El FMI cede sólo 5 mil millones de dólares. La pregunta clave es: ¿Que entregó Macri para que el FMI acepte otorgarle "ese cambio chico"?
Mientras Macri continúa su gira por Estados Unidos, el Fondo Monetario
Internacional acordó con el equipo económico un principio de acuerdo por
una exigua ampliación de fondos que rondarán los 3 mil y 5 mil millones
de dólares, que se sumarán al monto original de 50.000 millones de
julio.
El Gobierno pensaba cerrar una renegociación de entre 15.000 y
20.000 millones, 15 mil millones más de lo que accedió a prestar el
organismo que preside Christine Lagarde.
Según circuló, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne apura la letra
chica del contrato para cerrar el nuevo acuerdo al que tuvo que
recurrir el Gobierno ante la corrida cambiaria y la crisis económica
generalizada que se vislumbró en los indicadores.
En una jornada en Nueva York destinada a mostrar al mundillo financiero
una imagen de confianza y gobernabilidad, Macri
dijo en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg que "estaba
listo para competir" por su reelección en las elecciones del año que
viene. "I am ready to run", fue la respuesta durante el reportaje
realizado en inglés.
Al expresar que está listo para competir el año próximo por la
reelección, agregó que aún tiene un nivel de apoyo "sorprendente para la
región". No es claro qué quiso decir, tal vez lo dijo al compararse con el
impopular presidente de Brasil, Michel Temer, de pésima imagen.
Como en otras época, cuando Carlos Menem era
felicitado y presentado como el mejor alumno del Fondo Monetario
Internacional, también ahora Macri se pasea en Nueva York como un
gerente que disciplina la empresa y recibe felicitaciones como la del
editor del Financial Time para quien "todos (en Wall Street)
hinchamos por Argentina". “Estamos encantados de tener aquí al
presidente Macri. Esta es una historia que se sigue desde todo el mundo.
Es importante para la región y el mundo. Y esto no es el Mundial de
fútbol, todos hinchamos por la Argentina”, declaró el director para
América latina, John Moncure, confundiendo el rol de periodista.
La presencia de Macri en Nueva York fue la contracara de la jornada de protesta que se realizó en buenos Aires,
con cortes de accesos y manifestaciones que colmaron la Plaza de Mayo
en la previa del paro general convocado por la CGT que se realizará este
martes con, se espera, alta adhesión y sin movilización.
Las
imágenes de las fuerzas de seguridad impidiendo el avance de una columna
sobre el Puente Pueyrredón en el acceso sur de la Ciudad fueron todo un
mensaje a quienes escuchaban a Macri: el
Gobierno avanzará con el ajuste aún a costa de la recesión, crecimiento
del desempleo y pobreza.
No hay ningún costo social que frene a la
administración de Macri y esa es la carta de presentación. Tanto así, que eligió anunciar su candidatura a la reelección mientras se atraviesa lo peor de la crisis económica. Recién
la última semana aparecieron encuestas donde por primera vez ponen en
duda un triunfo del oficialismo en un eventual ballotage.
La
comparación con la presidencia de Menem puede dar esperanzas: ganó la
reelección con pico de desocupación, creciente endeudamiento y
destrucción del aparato productivo, pero tuvo a favor el "voto
cuota", la sensación de estabilidad y la apreciación del peso.
Probablemente atento a eso el acuerdo con el FMI apueste a una
apreciación del peso en 2019 que ilusione con la vuelva de los créditos
hipotecarios y los viajes a Miami, para ocultar la crisis de
endeudamiento, la desocupación y la destrucción de la industria.
Por
ahora, con todos los gestos del Gobierno para seducir a los inversores,
el único apoyo provino de China, que elevó de 11 mil millones a 20 mil
millones de dólares el crédito que puede tomar el Banco Central.
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