunto diverso de opiniones históricas, políticas, ideológicas, culturales que se construye con un denominador común”.

6- “Los líderes tenemos que poner el cuerpo para tolerar cierto nivel de agresión sin respuesta, con la convicción interior de lo que debe ser, porque no hay que confundir comprensión del otro y búsqueda de un denominador común con que te vas a amoldar al otro. Hay que poner mucha energía”.

7- “La sociedad todavía se quedó con muchas emociones negativas y la política argentina, la situación socioeconómica y las dificultades, le agregan dolor permanentemente. Ahí hay que trabajar mucho, porque cuando una sociedad está dañada en su esfera de la salud mental es muy difícil construir un futuro superador”.

8- “La velocidad de desarrollo de la Argentina va a cambiar significativamente cuando entendamos que la sociedad tiene que elegir entre los buenos al mejor y no, entre los malos, al menos malo. Eso es muy desgastante, daña la expectativa, daña la capacidad de construcción de proyectos”.

9- “Votar al menos malo debilita muchísimo la capacidad de transformación del gobierno electo, porque en el fondo, si bien tiene una cantidad de votos, parte de esos votos no son genuinamente para él, son para evitar a otra persona”.

Quirós destacó su "firmeza en las convicciones" para encarar un proyecto de gobierno.

10- “Que haya varios candidatos en la ciudad de Buenos Aires es una oportunidad para hablarle al ciudadano. Si lo hacemos respetuosamente y vinculándonos por los talentos va a ser una enseñanza enorme para el proceso electoral. Los porteños van a tener un conjunto de candidatos para elegir por lo positivo. En la Argentina a veces votamos por el mal menor: no me gusta, pero menos me gusta el otro”.

11- “Yo he demostrado una capacidad muy clara de empatizar, con un instrumento muy poderoso que es el diálogo social y el valor de la palabra. Con profesionalidad, vocación al trabajo, y también con la firmeza en las convicciones, sin necesidad de gritar, ni maltratar, ni entrar en conflictos”.

12- “En el tema de la convivencia: tenemos que seguir construyendo ciudadanía. No puede ser que en esta cuestión de los piquetes, el daño al prójimo se use para hacer visible el problema de uno. Ahí hay mucho para trabajar y mejorar”.

13- El bienestar integral tiene que ver con crear un espacio del “buen vivir”. Bajar este nivel de tensión, de grieta, de discusión, de vincularnos permanentemente por las diferencias, los conflictos que nos quitan capacidad de desarrollo”.

14- “Hay que apoyar a los barrios construyendo “ciudades de 15 minutos”. Hay muchísima gente que circula por la ciudad que en realidad podría tener esos servicios muy cerca de la casa y hacerlo caminando, en bicicleta o en cooperación con alguien. Llevar esa lógica para que cada barrio pueda tener buena parte de lo que las personas necesitan en el día a día”.

15- “Hoy estamos en la ciudad vacunando contra el COVID con la bivalente, que es una innovación de las vacunas que veníamos dando para toda aquella persona que lleve más de 4 a 6 meses de su última dosis o de la última vez que se enfermó. Cualquiera de las dos cosas que lleven más de cuatro o seis meses hay que vacunarse.

16- “La mortalidad infantil en la ciudad está en 4,4 por cada mil, muy por debajo de la media argentina y latinoamericana y es comparable con algunos países desarrollados, como Inglaterra o Canadá. Es un logro que excede al Ministerio de Salud: se trata de una política de Estado, una política de gobierno que empezó hace 15 años”.

La entrevista de Facundo Chaves a Fernán Quirós en los estudios de Infobae.

- Arrancó este año electoral y te encuentra lanzado como precandidato a jefe de gobierno. ¿Cuál es el mensaje que querés empezar a transmitirles a los porteños?

Yo aspiro a que los porteños me den la oportunidad de ser el jefe de Gobierno, sobre todo para fortalecer y ampliar lo que Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri hicieron a lo largo de los últimos 15 años en la ciudad de Buenos Aires. Y ponerle un poco una mirada más integradora que tiene que ver más con la calidad de vida del porteño.

