La empresa AySA, que brinda los servicios
de agua potable y cloaca en Capital Federal y 26 municipios del
conurbano bonaerense, convocó a una audiencia pública para discutir el
incremento tarifario para el año que viene.
El aumento de este año,
aplicado en mayo, fue del 26 por ciento, aunque los usuarios que
perdieron los subsidios zonales tuvieron que afrontar un ajuste de hasta
el 68 por ciento. La tarifa media de AySA para un domicilio residencial
por bimestre antes de impuestos pasó de 562,5 pesos a 708,75 pesos a
partir del 1 de mayo.
En 2016, la suba promedio de Aysa fue del 300 por
ciento y del 23 por ciento en 2017. En una situación social crítica por
el deterioro del poder adquisitivo, el Gobierno nacional no afloja con
su política tarifaria y empeora el caldo inflacionario.
La cita para la audiencia pública de Aysa es el jueves 15 de
noviembre desde las diez de la mañana en la Nave de la Ciencia de
Tecnópolis. Según lo publicado en el Boletín Oficial, el objetivo es
“informar y recibir opiniones de la comunidad sobre la Propuesta de
Adecuación Tarifaria y sus fundamentos”.
La propuesta de suba tarifaria
confeccionada por Aysa podrá ser consultada desde el lunes que viene en
la sede del Ente Regulador de Agua y Saneamiento, en Callao 982, Ciudad
de Buenos Aires.
Según el INDEC, desde principios de año y hasta setiembre los
precios regulados subieron un 35,5 por ciento, por encima del IPC Núcleo
–que excluye a los regulados y estacionales– que subió un 33,1 por
ciento.
El año pasado, los regulados subieron un 38,7 por ciento,
mientras que el avance general de los precios fue del IPC Núcleo fue del
21,1 por ciento. Es decir que el principal impulsor de la inflación fue
la política tarifaria aplicada por el propio gobierno nacional.
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