El “donante”. presidente de la empresa Farallón, Eduardo Gutierrez (FOTO) a su vez es contratista del Estado nacional y de la ciudad de Buenos Aires, y junto a Nicolás Caputo, amigo íntimo de Macri y contratista de obras multimillonarias del Estado macrista, fueron los beneficiados de la última obra pública que adjudicó Mauricio Macri antes de dejar el gobierno de la Ciudad.
GABRIELA CERRUTI SOBRE EL ROBO A GABRIELA MICHETTI
 

Cerruti se refiere al dinero en efectivo, en pesos y dólares, que fuera robado en la casa de la vicepresidenta Michetti, y que ella declaró como perteneciente a la fundación que preside.
 

En primer lugar, señala que las donaciones a fundaciones deben estar bancarizadas para la transparencia de esos manejos de fondos, lo que constituye un dinero “en negro” que no contabilizan, en este caso, ni el donante ni quien lo recibe.
 

Luego indica que Michetti dice no conocer a un tal Farallón y se hace la desentendida, cosa que hace siempre respecto de manejos de dinero que no son claros, cuando es una de las empresas patrocinantes de la fundación que ella dirige.
 

Por otro lado, y como “dato de color” que en realidad no lo es tanto, el presidente de dicha empresa, Eduardo Gutierrez, quien concurrió a la famosa cena de la fundación, es el dueño de la casa que habitaba José López y de donde presuntamente salió el dinero que le encontraron en el convento.
 

Gutierrez a su vez es contratista del Estado nacional y de la ciudad de Buenos Aires, y junto a Nicolás Caputo, fueron los adjudicatarios de la última obra pública que adjudicó Mauricio Macri antes de dejar el gobierno de la Ciudad.

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