EEUU desplegó barcos de la Marina y de la Guardia Costera para rastrear la zona donde cayó el globo espía chino en busca de restos.

Las autoridades estadounidenses establecieron un perímetro en aguas del Atlántico para tratar de evitar intromisiones y asumen ya que tendrán que recurrir a buzos o equipos no tripulados para recuperar el aparato.

Barcos de la Marina y de la Guardia Costera de Estados Unidos se desplazaron hasta la zona del océano Atlántico donde supuestamente cayeron los restos del globo espía chino derribado el sábado, en busca de pistas que permitan esclarecer si era un aparato de espionaje o tenía fines de investigación, como asegura Beijing.

Las autoridades estadounidenses establecieron un perímetro para tratar de evitar intromisiones y asumen ya que tendrán que recurrir a buzos o equipos no tripulados para recuperar los restos, según fuentes oficiales citadas por CNN. Estiman que pueden estar a unos 15 metros de profundidad.

Los expertos no realizaron por ahora ningún tipo de estimación, aunque las fuentes consultadas sí esperan que los restos estén ya en poder del Gobierno en “un tiempo relativamente corto”.

“No creo que sean meses o semanas”, dijo una fuente a CNN.

Las autoridades también pidieron ayuda a la población local, para evitar que los ciudadanos interfieran en las investigaciones. La Policía del condado de Horry, en Carolina del Sur, pidió a los ciudadanos que den la voz de alarma si ven algún objeto sospechoso: “No se deben tocar, mover o retirar los restos”.

El globo fue avistado por primera vez el pasado martes sobre Montana (noreste), donde se encuentra uno de los tres campos de silos de misiles nucleares del país.

Después que el Pentágono confirmó la existencia del aparato, China admitió que el globo le pertenecía, aunque aseguró que era un dirigible civil utilizado con fines de investigación meteorológica, una versión a la que Estados Unidos no da crédito.

Según datos proporcionados por el Gobierno de Estados Unidos, el globo chino, del tamaño de dos autobuses ingresó al territorio nacional por Alaska el 28 de enero, pasó a Canadá el día 30 y volvió a entrar en Estados Unidos, sobre Idaho, el día 31. Cruzó el país hasta llegar este sábado al Atlántico, donde fue finalmente derribado.

Altos cargos del Pentágono habían advertido del riesgo de derribar el aparato sobre tierra por el peligro de que los restos causaran daños.

Defensa de EEUU informará al Senado

En tanto, el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, informó este domingo que el Departamento de Defensa norteamericano informará al Senado los próximos días sobre el globo espía chino y la crisis diplomática con China que ha desatado.

Schumer, que ya fue informado sobre el tema este domingo, dijo en una rueda de prensa en Nueva York que el Senado al completo “recibirá la semana siguiente una sesión informativa más amplia y completa sobre China”, y expresó su deseo de que no haya divisiones partidistas.

Según dijo un portavoz del líder de la mayoría demócrata al canal NBC, la sesión se celebrará el 15 de febrero y ya estaba programada de manera clasificada para tratar sobre China antes de que se conociera públicamente la existencia del globo.

La sesión correrá a cargo de la oficina de Evaluación de Redes (ONA, por su sigla en ingles) del Departamento de Defensa e incluirá los últimos datos sobre el globo y la previsión sobre las relaciones diplomáticas con China para el próximo mes, indicó.

Schumer adelantó que tan pronto como este martes será informado sobre el tema un grupo bipartidista de ocho líderes legisladores -conocido como la “Banda de los Ocho”- que suelen recibir información clasificada del Ejecutivo.

También aprovechó para defender el derribo del globo sobre aguas estadounidenses ayer sábado como una operación “calculada y eficiente” que no ha causado daños civiles, frente a las críticas de los republicanos por la lentitud.

“Podemos aprender mucho sobre las capacidades de China y lo que pretenden”, finalizó

 

 

 

 

 

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