Con críticas a Axel Kicillof, un intendente retiró a IOMA de su ciudad y crece el malestar con la obra social.

En San Nicolás, Manuel Passaglia (PRO) removió la prestación de salud para los empleados municipales. “Nos cansamos del desastre”, dijo. Hay quejas en otras localidades del interior bonaerense por la calidad de la atención.

Desde hace tiempo, el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) recibe frecuentes quejas de sus afiliados en varias localidades y municipios por las críticas a la atención del servicio. Tandil, Bahía Blanca, entre otras localidades protagonizan los focos de malestar. Ahora, en una de esas ciudades en conflicto, un intendente opositor decidió, directamente, abandonar la obra social.

Manuel Passaglia (PRO), jefe comunal de San Nicolás, presentó un proyecto en el Concejo Deliberante para que los empleados municipales puedan abandonar esa cobertura médica y estén facultados para adquirir una nueva prestación. “Los trabajadores merecen poder atenderse con su médico de preferencia y en cualquier lugar de la ciudad; y los médicos cobrar en tiempo y forma por esas prestaciones. Eso con IOMA no pasa”, justificó el intendente.

Con una encendida crítica a Axel Kicillof, Passaglia cuestionó el “servicio deficiente” de la cobertura de salud, a pesar de los reclamos recurrentes que se hicieron. “Lo planteamos muchas veces y es inútil seguir esperando a que el gobernador Kicillof haga algo por mejorarlo”, evaluó.

IOMA es la obra social a la que, obligatoriamente, derivan aportes los millones de docentes, policías, empleados públicos, trabajadores municipales y jubilados de la provincia de Buenos Aires. La enorme prestadora de salud, que preside el médico Homero Giles, es blanco habitual de reproches de parte de los afiliados y trasciende a las distintas gestiones políticas que llegan a La Plata.

“Nos cansamos del desastre de IOMA y de la inacción de Kicillof”, expresó Passaglia desde sus redes soc

iales. “La PBA tiene como plan de salud que los miles de docentes, municipales, policías de la ciudad se peleen para conseguir un turno en pocos consultorios, sin hacer nada para que IOMA sea aceptado en cualquier instituto médico. Es una falta de respeto a los usuarios y a los médicos”, agregó en ese mensaje.

Según el proyecto presentado en San Nicolás, los 750 trabajadores que dependen de la administración municipal seguirán teniendo la cobertura de IOMA durante marzo, y recién en abril pasarán a tener una obra social particular que se definirá en las próximas semanas. La intención es que el personal municipal cuente con “una cobertura médica más amplia, más turnos y centros médicos para atenderse y una mejor atención”, y al mismo tiempo, “los trabajadores de la salud cobrarán sus haberes en tiempo y forma”, indicaron desde la comuna nicoleña.

Otro dirigente del PRO avanzó en una decisión similar. En Capitán Sarmiento, el intendente opositor Javier Iguacel habilitó la posibilidad para que los trabajadores del municipio tengan libertad de elección de cuál será su cobertura de salud. “Dimos libertad de estar en IOMA. Nueve de cada diez (municipales) se cambiaron porque el servicio es pésimo”, sostuvo el jefe comunal, que también aspira a competir como candidato a gobernador por la alianza de Juntos.

En Tandil, donde gobierna el intendente radical Miguel Ángel Lunghi, desde enero que los afiliados convocan a protestas frente a las sedes de la obra social en reclamo de la normalización de las prestaciones.

A fin de año, las autoridades IOMA puso fin a un convenio con el Círculo Médico de Tandil, lo que resintió la oferta de profesionales disponibles para atenderse, y obligó a los afiliados a trasladarse a otras ciudades para conseguir un turno. En febrero se alcanzó un acuerdo con La Mutual 23 de Diciembre, una entidad intemediaria con el Círculo Médico, pero el malestar persiste.

“Hace tres semanas se había anunciado el fin del conflicto y se creó una app para las ordenes, estudios y demás. Esa aplicación nunca funcionó. Dan la opción de mandar mails pero no dan respuestas, solo llegan algunas ordenes de manera azarosa”, sostuvo Martín Gastaldi, uno de los beneficiarios afectados e integra los grupos “autoconvocados” de afiliados. Hace un mes, varios personas pertenecientes a esa organización protestaron y llevaron pancartas, con la inscripción “Emergencia IOMA Tandil”, a una visita de Axel Kicillof a la ciudad.

Según Gastaldi, el trámite por los bonos que se requiere para asistir a las consultas médicas no se otorgan y, por lo general, los procedimientos se autorizan tarde de parte la mutual. Y ello conlleva un caos administrativo, con largas filas de espera, lo que suma una mayor confusión. “No tenemos opción de cambiar de obra social, somos cautivos”, lamentó. En el distrito tandilense son más de 24 mil los afiliados a IOMA.

En otras localidades, como Bahía Blanca, las quejas apuntaron por los “cobros indebidos”, es decir, toda prestación de salud que implica un gasto adicional para los afiliados. La situación irregular generó la protesta de organizaciones como la Asociación Judicial Bonaerense (AJB).

 

 

 

 

 

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