Ya el endeudamiento externo argentino superó los 50.000 millones de dólares, a los que se suman 1.435 millones de dólares más en la timba desenfrenada que inició el gobierno de Cambiemos.
El constante endeudamiento externo argentino comenzó en abril de 2016 cuando Argentina emitió bonos por 16.500 millones de dólares para cancelar la deuda con los Fondos Buitre por 9.500 millones de dólares, que el gobierno consiguió llevar a cabo con la complicidad de varios legisladores de variados partidos políticos, en detrimento de los intereses estratégicos y soberanos nacionales.
Luego de una reunión que mantuvieron los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne y de Finanzas, Luis Caputo, con directivos del Banco Mundial, en los próximos tres meses, nuestro país vuelve a endeudarse por 1.345 millones de dólares más con ese organismo internacional.
El directorio del Banco Mundial, que preside Jim Yong Kim, aprobó un nuevo pedido de préstamo solicitado por el Gobierno nacional por un total de 1.345 millones de dólares, sin conocerse, hasta el momento, la tasa con que será contraída esa nueva deuda. A partir de ese primer endeudamiento, durante los 10 meses siguientes el Tesoro Nacional colocó títulos en moneda extranjera por 24.700 millones de dólares y bonos en moneda local por $237.079 millones unos 15.300 millones de dólares a la cotización de ese momento, además de Letras en pesos y dólares por el equivalente a 5.800 millones de dólares.
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