Creo que ahí se puede agregar algo muy significativo que es, luego de tanto trabajo en la infraestructura, el espacio público y el ordenamiento del tránsito en la ciudad, tenemos que continuar los planes de mejoría de la ciudad, pero sobre todo ponerle mucho foco al bienestar integral.

- Te tomaste un tiempo antes de decidir lanzarte a esta precandidatura ¿Qué te llevó a tomar esta decisión?

Estuve mucho tiempo pensándolo, charlando con mucha gente, con mi familia, con mis amigos y con mis referentes políticos, porque en todas las cosas de la vida le busco el sentido real en función de lo que quiero ser y hacer. Intento siempre hacer las cosas que me dan sentido porque la vida es muy corta y uno tiene que transitarla con un sentido que vaya más allá de tu presente inmediato.

En esa estrategia o esa forma de pensar, lo que me convenció es que yo creo que el porteño la está pasando muy mal. El argentino, en general, y el porteño, en particular. Con la pandemia, la post pandemia, los trastornos de salud mental, las emociones negativas, la angustia, las dificultades políticas, la grieta. Son todas cosas que han alterado mucho la calidad de vida y yo creo -y lo he podido mostrar a lo largo de la pandemia- que tengo capacidad de gestionar cosas que vayan más allá del sistema de salud.

Pero sobre todo considero que le puedo agregar una mirada humanística a la vida cotidiana. Fortalecer y focalizar mucho en ampliar las capacidades de las personas a desarrollarse, en términos de fortalecer el sistema educativo, fortalecer la salud trabajar mucho en hábitats y el acceso a la vivienda. Trabajar en un desarrollo económico que haga juego con lo que el porteño quiere desarrollar.

También en otras dimensiones que son importantes: seguridad, por supuesto, y mucho que tiene que ver con el vínculo ciudadano. Cómo crear una ciudad que primero tenga una escala humana. Que cada barrio se respete su historia, su cultura, al mismo tiempo que es una ciudad cosmopolita. Eso tiene que ver con volver a las ciudades de 15 minutos. Que en cada barrio haya suficiente cantidad de servicios y vínculos sociales como para tener parte de tu vida significativa en tu propio barrio. Eso baja mucho la circulación de la gente en la ciudad.

Y el último concepto que me parece importante en términos de bienestar integral tiene que ver con crear un espacio del “buen vivir”, es decir, bajar este nivel de tensión, de grieta, de discusión, de vincularnos permanentemente por las diferencias, de los conflictos que nos quitan capacidad de desarrollo y crear los espacios, la dinámica política e interpersonal para reconstruir los vínculos de la malla social y que eso potencie la capacidad de desarrollo del porteño.

- Esta puede ser la decisión más importante de tu vida en términos en términos públicos en términos políticos.

En términos públicos no tengas ninguna duda. Como servidor público es el desafío más grande que me he encontrado y, como te decía, aspiro a que los porteños me den la oportunidad de hacer esa tarea en conjunto con ellos, porque se trata de construir esto que construimos a lo largo de toda la pandemia: un vínculo de ida y vuelta, donde vamos construyendo y aprendiendo.

- Hay otros precandidatos que ya expresaron su voluntad de competir. Está Jorge Macri, Soledad Acuña, está Emmanuel Ferrario, solamente en el ámbito del PRO, vos por supuesto. Está Martín Lousteau en el ámbito del radicalismo y también está la posibilidad de que haya alguien del sector de Ricardo López Murphy. ¿No son muchos los candidatos? ¿Es un signo de fortaleza de la coalición o al revés, un signo de debilidad?

Yo creo que es una oportunidad, porque son varios candidatos con talentos diversos muchos de ellos, algunos complementarios, otros diversos. Es una oportunidad para hablarle al ciudadano y decirle: “Mirá, las personas que estamos en este espacio, que nos pusimos de acuerdo en trabajar juntos, tenemos esta versión, este tipo de valores, esta mirada estratégica, estas prioridades. Este otro tiene esta diferencia, esta mirada”.

