La canasta básica de los jubilados se ubicó en agosto en los 21 mil
pesos, según la medición de la Defensoría de la Tercera Edad, lo que
significa que 7 de cada 10 no llega a cubrir los productos básicos para
su subsistencia. "Los jubilados hacen peripecias ante una sociedad que
naturalizó que envejecer es ser pobre", sentenció el defensor de la
Tercera Edad, Eduardo Semino.
El organismo dio a conocer una medición de emergencia frente a la
devaluación del peso y el alza de la inflación, que en julio fue del 3,1
por ciento, con un acumulado del 19,6 por ciento en lo que va del año,
mientras que la jubilación mínima se ubica en los 8.200 pesos. "En
Argentina, con 8 mil pesos, nadie puede vivir y estamos hablando de un
universo de 7 millones de personas", apuntó Semino.
En ese sentido, el defensor de la Tercera Edad advirtió que dentro de
ese universo de personas, contemplan a los 1,3 millones de personas que
reciben pensiones no contributivas, en su mayoría personas con
discapacidad, que enfrentan "condiciones de infraconsumo", debido a que
perciben 6 mil pesos mensuales.
La canasta de la Defensoría releva los gastos de vivienda,
alimentación y medicación de los jubilados en Ciudad de Buenos Aires, el
conurbano bonaerense, Córdoba capital y Rosario, los grandes centros
urbanos, donde se concentra la mayor densidad de adultos mayores. Semino
destacó que, en los últimos seis meses, los insumos de farmacia, que no
son contemplados dentro de los medicamentos cubiertos por las obras
sociales, tuvieron aumentos de hasta el 30 por ciento por estar
dolarizados.
"Lo que es necesario es una recomposición inmediata, más allá de
discutir un punto más o menos en la movilidad jubilatoria", aseguró
Semino y exigió que el pago extraordinario sea cubierto con el flujo del
Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que maneja el ANSES y cuyos
activos figuran como herramientas de liquidez para alcanzar los acuerdos
firmados con el FMI.
"El Fondo de Garantía de Sustentabilidad, en lugar de estar a
disposición de organismos multilaterales, deba estar en el único lugar
seguro: el bolsillo de jubilados, que genera impuestos y trabajo con el
consumo interno", resaltó Semino y pidió "discutir este tipo de cosas y
no cómo se sigue recortando y aumentando la miseria de quienes integran un tercio de
nuestra población".
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