DERROTADO EN LOS TARIFAZOS, AHORA MACRI VUELVE A ATACAR AL PUEBLO CON LA FLEXIBILIZACIÓN LABORAL
El objetivo es generar mano de obra barata en empresas privadas por un período de tiempo y que las compañías tengan la facilidad para terminar la relación. Se trata de un nuevo proyecto de "flexibilización laboral".

El Gobierno comenzará a trabajar en los próximos días, y con la idea de presentarlo rápidamente en sociedad, en un nuevo plan de reforma laboral, que apunte a facilitarlos despidos de nuevos empleados en las empresas privadas. La idea es que las compañías puedan incorporar nuevo personal por un período de tiempo, y que tengan facilidad para terminar la relación. En otras palabras, se trataría de un nuevo proyecto de "flexibilización laboral". Otra estafa solapada a quienes sostienen la economía de esta nación.El problema de la idea, es que la sola referencia al título haría estallar políticamente la relación entre el Ejecutivo y la flamante nueva conducción tripartita de la CGT; además de la suba de la marea de las críticas opositoras. Sobre este seguro e inevitable rechazo político al nuevo intento de esclavización masiva de los trabajadores.
Macri ironizó sobre la desocupación: "Sólo el 40 por ciento tiene empleo en la Argentina”  el relato de su mediocre y perversa conducción de solo ocho meses, que destruyó el standard logrado en 12 años.
La idea de esta nueva reforma laboral estaba en cartera desde el segundo trimestre del año, pero se aceleró esta semana con los nuevos índices de desocupación, en los cuales el PRO encuentra un nicho exponencial para doblegar a la clase trabajadora
Los puntos sobre los que trabaja parte del Gobierno serían, básicamente, la flexibilización de las condiciones de contratación para los nuevos trabajadores; en especial las personas que tengan entre 18 y 24 años que no hayan tenido antes un puesto en blanco; y la posibilidad de permitir negociaciones paritarias descentralizadas y por empresa, cuando los empleados lo consideren necesario eliminando incluso la obligatoriedad para que la cúpula sindical y las autoridades competentes avalen los acuerdos. En el primer caso se trataría de una revitalización de la "ley de primer empleo" que el Gobierno ya había enviado en mayo al Congreso y que por ahora permanece frenada.
La iniciativa macrista debería ser aprobada por ley; con lo que se necesitaría un amplio acuerdo con los representantes legislativos de la oposición para que la idea avance en el Congreso. Las negociaciones deberían pasar obligatoriamente por el Frente Renovador de Sergio Massa; quien además, al menos según la visión del Gobierno, tendría la llave para que la nueva conducción tripartita de la CGT avale una propuesta de este tipo.
En teoría, convenciendo a la agrupación del ex intendente de Tigre se podría avanzar sobre el diputado nacional y dirigente de Sanidad Héctor Daer y el titular del gremio de empleados de garajes y estaciones de servicio Carlos Acuña; para que luego la CGT no avance en pie de guerra contra la propuesta. Sabe el Ejecutivo que cualquier referencia a la flexibilización laboral remita automáticamente a la "Ley Banelco" y su triste historia en el primer año de gestión de Fernando de la Rúa. Más teniendo en cuenta que el principal actor opositor en aquellos días de 2000 fue el propio Hugo Moyano. Donde se sabe que el nivel de conflictividad negociadora llegará al máximo será en el capítulo de negociaciones paritarias dentro de las empresas, por separado a los gremios. Se decidirá en las próximas horas si este segmento se incluye en un eventual proyecto de reforma laboral o se lo hace descansar hasta algún mejor momento futuro.

 

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