Si lo hacemos respetuosamente y vinculándonos por los talentos y respetándonos por lo que podemos aportar en positivo va a ser una enseñanza enorme para el proceso electoral. Los porteños van a tener un conjunto de candidatos donde elegir por lo positivo. En la Argentina muchas veces votamos por el mal menor, aquel que uno diga “bueno, está bien, no me gusta, pero menos me gusta el otro”.

- Exacto.

Bueno, eso tenemos que terminarlo. Nosotros tenemos que enamorarnos de una mirada, de un conjunto de valores, de un compromiso, cumplirlo y mantener esa confianza con la ciudadanía.

- Es interesante esto porque en general lo que ocurre es que los votantes muchas veces estamos sometidos a esa disyuntiva y terminamos haciendo un voto negativo.

Eso debilita muchísimo la capacidad de transformación del gobierno electo, porque en el fondo si bien tiene una cantidad de votos, parte de esos votos no son genuinamente para él, son para evitar otra persona.

Entonces yo creo que hay que reconstruir una propuesta que, además, naturalmente no puede ser de una persona ni de un equipo. Es una propuesta que se dialoga con la comunidad, se buscan los denominadores comunes en esa diversidad que tiene la comunidad siempre en las miradas, que a veces parecen antagónicas, pero en las que siempre encontrás un lugar en ese antagonismo que puede unir.

Hay que trabajar mucho y cada uno de nosotros, respetuosamente, tiene que decir a la sociedad: “Mirá, yo soy esto, esta es mi trayectoria, esto es lo que pienso, este es el marco teórico, esta es la forma en la que me voy a vincular con vos”.

En mi propuesta, voy a respetar mucho lo regional, lo barrial. Vamos a dialogar sobre los proyectos de tu barrio, vamos a tener una mirada centrada en las personas, en el humanismo, en la forma en que nos vinculamos y vamos a desplegar nuestras alas, en nuestra capacidad para desarrollarnos. Ese es un poco lo que yo puedo ofrecer con un conjunto de valores, que la gente ya los ha notado a lo largo de toda esta trayectoria.

- ¿Vas a ir a fondo con esta candidatura? ¿Vas a ir hasta las últimas consecuencias o tu candidatura va a depender de otros factores?

Yo voy a ir a fondo. Ya estoy armando los equipos, las propuestas, las evaluaciones, las metodologías. Yo voy a ir a fondo, ahora el fondo que yo alcance va a depender de lo que los porteños opinen.

La política esa donde hay una persona única, un candidato que dice hacia dónde hay que ir, esas políticas ya hoy están fuera de espacio. Hoy un líder político es un líder que encuentra, que facilita, que dialoga, que aprende y entonces yo voy a ir a fondo, a aprender todo lo que pueda, a dialogar todo lo que pueda, a proponer las mejores alternativas posibles, a buscar los denominadores comunes en la diversidad de los porteños y va a depender -por eso te decía al principio- aspiro a que los porteños tomen la decisión de darme la oportunidad. El poder de esa decisión no es mía, es de la ciudadanía.

Lo pregunto, específicamente, como estamos en la previa de la campaña formal -de hecho todavía no hay fecha de elecciones- siempre está la posibilidad de que la precandidatura de un dirigente pueda combinarse con otra. ¿Tu objetivo o tu vocación es la de liderar, de ser jefe de gobierno?

Por supuesto que sí, pero mi conducta y mi actitud va a depender de cómo cale en la sociedad lo que yo estoy proponiendo.

- ¿Eso va a depender de encuestas o va a depender de una mirada tuya, personal?

Seguramente va a depender de encuestas y de lo que la gente opine.

- Las PASO están confirmadas en la ciudad de Buenos Aires. Horacio Rodríguez Larreta dijo que las candidaturas se van a definir por elección primaria, van a competir lo que estén y demás. ¿Creés que el número actual de precandidatos es un número óptimo o tendría que haber menos precandidatos?

Lo que va a pasar en los próximos meses es que cada uno va a expresar y algunos mensajes, algunas estrategias, algunos conceptos, van a calar profundo en la sociedad y otros tal vez no tanto. Y eso va a, rápidamente, reordenar un poco.

Tiendo a insistir con que la elección y las decisiones van a estar en la opinión pública y no en los intereses particulares de cada persona.

