Cómo funciona el innovador test diagnóstico del Virus del Papiloma Humano creado por científicas argentinas.

Son investigadoras del CONICET y de la Universidad Nacional de San Martín. Se trata de una tira reactiva con anticuerpos capaces de detectar las proteínas del VPH. Cuál es el impacto de este desarrollo ante el segundo cáncer más diagnosticado en mujeres entre 35 y 64 años en el país-

Una de las enfermedades que más está creciendo en el mundo y con peor pronóstico a futuro es el cáncer de cuello uterino, causado en su inmensa mayoría por el Virus Papiloma Humano (VPH), que mata a cientos de miles de mujeres cada año.

Según explica la medicina, el VPH es una familia de virus de transmisión por vía sexual que afecta tanto a mujeres como a varones. Existen más de 100 diferentes tipos de VPH y se sabe que la infección persistente por, al menos, 14 de ellos causan ciertos tipos de cáncer que pueden ser cervical, vulvar, vaginal, anal y el orofaríngeo.

La enfermedad se manifiesta en la zona genital a través de manchas o verrugas visibles en los labios externos de la vagina, el ano o en el pene, o invisibles por presentarse en el interior de la vagina o en el cuello del útero. De todos modos, y aunque no se evidencie a simple vista, es fácil de detectar con un simple Papanicolaou y una colposcopia en las mujeres y una peneoscopia en los hombres.

En pos de brindar un mejor diagnóstico de esta enfermedad invisible para millones de personas, investigadoras del CONICET y de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), están desarrollando un kit de diagnóstico rápido para el VPH mediante la creación del “HPV test” y han publicado un estudio científico detallando este avance que muy pronto estaría disponible para su uso.

“La herramienta está compuesta por una tira reactiva, muy similar a un test de embarazo, que contiene anticuerpos capaces de detectar proteínas del VPH que constituyen marcadores del cáncer de cuello uterino”, precisó a Infobae la doctora en Ciencias Biológicas, Daniela Castillo, líder del desarrollo e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIBIO, CONICET-UNSAM).

Este tipo de tumor es el segundo cáncer más diagnosticado en mujeres entre 35 y 64 años en Argentina y representa una preocupación a nivel de salud pública mundial con 604 mil nuevos casos y 342 mil muertes reportadas al año. La gran mayoría se diagnostica en países de bajos ingresos.

“Esto es debido a la falta de acceso a la salud y a los controles y métodos de detección temprana de este tipo de cáncer. Por lo que brindar una herramienta tan útil como está será un verdadero avance próximamente y la oportunidad que miles de mujeres podrán tener para evitar esta enfermedad prevenible”, agregó la experta.

Castillo, junto a Natalia Contreras, becaria posdoctoral de la UNSAM en el IIBIO, y Julieta Roldán, actualmente investigadora del INTA, están muy cerca de tener terminado este test de HPV, un avance detallado y publicado recientemente en la revista PLoS ONE, que reveló el desarrollo de un inmunoensayo con una alta capacidad para detectar la oncoproteína E6 de uno de los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico y de mayor prevalencia mundial: el VPH18.

En este trabajo, las investigadoras del CONICET y de la UNSAM comprobaron la idoneidad para diagnóstico de los anticuerpos monoclonales seleccionados, los cuales a futuro serán utilizados para la puesta a punto de “HPV test”.

“Tras analizar varias muestras de células positivas para VPH, comprobamos que nuestro test detecta con alto grado de precisión la oncoproteína E6, la cual representa un marcador apropiado para el desarrollo de herramientas de diagnóstico y prevención del cáncer de cuello de útero”, sostuvo Castillo, que aclaró de las oncoproteínas de los 14 tipos VPH de alto riesgo oncogénico de mayor prevalencia en nuestro país y en el resto de Latinoamérica se encuentran el VPH16, VPH18, VPH31 y VPH45.

“Buscamos lograr los antígenos proteicos para detectar esta cuatro variantes, que concentran el 85% de los casos de VPH hoy en la región”, indicó la especialista, que destacó que el VPH se transmite por vía sexual y si bien en la mayoría de los casos estas infecciones permanecen asintomáticas y son eliminadas por el sistema inmune en un período de 12 a 24 meses, se estima que el 5% de las mujeres infectadas con algunos tipos de VPH contraen infecciones persistentes que pueden generar lesiones precancerosas.

