Un hombre se encuentra internado en terapia
intensiva en Santiago del Estero tras haber sufrido quemaduras e
impactos de bala de goma durante un violento desalojo. El hecho ocurrió
en el paraje de Sucho Sampa, en el departamento Pellegrini, a 260
kilómetros de la capital provincial; y está enmarcado en la acción de
terratenientes contra pequeños campesinos.
El desalojo sucedió ayer, cuando un grupo de más diez policías llegó
con un oficial de Justicia a desalojar a Héctor Reyes Corvalán, poseedor
de un lote, por orden de la jueza María Cecilia Paskevicius, magistrada
que ya había dictado medidas similares contra los campesinos en la
provincia.
En el desalojo se registraron destrozos y se incendió el
rancho de Corvalán. El campesino fue baleado y sufrió quemaduras.
Además, mataron a sus perros y desaparecieron unas 200 cabezas de
ganado.
El conflicto se remonta a agosto de 2012, cuando el empresario
cordobés Néstor Quesada pretendió tomar posesión de unas 270 hectáreas.
En el lugar habitan familias que resisten los intentos de desalojo e
integran la Mesa Parroquial de Tierra Nueva Esperanza, formada por curas
de la Opción por los Pobres. Durante los últimos años hubo amenazas con
armas de fuego, incendios y matanzas de animales.
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) manifestó que
“la violencia estructural que concentra casi el 75 por ciento de
tierras cultivables en solo el 15 por ciento de empresarios del
agronegocio, sigue poniendo en riesgo la permanencia y la vida de los
sistemas campesinos e indígenas”.
A su vez, responsabilizaron por el intento de homicidio a Reyes Corvalán, al empresario Quesada
(presente en el operativo), a los policías que participaron del desalojo
y al oficial de Justicia Luis Scillia, para quienes pidieron su
detención.
“La situación sigue en estado de alerta y peligrosidad ya que el
empresario junto a su banda armada sigue permaneciendo en el campo” del
hombre atacado, señalaron desde el Mocase. “Denunciamos los modos de
actuación de las fuerzas públicas siempre resguardando a los empresarios
y vulnerando la vida de las personas”, agregaron en un comunicado.
La época de la colonia en todo su esplendor. Falta un descendiente de Julio A. Roca y estamos completos.
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