LA IMPOTENCIA POLITICA DE LA OLIGARQUIA
Por Jorge Rachid
La victimización del gobierno, ante las movilizaciones y reclamos populares, habla de su impotencia política.
Un gobierno que se ha aislado del pueblo que lo votó, con medidas que han recibido como paquete, desde el exterior, más precisamente de EEUU, al cual corrieron desesperados a rendirle pleitesía, desde el primer día, pagando los Buitres, negociando las bases militares, votando leyes preparadas por el
Por Jorge Rachid
La victimización del gobierno, ante las movilizaciones y reclamos populares, habla de su impotencia política.
Un gobierno que se ha aislado del pueblo que lo votó, con medidas que han recibido como paquete, desde el exterior, más precisamente de EEUU, al cual corrieron desesperados a rendirle pleitesía, desde el primer día, pagando los Buitres, negociando las bases militares, votando leyes preparadas por el
Banco Mundial y el FMI, otras de seguridad iniciadas por el FBI, en un verdadero vendaval colonial.
“Se pretende aislar la presidente del pueblo”, “hay un plan de desestabilización”, “el kirchnerismo está instalando un escenario de violencia”, “están preparando un magnicidio”, todas frases nacidas de las jornadas de reflexión del macrismo, parecen más un cúmulo de lamentos, que de decisiones políticas del gobierno.
La respuesta del gobierno, es intentar tapar la realidad, de su propia brutalidad económico social, que ha devastado en 8 meses la calidad de vida de los argentinos, con la puesta en marcha mediático judicial, de una persecución inédita, en democracia, sobre la dirigencia peronista, comenzando por Cristina.
Un gobierno que se ha aislado del pueblo que lo votó, con medidas que han recibido como paquete, desde el exterior, más precisamente de EEUU, al cual corrieron desesperados a rendirle pleitesía, desde el primer día, pagando los Buitres, negociando las bases militares, votando leyes preparadas por el Banco Mundial y el FMI, otras de seguridad iniciadas por el FBI, en un verdadero vendaval colonial.
Un presidente que ha caracterizado como su enemigo principal en el aspecto económico, a los trabajadores argentinos, intentando disminuir sus derechos laborales, acusando de poner “palos en la rueda”, cuando se enferman o se toman vacaciones, en una concepción esclavista del trabajo, del siglo XlX.
Ante esta situación el gobierno decide que todo es producto de la conducción del kirchnerismo, que está intentando agredir, creando violencia al presidente y su política, otorgándoles una capacidad de movilización, lucha y organización, que le niega en el protagonismo político electoral.
Una verdadera esquizofrenia del análisis.
Un gobierno que sigue mintiendo en cada paso, desde las declaraciones juradas del presidente, pasando por sus promesas de campaña, como en el tema laboral, cuando el obrero argentino es de los que más horas anuales trabaja, según el mismo BM, cuando el mundo mira azorado como los medios argentinos esconden los Panamá Papers protegiendo a Macri, cuando presenta un paraíso al mejor estilo religioso, prometiendo mejor vida post mortem.
Una patética realidad.
Denigra a las Madres de Plaza de Mayo y se asombra de los términos despectivos de Hebe, que nunca tuvo filtro, ni con la dictadura ni la represión, desprecia a su antecesora en forma pública, aplaude y fomenta su persecución, se ampara en las tapas de los medios, para ocultar su propia realidad política, que genera conflicto social permanente, por ser antipopular y antinacional.
El dolor de una vida que se queda sin proyecto de vida, por despido al no poder planificar el futuro de sus hijos, es una familia deshecha, si a esa situación la trasladamos socialmente, encontramos el reclamo, si profundizamos escucharemos el conflicto social en ciernes, el rechazo frontal, la movilización popular mas allá de cuadros políticos y sociales, es el pueblo, en democracia reclamando.
No es la paz de los cementerios Macri, que te acostumbraste a recorrer, con silencios que gritaban, en tus épocas de Patria Contratista.
En pocos meses movilizaciones espontáneas como las opuestas al tarifazo, otras rememorando el dolor que todos los años realizamos como la del 24 de marzo, otras frente a los despidos estatales, otras de las CGT en su conjunto mas CTA, todas reclamando por promesas incumplidas, por agravios económicos, por aumento del costo de vida, por la apertura de la economía que destruye trabajo argentino. Ahora la Marcha Federal, sumada a la Marcha de la Resistencia han colmado el vaso del macrismo, que se prepara para reprimir.
Entonces recurren al manual de la Teoría del Shock, crear un ambiente de Caos, que les permita, navegar sus intereses y negociados bajo la alfombra de la impunidad, mientras intentan culpabilizar al peronismo de destituyente, cuando fuimos nosotros quienes sufrimos desde un cadáver que nos tiraron, hasta golpes de Mercado, desde tapas catastróficas hasta fallos de la Corte, amputando decisiones políticas del ejecutivo.
