La medida de fuerza de los trabajadores comenzó el lunes por la noche y se extenderá hasta el viernes después de que se confirme la eliminación del servicio de inspección veterinaria y cambios en los controles sanitarios. Advierten que el ajuste pone al país en riesgo sanitario y riesgo de vida a todos los argentinos por el consumo de alimentos contaminados, ya que el control obligatorio es dado de baja debido a los despidos masivos.

Los trabajadores estatales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria comenzaron un paro el lunes por la noche con una extensión de 96 horas en medio de los despidos y cierres de programas del sector. Desde ATE advierten que el ajuste llevado adelante por el Gobierno nacional puede poner a Argentina en riesgo sanitario.

La protesta de cuatro días fue convocada por la Mesa de Coordinación Nacional de ATE Senasa, que conduce el dirigente estatal Jorge Ravetti, luego de una masiva asamblea de trabajadores.

"El retiro de los servicios de inspección veterinaria de los establecimientos Ciclo II y III, lo que dejó sin funciones a más de mil empleados para aplicar la gura de Directores Técnicos Privados en todos los lugares en los que se produce y elabora alimentos de origen animal y vegetal", detalló el gremio en un comunicado.

La decisión del cese de los servicios determinó "un doble estándar sanitario, es decir, se extremarán los controles para exportar y no los habrá para el consumo interno, por lo que los ciudadanos estarán expuestos a todo tipo de enfermedades, como la escherichia coli o el síndrome urémico hemolítico"



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