- ¿Que tenés vos para ofrecer a los ciudadanos de Buenos Aires que sea distintivo, diferente de un Jorge Macri o de una Soledad Acuña o de un Ferrario?

Creo que he demostrado a lo largo de este tiempo una capacidad muy clara de empatizar, de entender al ser humano en su valor verdaderamente humanístico y en ayudarlo a mejorar sus condiciones de vida cotidiana, sobre todo con un instrumento muy poderoso que es el diálogo social, la participación ciudadana y respetando el valor de la palabra.

Muchas personas me valoran y lo que me transmiten cuando me encuentran es “cuando vos hablás te podemos creer, sos una persona confiable, hablás con honestidad”. Hay un conjunto de valores, más allá de la responsabilidad que he demostrado, la profesionalidad, la vocación al trabajo, y también la firmeza en las convicciones, sin necesidad de gritar, ni maltratar, ni entrar en conflictos.

La combinación es el profesionalismo y firmeza, de transparencia en la comunicación, con una comunicación franca, honesta, que son instrumentos muy poderosos para construir un proyecto de gobierno que sea participativo, porque sino ¿cómo haces para construir con el conjunto?

Esas son mis cualidades y son cualidades que la gente ya conoce porque tuve, desgraciadamente, que manejar un ministerio en un momento muy duro y tuve que expresar y poner todas mis capacidades, incluso con mis limitaciones, al servicio de la comunidad. La gente ya sabe más o menos como soy.

Entre las propuestas y la política

- ¿Cuál es tu modelo de ciudad y qué crees en concreto que vos podrías mejorar? Quiero que profundicemos un poco más.

La primera cuestión es que los porteños tenemos capacidad infinitamente mayor a la actual para desarrollarnos. El desarrollo de las capacidades de los porteños tienen que ver con seguir insistiendo en la mejora de la educación. Mejorar y seguir insistiendo en la mejora de la salud, mejorar el acceso a la vivienda, porque sin vivienda es muy difícil construir ámbitos de desarrollo familiar apropiados. Y trabajar mucho en un modelo productivo que aproveche las cualidades y las potencialidades de la ciudad, dentro de lo que es el comercio y la inserción internacional.

Por un lado, desplegar las potencialidades de los porteños. Por otro lado, es muy importante construir una ciudad que sea segura y que tenga convivencia. Esto que se ha trabajado muchísimo en el gobierno de Horacio (Rodríguez Larreta) -que ya había empezado con Mauricio Macri- de mejorar los índices de seguridad de la ciudad que son verdaderamente impresionantes cuando uno ve la escala de los descensos.

Sobre eso hay que seguir trabajando porque la gente se sigue siendo sintiendo insegura en algunos barrios, respecto a los arrebatos y otras cuestiones menores.

También el tema de la convivencia: tenemos que seguir construyendo ciudadanía. No puede ser que esta cuestión de los piquetes, del daño al prójimo para hacer visible el problema de uno y ahí hay mucho para trabajar y mejorar.

La tercera cuestión es que una ciudad cosmopolita pero que al mismo tiempo sea una ciudad con escala humana. Los barrios porteños tienen una identidad histórica muy particular y todo el mundo lo sabe eso. Cómo fortalecer y respetar y sostener la cultura la dinámica de cada uno de esos barrios, al mismo tiempo que construimos ciudades lo que se llama -técnicamente- “ciudades de 15 minutos”.

Ir fortaleciendo algunos barrios con algunos servicios para que en cada barrio tengas buena parte de tu solución, tengas un manejo más sustentable, con transporte más sustentable, que emitamos menos dióxido de carbono, consumamos menos combustibles fósiles y que hagamos una ciudad que esté más vinculada al medio ambiente. Todo eso tiene que ver con la “ciudad a 15 minutos”, pero insertada en el mundo.

Lo último, que es un poco el corazón de lo que yo decía que es una “ciudad del bien vivir”, donde la dinámica política sea más constructiva, que gastemos más energía en construir y no tanto en pelear. Que gastemos más energía en respetar al otro y entender la diversidad del otro para aprender una mirada diversa. Y que encontremos esos denominadores comunes que desplieguen la potencia económica de la ciudad, porque hoy muchísimas de las limitaciones del desarrollo tienen que ver con eso, con la incapacidad del entender. Y, por supuesto, simplificar procesos administrativos, simplificarle la vida a la gente.