No podrán porque el pueblo tiene memoria, histórica y reciente, de otra vida, otro pasar. Frente a un mundo en crisis, el peronismo navegó protegiendo trabajo y consumo interno, soberanía y derechos.
El macrismo tiene “metas de inflación”, su única estrategia, al margen del pueblo, sólo macro economía, sólo lógica financiera, sólo manejo empresario.
“Se pretende aislar la presidente del pueblo”, “hay un plan de desestabilización”, “el kirchnerismo está instalando un escenario de violencia”, “están preparando un magnicidio”, todas frases nacidas de las jornadas de reflexión del macrismo, parecen más un cúmulo de lamentos, que de decisiones políticas del gobierno.
La respuesta del gobierno, es intentar tapar la realidad, de su propia brutalidad económico social, que ha devastado en 8 meses la calidad de vida de los argentinos, con la puesta en marcha mediático judicial, de una persecución inédita, en democracia, sobre la dirigencia peronista, comenzando por Cristina.
Un gobierno que se ha aislado del pueblo que lo votó, con medidas que han recibido como paquete, desde el exterior, más precisamente de EEUU, al cual corrieron desesperados a rendirle pleitesía, desde el primer día, pagando los Buitres, negociando las bases militares, votando leyes preparadas por el Banco Mundial y el FMI, otras de seguridad iniciadas por el FBI, en un verdadero vendaval colonial.
Un presidente que ha caracterizado como su enemigo principal en el aspecto económico, a los trabajadores argentinos, intentando disminuir sus derechos laborales, acusando de poner “palos en la rueda”, cuando se enferman o se toman vacaciones, en una concepción esclavista del trabajo, del siglo XlX.
Ante esta situación el gobierno decide que todo es producto de la conducción del kirchnerismo, que está intentando agredir, creando violencia al presidente y su política, otorgándoles una capacidad de movilización, lucha y organización, que le niega en el protagonismo político electoral.
Una verdadera esquizofrenia del análisis.
Un gobierno que sigue mintiendo en cada paso, desde las declaraciones juradas del presidente, pasando por sus promesas de campaña, como en el tema laboral, cuando el obrero argentino es de los que más horas anuales trabaja, según el mismo BM, cuando el mundo mira azorado como los medios argentinos esconden los Panamá Papers protegiendo a Macri, cuando presenta un paraíso al mejor estilo religioso, prometiendo mejor vida post mortem.
Una patética realidad.
Denigra a las Madres de Plaza de Mayo y se asombra de los términos despectivos de Hebe, que nunca tuvo filtro, ni con la dictadura ni la represión, desprecia a su antecesora en forma pública, aplaude y fomenta su persecución, se ampara en las tapas de los medios, para ocultar su propia realidad política, que genera conflicto social permanente, por ser antipopular y antinacional.
El dolor de una vida que se queda sin proyecto de vida, por despido al no poder planificar el futuro de sus hijos, es una familia deshecha, si a esa situación la trasladamos socialmente, encontramos el reclamo, si profundizamos escucharemos el conflicto social en ciernes, el rechazo frontal, la movilización popular mas allá de cuadros políticos y sociales, es el pueblo, en democracia reclamando.
No es la paz de los cementerios Macri, que te acostumbraste a recorrer, con silencios que gritaban, en tus épocas de Patria Contratista.
En pocos meses movilizaciones espontáneas como las opuestas al tarifazo, otras rememorando el dolor que todos los años realizamos como la del 24 de marzo, otras frente a los despidos estatales, otras de las CGT en su conjunto mas CTA, todas reclamando por promesas incumplidas, por agravios económicos, por aumento del costo de vida, por la apertura de la economía que destruye trabajo argentino. Ahora la Marcha Federal, sumada a la Marcha de la Resistencia han colmado el vaso del macrismo, que se prepara para reprimir.
Entonces recurren al manual de la Teoría del Shock, crear un ambiente de Caos, que les permita, navegar sus intereses y negociados bajo la alfombra de la impunidad, mientras intentan culpabilizar al peronismo de destituyente, cuando fuimos nosotros quienes sufrimos desde un cadáver que nos tiraron, hasta golpes de Mercado, desde tapas catastróficas hasta fallos de la Corte, amputando decisiones políticas del ejecutivo.
No podrán porque el pueblo tiene memoria, histórica y reciente, de otra vida, otro pasar. Frente a un mundo en crisis, el peronismo navegó protegiendo trabajo y consumo interno, soberanía y derechos.
El macrismo tiene “metas de inflación”, su única estrategia, al margen del pueblo, sólo macro economía, sólo lógica financiera, sólo manejo empresario.
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