La nafta subió por segunda vez en 15 días y se espera un nuevo aumento para el inicio de septiembre.
La premium se acerca a los 36 pesos. Esta vez dicen que fue por la suba de los biocombustibles. El mes que viene se incrementan los impuestos y eso encarecería aún más el litro en surtidores.
YPF volvió a subir ayer el precio de los combustibles, quince días después de la última corrección. Esta
vez el aumento fue del 0,8% en naftas y del 0,9% en gasoil, con lo cual
el ajuste acumulado en el curso de este mes y hasta ahora en Capital
Federal es del 5,3% en nafta súper y del 6,3% en la premium, y en el
caso del gasoil del 6,1% y del que tiene mayor calidad del 6,45%.
El litro de súper cuesta ahora $29,60 y la premium $35,65, el gasoil común $25,94 y el premium, $31,19.
En
el interior la situación es distinta porque el 9 de este mes, cuatro
días después del aumento del domingo 5, la petrolera estatal ajustó los
precios alrededor de un 2% por lo menos en Córdoba, Santa Fe, Neuquén y
Salta.
YPF dejó
trascender que la suba obedeció al alza de hasta el 5,7% en el precio de
los biocombustibles que dispuso el gobierno la semana pasada, pero con
vigencia al 1 del mes. Pero como el ajuste en el etanol y el biodiésel
se aplica casi puntualmente todos los meses, es difícil presumir que la
petrolera fuera tomada por sorpresa.
La dirección de YPF pretende
un cambio en la política de precios de la empresa, de modo de ir
aplicando modificaciones por lugar cuando lo considera necesario y las
condiciones del mercado se lo permitan. Esta estrategia apunta además a que los aumentos en los combustibles dejen de ser noticia y suceda como en otros países, donde hay variaciones hasta en un mismo día.
El objetivo no es fácil de alcanzar en una economía con alta inflación
donde cualquier movimiento de los valores en los combustibles incide en
el costo del transporte de todos los productos, y es además un
parámetro a seguir por otros formadores de precios.
Como ya se
estima que el tipo de cambio tenderá a estabilizarse ahora en torno a
$31, la petrolera estatal todavía no trasladó ese efecto a los
surtidores, mientras ya antes de la última devaluación,
las refinadoras indicaban que se requería un ajuste del 14% en los
precios para volver a alinearlos con los internacionales y recuperar los
ingresos no percibidos en los meses anteriores a que se liberara de nuevo el mercado de los combustibles el 1 de julio.
En
ese contexto, las restantes refinadoras podrían hoy seguir a YPF o
aumentar un poco más, o esperar unos días. Porque lo que ya se sabe es
que los combustibles volverán a subir el sábado 1 de septiembre o al día siguiente.
Eso es así porque ese día aumenta el valor de los impuestos que gravan a
naftas y gasoil en alrededor de un 9%, lo que significará 60 centavos
más por litro de nafta y 40 centavos más por litro de gasoil. A esto
habrá que sumarle lo que las petroleras quieran recuperar de la última
devaluación y lo que se tomarán de lo que consideran adeudado
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