El juez Carzoglio denunció intimidación por parte del gobierno.

El juez de Avellaneda Luis Carzoglio aseguró que dos miembros “de la alta jerarquía de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI)” lo visitaron en su despacho para comunicarle que “el presidente Mauricio Macri estaba interesado” en la causa que investiga al dirigente camionero Pablo Moyano y que había “una obsesión” particular al respecto: “Detenerlo”. 

El magistrado sostuvo que presentó elementos de este hecho a la Procuración provincial, pero añadió que ante la falta de acción de ese organismo presentará el próximo martes una denuncia “para que se investigue una posible comisión de delito”. “Si me quedo callado, siguen actuando y me pasan por encima”, remató.

“Tuve visitas de la gente de la AFI en mi juzgado. Según ellos, porque el Presidente estaba interesado en la causa del señor Moyano”, reveló el magistrado que hace un mes atrás rechazó un pedido de detención contra el dirigente gremial y luego de esto denunció “presiones” por parte de la Procuración provincial a cargo de Julio Conte Grand, en convivencia con grupos de medios de comunicación. 

La causa que cayó en sus manos investiga al dirigente como posible miembro de una asociación ilícita con barras del club Independiente, del cual él es vicepresidente, que recaudaba dinero por reventa de entradas y otros supuestos delitos.

Según su relato, cuando los agentes le sugirieron que Moyano “vaya preso”, él les contestó: “Para resolver, tengo que tener la orden de detención; y en función de lo que esta diga y de las pruebas en que se base, voy a resolver”. Luego, “ellos me preguntaron qué era lo que yo quería” y contó que lo que él pidió fue “hablar con el Presidente pero no de la Justicia, sino del país”.

Carzoglio agregó que por el momento se reservará los nombres de los miembros de la AFI que lo visitaron y aseguró que él sabe fehacientemente que son “reconocidos funcionarios” de esa agencia.

Dijo que se contactaron con él a través de un empleado de su despacho al que “un fiscal de Lanús” le dijo que Macri quería hablar con él.

“Después se contactaron conmigo y vinieron aquí”, contó y puntualizó que durante ese encuentro le dijeron “tenemos una obsesión: hay que detener a Moyano”. Luego, “cuando me llegó la causa, no me llamaron más”. Tampoco le hicieron amenazas, indicó.

El magistrado comentó que ofreció “nombres, celulares, testigos y documentación” del hecho a la Procuración provincial, pero lamentó que hasta ahora no se tomaron medidas al respecto. También dijo que tenía guardados mensajes por Whatsapp de los agentes pero “extrañamente me robaron el celular el 6 noviembre” pasado. Ante la inacción del jefe de los fiscales provinciales, Carzoglio anticipó que el próximo martes presentará una denuncia formal ante la Justicia.

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