En un año, el dólar aumentó diez pesos: lo que viene es recesión, pobreza y desocupación.

Este jueves, el peso se devaluó entre 60 y 70 centavos respecto al dólar, depende la cotización que uno tome, y el salto tiene que ver con una fuerte demanda de divisas en el mercado local. Al mismo tiempo, el Gobierno sale a licitar dólares que vienen del Fondo Monetario Internacional para intentar frenarlo. Por ahora, sin resultados favorables.

Este anuncio se hizo en el contexto de la llegada de 15 mil millones de dólares del FMI. Lo que dijo el flamante titular del Banco Central, Luis Caputo es que una vez por día, a partir de las 3 de la tarde, licitan 100 millones de dólares.

Se entiende que esa decisión fue en su momento tomada para sacar a los que son los principales compradores de dólares de la Argentina, los bancos y los fondos de inversión, y llevarlos a lo que se llama una plaza secundaria.

Se los saca de lo que es el mercado habitual cambiario que corre hasta las 3 de la tarde y a las 3 de la tarde se abre una especie de anexo donde se entregan estos dólares.  Ayer, el gobierno hizo un giro y terminó vendiendo 150 millones de dolares no 100 millones de dólares como había dicho en su momento. Esto tiene que ver con la fuerte demanda y, por otro lado, también con la intención de frenar lo que es la suba del tipo de cambio.

El gobierno firmó con el FMI un compromiso de no poner barreras ni al ingreso ni al egreso de capitales. Lo que tiene lugar hoy es más un egreso que un ingreso de capitales. Además con el organismo que preside Christine Lagarde, Argentina firmó el compromiso de no vender dólares directamente a través del Banco Central en el mercado cambiario para frenar el tipo de cambio con excepción de estas primeras licitaciones que se están haciendo. Al mismo tiempo se comprometió a recomponer reservas..

El Fondo Monetario le ha dicho a la Argentina que el tipo de cambio no tiene ningún sendero marcado. Puede subir libremente hasta lo que disponga el mercado. El rumbo del tipo de cambio va a ser alcista claramente.


Argentina enfrenta una situación realmente complicada. Ingresan menos dólares en Argentina de los que terminan saliendo por fuga de capitales, por compra de dólar ahorro, por pago de importaciones, por lo que se llama el turismo emisivo -lo que gastan los turistas argentinos en el exterior- y todo eso es financiado con los dólares del Banco Central.

De la única forma que cierra el compromiso de la Argentina con el Fondo Monetario es con una devaluación y con recesión económica. Con una devaluación fuerte que lo que hará muy probablemente es frenar el ingreso. Con una devaluación, las importaciones son más caras y habrá menos. Así se frenará la posibilidad de salir al exterior y hacer sus compras en dólares.

¿Cómo van a vivir los argentinos a partir de una devaluación muy fuerte? El dólar ha saltado 53% desde principio de año hasta esta parte. La respuesta es “con recesión”. Cuando hay una devaluación, hay un efecto pobreza, una transferencia de riqueza de aquellos que menos tienen hacia aquellos que más tienen. De aquellos que tienen un salario en pesos hacia aquellos que tienen patrimonio o tenencias en dólares.

Los productos importados se encarecen en pesos en la Argentina. Después aquellos productos que son de fabricación nacional, pero que tienen insumos importados, también se terminan encareciendo. Como la Argentina tiene mercados oligopólicos, que estructuralmente definen precios entre dos o tres, esas empresas terminan ajustando sus precios hacia arriba prácticamente en el mismo valor.
Estamos entrando en una etapa de recesión económica. Esto lo han manifestado tanto el jefe de gabinete, Marcos Peña en las últimas horas como también el ministro de Hacienda y Finanzas Nicolás Dujovne.

También lo que vamos a tener es generación de desempleo en la República Argentina a partir de lo que es la caída de consumo. Un panorama que obviamente no es alentador y que el gobierno parece desconocer. No se han anunciado medidas que busquen frenar este movimiento que es netamente regresivo porque afecta más al que menos tiene.

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