El tiempo estimado desde que se producen estas lesiones hasta que se desarrolla el cáncer de cuello de útero es entre 10 y 20 años.

“Tener listo este test, que está pensado a futuro para que no solamente sea a través de un médico su procedimiento, sino que se lo haga cada mujer al igual que un test de embarazo, posibilitará la prevención de la enfermedad mediante estas pruebas de tamizaje que tienen un alto porcentaje de efectividad, no como el PAP o papanicolau que como tiene menor efectividad, debe hacerse cada año”, aclaró Castillo.

A pesar de la disponibilidad de vacunas profilácticas que protegen contra la infección por los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico, se espera que la carcinogénesis ligada al VPH siga siendo un problema de salud importante en las próximas décadas.

“Es por ello que los programas de tamizaje son fundamentales para el control de la carcinogénesis cervical en poblaciones con acceso limitado a la vacunación y en generaciones mayores de mujeres que ya han estado expuestas a la infección por tipos de VPH de alto riesgo oncogénico”, explica la investigadora del CONICET.

El test frente al método tradicional y test moleculares

El método tradicional para el detectar un cáncer de cuello uterino es la citología cervical o prueba de Papanicolaou (PAP), la cual se recomienda realizar anualmente y consiste en la detección de cualquier anomalía morfológica de las células del cuello de útero, que puede ser indicio de lesiones precancerosas.

El PAP es un test de baja sensibilidad (40% aproximadamente) con lo cual tiene una alta tasa de falsos negativos. Por eso, en Argentina, además del PAP, también se han comenzado a implementar en paralelo test moleculares para la detección altamente sensible de tipos de VPH de alto riesgo, aunque su utilización es dependiente de la cobertura del proveedor de salud.

“Los test moleculares disponibles en el mercado permiten detectar el ADN de los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico. Lo que ocurre es que un resultado positivo no es necesariamente indicio de progresión a carcinogénesis ya que más del 90% de las infecciones se resuelven solas por el propio sistema inmune de la paciente”, detalló Castillo.

Pero indicó que un método de tamizaje que detecte la oncoproteína E6, un marcador de progresión carcinogénica presente en altos niveles en células cervicales pretumorales, tendrá un alto valor predictivo positivo. “Esto permitirá identificar con precisión a aquellas mujeres con mayor riesgo a desarrollar cáncer, evitando así un sobrediagnóstico y el consecuente sobretratamiento de lesiones transitorias. En el caso de obtener un resultado positivo, se evaluará la lesión de cada paciente en función de una biopsia y examen histológico, para decidir el tratamiento según corresponda”, puntualizó Castillo.

La experta detalló que actualmente existe solo un método para la detección de la oncoproteína E6 de VPH16 y VPH18 que se encuentra comercialmente disponible y se fabrica en el exterior, más precisamente en Europa. “Por eso será importante disponer en Argentina y la región de kits de diagnóstico para VPH que faciliten el acceso a las poblaciones socialmente vulnerables con el objetivo de prevenir este tipo de cáncer”, enfatiza la investigadora del CONICET.

“Nuestra meta es, una vez desarrollado, insertar en el mercado el kit rápido de diagnóstico de VPH por tira reactiva que analice muestras de hisopados cervicales. Un kit point of care de bajo costo y de fácil utilización como el que proponemos, ayudará a la prevención del cáncer de cuello de útero y, a su vez, disminuirá el impacto socio-económico de la enfermedad en las poblaciones socialmente vulnerables”, remarcó Castillo. Y agregó: “Un test, como el que estamos desarrollando, podría complementar a la prueba de PAP en caso de requerirse. Aunque a futuro esperamos que, cuando sea probado como un test confiable, habiendo analizado un elevado número de casos, pueda reemplazarlo”. El test local en desarrollo ha ganado hasta ahora cuatro concursos: el “Premio Merck-CONICET de innovación en ciencias de la salud” en 2021, el “Santander X Argentina Awards” en 2021, el IB50K del Instituto Balseiro en 2020 y la UdeSa Start Up Competition en 2019.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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