Diría que ahí están los ejes de lo que yo creo que es verdaderamente mejorar el bienestar integral de las personas.

- Hablemos sobre el tema de cómo se ordena o cómo resolver el tema de los piquetes. En concreto ¿se tiene que seguir permitiendo este tipo de manifestaciones que enloquecen a los porteños?

En un escenario de fin del 2023 o de nuevos gobiernos, creo que vamos a tener una oportunidad muy superior a la actual, que será la de poder coordinar con un gobierno nacional de Juntos por el Cambio una estrategia. Porque la mayoría de los piquetes grandes de la ciudad de Buenos Aires son expresiones de protesta contra el gobierno nacional de mucha gente que no vive en la ciudad, sino que viene a la ciudad a expresar esa protesta.

Allí, la coordinación entre el gobierno nacional, el Provincial y el de la Ciudad es fundamental, primero, para evitar las aglomeraciones. Una vez que tenés 50.000 personas y con niños y mujeres delante es muy difícil. Evitar en el punto de origen las aglomeraciones es un paso muy importante. Las estrategias de llegar a un vínculo más directo con los involucrados y no tanto con los intermediarios es un poco lo que Horacio Rodríguez Larreta está proponiendo, que es muy importante.

Y además, tenés que resolver el problema de fondo, porque lo que estamos discutiendo es hay una expresión popular que se hace de manera inapropiada, dañando los derechos de otros, y hay que resolver ese problema, pero al mismo tiempo esa expresión popular representa una problemática social que es muy profunda y muy dura, que hay que encararlo de una manera.

Hay un presupuesto nacional enorme para atender esa problemática, pero ese presupuesto nacional como se está aplicando no ha dado resultado y hay que re discutirlo.

- Ahora, en concreto, cuando tenés un piquete en la 9 de Julio, cuando tenés las calles cortadas ¿qué se hace?

Lo primero es evitar que se construya esa magnitud en la Avenida 9 de Julio. Eso es lo primero de todo, porque en las pequeñas magnitudes la intervención es mucho más segura y es mucho menos riesgosa. Esto seguramente vamos a encontrar una solución cuando en el gobierno nacional tengamos una cooperación para hacerlo.

- Hablemos de la interna de Juntos por el Cambio. ¿Cómo la estás viendo? Por momentos parece que hay un torneo de fotografías.

Creo que lo de las fotos es un tema secundario. Es muy importante que los candidatos, así como te contaba en la ciudad, le hablen a la sociedad, le propongan la visión de país que tienen, los programas que tienen, los equipos que tienen, el conjunto de valores que van a defender y que la sociedad empiece a ordenar sus prioridades en base a eso.

Es muy importante el respeto por los otros candidatos, la presentación propositiva de las estrategias de cada uno, porque finalmente lo que tenemos que lograr es que nuestro espacio alcance el gobierno nacional y no hay que distraerse ni un minuto de eso.

- Hace 16 años que el PRO gobierna la Ciudad de Buenos Aires. ¿Alcanza la alternancia de nombres? Se plantea como una virtud que haya alternancia en el ámbito nacional, pero en la ciudad de Buenos Aires tenemos un mismo grupo político que va a cumplir 20 años gobernando el mismo distrito.

Lo importante acá es cada uno de los nuevos gobiernos qué valor suplementario o complementario aportan sobre la realidad. Se trata de liderazgo situacional, sobre la situación que tenés que gestionar y qué le podés aportar vos de talento.

Mauricio Macri tomó una ciudad que verdaderamente tenía muchas dificultades y tuvo un gobierno con una creatividad e innovación muy llamativa. Puso a la ciudad en otro lugar, conectó con el mundo, creó innovaciones de todo tipo, por supuesto que el transporte público, en la seguridad, en educación, inició algunas en salud. Puso en un gobierno que estaba con muchas dificultades la innovación suficiente para poner la ciudad en el mundo y en el momento en que la ciudad estaba viviendo en el mundo.

