Color, espuma y aroma: ¿cómo saber si una cerveza artesanal es de buena calidad?

Ante el boom de cervecerías que hay en Buenos Aires, el Conurbano y las principales ciudades del Interior, ¿qué hay que tener en cuenta para evitar malas experiencias?

La cerveza es un producto perecedero y muchos factores influyen en su calidad desde el momento de su elaboración hasta el instante en que se consume. Por ello, los bebedores deben revisar un complejo conjunto de características sensoriales para saber si la birra artesanal es buena.

Según la Brewers Association, una asociación de cerveceros estadounidenses expertos en elaboración casera, los indicadores que construyen el perfil sensorial que los consumidores esperan disfrutar incluyen a la apariencia, el aroma, el sabor y el cuerpo.

¿Qué se percibe en una buena cerveza artesanal?


-Color y claridad


El color algunas veces implica intensidad, pero define muchos estilos y expectativas. Algunas cervezas pueden ser turbias por diseño, como las cervezas de trigo, o las acondicionadas en botella si el sedimento de levadura se perturba. También los son las cervezas con alto contenido de lúpulo en seco. Otras se espera que sean cristalinas.

-Espuma


La mayoría de los consumidores espera que la cerveza tenga una espuma atractiva y abundante, que dure un buen tiempo y que decore y se adhiera a las paredes del vaso. La espuma atrapa los sabores volátiles para que no escapen pronto a la atmósfera, enalteciendo la percepción global del sabor. La manera correcta de servir la cerveza, así como el uso de vasos adecuados y limpios ayuda a fomentar las características correctas de la espuma y finalmente la óptima percepción sensorial de la cerveza.

-Aroma


Los aromas se definen por proceso, materia prima, integridad de la cerveza y estilo. La manipulación brusca durante la distribución de la cerveza o la suciedad en líneas de servido pueden conducir a aromas anormales. La temperatura correcta al servir, el tipo de vaso correcto y el nivel de carbonatación en conjunto afectan la volatilidad, la liberación del aroma y la percepción de la cerveza.

-Carbonatación


El nivel correcto de gas en la cerveza es importante. El dióxido de carbono es el gas más usado, aunque mezclas de dióxido de carbono y nitrógeno se utilizan para algunos estilos y podrían alterar las sensaciones táctiles, la volatilidad y liberación de los componentes de sabor y la percepción visual. El nitrógeno ayuda a suavizar el sabor.

-Cuerpo y balance


La cerveza produce sensaciones al contacto con la boca, las cuales se describen como; delgada/acuosa, recubriendo totalmente la boca, sensación de calor (notas de alcohol) y sensaciones gaseosas o de "hormigueo" por la efervescencia. A esto también se asocia la percepción visual de las burbujas de efervescencia en la cerveza. El balance de sabor también incluye las notas dulces/maltosas y la sequedad/amargura del lúpulo. Estas cualidades varían considerablemente conforme al estilo.

-Sabor


El sabor de la cerveza es una combinación de sus componentes; una interacción de ingredientes individuales que trabajan en conjunto para formar la impresión de sabor global. Los consumidores esperan que una cerveza específica tenga un sabor consistente: esto es, debe ser "fiel al tipo" o "fiel a la marca". El manejo de la cerveza en el comercio debe estar atento a sabores indeseables que pueden surgir en la cerveza. Ejemplos de esto pueden incluir notas o sensaciones amargas o resbalosas, grasosas o mantecosas, que emergen debido a la contaminación de las tuberías de la cerveza, así como notas a papel o rancias debidas al envejecimiento o a la oxidación.

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