Al final no fue Orlando Terranova, pero Cristóbal López encontró un candidato para asumir el control del Grupo Indalo. Será el financista Ignacio Jorge Rosner, en representación de un fondo de inversiones internacional, según informaron fuentes dentro del propio Grupo Indalo.

Acorralados por el gobierno y el temor de terminar en prisión, López y su socio Fabián de Sousa firmaron su salida anteayer, por la tarde. Y de inmediato comenzaron a vaciar el piso 28 de la torre Alem Plaza -donde fijó su sede la petrolera Oil Combustibles-, a metros de la avenida Córdoba.

Mientras López encaraba hacia la puerta de salida, los abogados de Rosner, del estudio Salaverri, Dellatorre, Burgio & Wetzler Malbrán, comenzaron a tomar el control del grupo. Eso incluyó que uno de los socios del estudio, Santiago Dellatorre, contactara ya a algunos altos ejecutivos del holding.

Tanto desde Indalo como Rosner y el estudio Salaverri evitaron emitir comentarios. Pero junto a López confirmaron la negociación con un fondo internacional, y adelantaron que se emitiría un comunicado entre mañana y pasado, en alusión a hoy y mañana.

Egresado en 1975 del colegio Cardenal Newman, en la promoción anterior a la de Macri, Rosner, trabajó para el Grupo Clarín, integró el directorio de Papel Prensa, pasó por los grupos agropecuarios El Tejar y LaBanda, y desde 2005 es el director ejecutivo del fondo Latin American Assets Management LLC, con oficinas en Buenos Aires, San Pablo, México DF, Nueva York y Londres.

Latin American Assets Management LLC no sería, sin embargo, el fondo que aportaría el capital para tomar el control de Indalo. Rosner se apoyaría en un flamante vehículo financiero para agrupar a los inversores, cuyos nombres no trascendieron.

Dentro del grupo apuntaban, en particular, a otro empresario que mantiene buena relación con la Casa Rosada, Marcelo Mindlin, como el gran inversionista en las sombras. Pero voceros de Mindlin negaron cualquier rol en la tratativa.

Tanto López como De Sousa buscan desde hace meses una salida para la encerrona en la cual se encuentran. Temen que colapse todo el holding, que funciona por separado de Casino Club, y que ellos terminen en prisión.

Para evitarlo, López contactó primero al mendocino “Orly” Terranova, quien milita en Pro y tiene llegada directa a Macri. Pero tras varias semanas de negociaciones, en las que Terranova y su equipo hurgaron en los números reales de todo el grupo, se cayó la operación.

DEJA VU.

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