Luego vino Horacio Rodríguez Larreta y fueron ocho años que están cumpliéndose de un enorme transformación en la línea de lo que se había definido inicialmente. Una cantidad enorme de obras y de mejoría de la ciudad, que le dio una infraestructura muy relevante y que el porteño valora muchísimo.

Y ahora, lo que yo creo que hay que hacer es justamente un profundo cambio en términos de continuar la transformación física de la ciudad y la innovación, de dónde venimos, pero un profundo cambio del foco. Es prender los faroles sobre el ciudadano y mejorarle ahora su calidad de vida.

Me parece que más allá del espacio político o no, creo que son tres proyectos o tres momentos de un proceso transformador de una comunidad, de una ciudad, que son muy relevantes. Y cada uno de ellos viene a apoyar y aportar al previo la parte que le está quedando pendiente.

- Tu imagen y fortaleza política se consolidaron por un trabajo que todos reconocen durante la pandemia. Hasta Cristina Kirchner no tuvo problemas en elogiarte. ¿Creés que te va a seguir elogiando ahora que sos precandidato? ¿Hay un espacio de convivencia menos difícil entre sectores políticos?

La velocidad de desarrollo de la Argentina va a cambiar significativamente cuando entendamos que la sociedad tiene que elegir entre los buenos al mejor y no, entre los malos, al menos malo. Eso es muy desgastante, daña la expectativa, daña la capacidad de construcción de proyectos, incluso de pymes, de desarrollos productivos. Es muy difícil poner la energía en desarrollarse cuando tenés toda tu situación personal y emocional dañada.

Hay que entender que nosotros tenemos que vincularnos por las coincidencias y la gente tiene la suficiente inteligencia para identificar esas personas que coinciden, quiénes tienen los talentos, quiénes tienen los valores, quiénes tienen las metodologías, la profesionalidad y la convicción de llevarlos adelante y elegir a alguien.

Esta dinámica de la Argentina de las últimas décadas nos hace mucho daño y sobre todo hace daño a la sociedad. Por eso, uno de los motivos que me convenció personalmente a empezar este camino es justamente esto: siento que yo puedo aportar ese diferencial y un poco eso lo ha visto a la gente en todo mi proceso de gobierno.

- No sé si es cierto o es pura subjetividad, pero me parece que ya nadie quiere escuchar nada del COVID, de la pandemia. ¿Lo compartís? ¿Habría que prestar atención todavía al tema?

Tratemos de salirnos del tópico COVID y analicemos el fenómeno de la psicología social: cualquier fenómeno de tu vida que te haya generado un daño muy profundo y que no hayas podido sanar apropiadamente bien, vos preferís no hablar.

Siempre se dice en salud que poner en palabras tu dolor es un primer paso para empezar a sanarlo y dejarlo atrás. Nosotros hemos desarrollado un conjunto de visitas en los barrios para generar diálogo social, para poner en palabras el dolor de lo que pasó.

Por supuesto que nadie quiere saber nada más de la pandemia, porque fue muy doloroso. Pero más allá de que creo que la parte más dura de la pandemia ya está terminada -y ahora te cuento un poco cómo estamos- a mí me parece que hay una oportunidad para hablar sobre el dolor que tuvimos. Porque hablar del dolor, ponerlo en palabras, significa que lo vas procesando y ya no vas necesitando hablar de él. No es que no querés hablar, ya no necesitás hablar.

La sociedad todavía se quedó con muchas emociones negativas. Además, la política argentina, la situación socioeconómica y las dificultades, te agregan dolor permanentemente.

Ahí hay que trabajar mucho, porque cuando una sociedad está dañada en su esfera de la salud mental es muy difícil construir un futuro superador. Entonces ahí hay un punto que un poco hace juego con lo que veníamos hablando.

Hablando de la pandemia, particularmente, yo siempre dije que esa pandemia que conocimos -dolorosa, que requería restricciones, que dañaba a la gente, que generaba mortalidad- terminó allá por octubre/noviembre del 2021, cuando terminamos con las primeras dos dosis de vacunación para un sector mayoritario.

Después de la campaña de vacunación masiva de la Argentina, ya hoy el COVID no genera un daño significativo. Todavía aparecen olas de casos. El año pasado tuvimos cuatro -al menos en la ciudad de Buenos Aires, tuvimos una en enero, otra en abril/mayo, otra en junio/julio y otra en diciembre- y ahora estos primeros días. Son olas de caso, pero si estamos bien vacunados es un tema de que la gravedad y lo que vivimos seguramente ya está terminado.

- Como médico y como ministro ¿aconsejás que se siga vacunando? ¿Qué tiene que hacer la gente ahora?

Mantener básicamente las campañas de vacunación. Hoy estamos en la ciudad vacunando con la bivalente, que es una innovación de las vacunas que veníamos dando para todo aquella persona que lleve más de 4 a 6 meses de su último dosis o de la última vez que se enfermó. Cualquiera de las dos cosas que lleven más de cuatro o seis meses hay que vacunarse.

Seguramente, con esta vacuna bivalente podamos empezar a estirar el periodo entre las vacunaciones. Veremos en los próximos meses la evidencia, pero tal vez podamos de nuevo ir a un modelo de vacunación anual. Esto entrará en un régimen como la gripe que, previo a los otoños, en abril, nos vacunamos todos los años sobre todo los grupos de riesgo, los mayores de 50 años, lo que tiene enfermedades de riesgo y demás.

- Se anunció esta semana una baja importante en la tasa de mortalidad infantil en CABA. Me interesaba que hables sobre esto.

Es un logro muy importante para los porteños. Enfrentar la mortalidad infantil es una política excede al propio Ministerio de Salud. Esto se trata una política de Estado, una política de gobierno que empezó hace 15 años.

Uno mira la curva de mortal infantil desde el inicio del gobierno de Mauricio hasta el día de hoy y sistemáticamente vino descendiendo. Lógicamente, en la medida en que es cada vez menor es más difícil seguir descendiendo, pero hay una política de Estado que se ha sostenido durante todo el proceso de estos 15 años.

Es muy significativa porque los datos de mortalidad infantil de la ciudad están muy por debajo de la media argentina y latinoamericana y es comparable con algunos países desarrollados, como Inglaterra, Canadá. Son valores muy significativos.

Pero no solamente tiene que ver con el cuidado de la salud, la detección precoz de los embarazos, el cuidado de embarazos de alto riesgo, la atención neonatológica, evitar los embarazos no buscados en los adolescentes, que eso siempre genera embarazos de más alto riesgo. Y por supuesto que también el seguimiento de desarrollo humano en la embarazada, el acompañamiento social, el acompañamiento del primer año del niño, los pediatras, la descentralización de la atención primaria, los trabajadores de la salud que hacen una tarea extraordinaria.

Es un conjunto y yo te diría que es muy difícil limitarlo a áreas de gobierno, pero finalmente el trabajo profesional sostenido, planificado, evaluado, el uso de historia clínica electrónica para hacer el seguimiento de las embarazadas, hay muchísimas áreas de gobierno que han jugado.

Tuvimos el honor de poder representar todos esos años, todos esos ministros, todas esas autoridades con Horacio Rodríguez Larreta con María Eugenia Vidal y con varios ministros de Salud y de Desarrollo Humano de gobiernos previos, porque es un mensaje como política de Estado que hay que sostener y seguir trabajando.

- Te pido que profundicemos un poco más sobre las propuestas vinculadas al tema del transporte.

Hay un primer punto que es regionalizar. Es una movida bastante internacional de las grandes ciudades, que contamos antes, que se trata de las “ciudades de 15 minutos”. Hay muchísima gente que circula por la ciudad que en realidad podría tener esos servicios muy cerca de la casa y hacerlo caminando, en bicicleta o en cooperación con alguien.

Llevar esa lógica de ir generando la mistura -se dice así- de funciones de cada uno de los barrios, para que cada barrio pueda tener buena parte de lo que las personas necesitan en el día a día, y que vos no vivas en un lugar y trabajes en otro lugar totalmente lejano. Ese es un primer aspecto.

El segundo es mejorar el transporte público, ni que hablar el Metrobús, y seguir optimizando el subte. Este gobierno no solamente ha completado una línea nueva de subte sino que además ha mejorado técnicamente al resto de las líneas, y eso ha mejorado la velocidad y el tiempo de circulación de los coches. Antes era cada cinco minutos promedio y está en un promedio más cercano a tres minutos, eso significa casi duplicar el transporte con la misma estructura de red.

Mejorar las conectividades, que es lo que se está haciendo, con un plan de la ciudad que hay que continuar porque permitime decirte que la ciudad ha creado y construido unos equipos técnicos en los últimos 15 años que son un orgullo, que el ciudadano no los conoce, pero que es impresionante y que a mí me parece que hay que sostenerlos y darles espacio para desarrollarse. Tienen una visión de cómo seguir construyendo esas verticalidades de la ciudad que es muy clara y es muy profesional.

- La ciudad de Buenos Aires trata determinados temas que tal vez en otros distritos o pasan por alto o no son temas. Diversidad, feminismo, la comunidad LGBT. En fin, otros temas que se discuten en la ciudad y que son importantes para los porteños. ¿Cómo aborda Fernán Quirós estos asuntos y qué propone?

Te sugiero una pequeña observación a tu pregunta. En realidad son temas estratégicos y de altísima relevancia. Si verdaderamente creés como yo en que del respeto al otro deviene la cooperación, y que el respeto al otro tal cual es y a su diversidad política, ideológica, de género, de la mirada que tenga sobre su vida personal, de esa diversidad hay aprendizaje mutuo y de ese aprendizaje mutuo y una construcción superadora, lo que se llama inteligencia colectiva capacidad o potencialidad de las redes sociales, de las comunidades integradas y relacionadas, el respeto hacia esas miradas es esencial. Es parte del desarrollo.

Eso se mide después en productividad y en desarrollo económico. No es solamente una agenda de la Ciudad de Buenos Aires porque se puede dar ese gusto, al revés, es una agenda estratégica para construir un modelo de desarrollo que se basa en la cooperación. Los países que se desarrollan saben cooperar y tienen instituciones y valores y principios y metodologías de cooperación. Y eso es lo que tenemos que hacer en la ciudad.

- La última pregunta es sobre la grieta. Quiero una reflexión tuya sobre sobre el tema y cómo creés que va a ser el 2024. Algunos hablan de que si gana el kirchnerismo vuelven las toneladas de piedras, que va a haber una una relación política más complicada. ¿Cómo estás viendo este escenario?

Tengo la convicción de que con la grieta tal cual está no hay capacidad de desarrollo pleno de una nación, porque son visiones de naciones casi contrapuestas, que necesita una mirada de que el otro no tenga participación para poderse desarrollar. No hay destino de nación con esta dinámica política.

Lo segundo es que mucha gente considera que si bien la grieta se tiene que terminar, los que tienen que terminar de pensar así son los otros. Eso es demasiado simplista. Hay que comprender que la Nación es el conjunto diverso de opiniones históricas, políticas, ideológicas, culturales que se construye con un denominador común.

Los líderes tenemos que poner el cuerpo para tolerar cierto nivel de agresión sin respuesta, con la convicción interior de lo que debe ser, porque no hay que confundir comprensión del otro y búsqueda de un denominador común con que te vas a amoldar al otro. Hay que poner mucha energía, yo lo he trabajado mucho y Horacio Rodríguez Larreta tiene esa misma visión.

La firmeza, la seguridad, la capacidad de llevar adelante un proyecto concreto. La seguridad de una persona está en el interior, no en la forma que lo grite o lo pelee. Hay cierta confusión: necesitamos gente con esa templanza, esa firmeza de la convicción de que me importa cómo pensás y que voy a tratar de incluir tu mirada, aunque tengo clara visión de lo que tengo que hacer.

En la medida en que vayamos por ese camino yo creo que la sociedad va a poder empezar a elegir un poco más con claridad un camino más despejado, más transparente, más con una luz más clara. Si iluminamos ese camino, en la Argentina vamos a tener un destino diferente al que estamos avizorando hoy.

 

 

 

 

 

 

 


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