Militantes y autoconvocados rodean la casa de las Madres en rechazo al procedimiento ordenado por Macri, para "inventariar" el archivo de la entidad. Desde la Asociación que conduce Hebe de Bonafini advierten que se intenta avanzar "en la ilegal confiscación” del material.

"Es difícil de creer que sigan arremetiendo contra las Madres, pero así es. De lo que no tienen que dudar es que nosotros vamos a defenderlas.” Lidia llegó temprano, se calzo el pañuelo azul que distingue a la asociación Madres de Plaza de Mayo y se paró en la puerta de la casa que el colectivo usa hace décadas como base en Hipólito Yrigoyen, a cuadras del Congreso. 

Está acompañada de otras mujeres que cuidan el ingreso a la sede y de decenas de militantes y auroconvocados que se acercaron esta mañana ante la inminencia de un nuevo allanamiento de parte de la justicia comprada y vendida, al lugar. Desde la Asociación advierten que es el quinto operativo de esta naturaleza que ordena la Justicia para “inventariar” el archivo de las Madres, lo que para ellas significa otra cosa: el peligro de que se lo queden y de que el ingreso de funcionarios de la justicia civil y del gobierno nacional, acompañados de la fuerza pública, signifique su desalojo permanente de allí.

El primer cordón de protección de la casa de las madres lo levantaron integrantes de los grupos de apoyo y de amigos de las madres. Lidia llegó pasadas las 8, Patricia antes de las 6. Otras pasaron la noche de vigilia y ya saben detectar quienes se acercan aunados bajo banderas de agrupaciones y quiénes son “autoconvocados que no acuerdan con la persecución” a las Madres.

“Es una muestra más del desprecio de Macri a los organismos de derechos humanos y del ensañamiento especial que tiene el Gobierno con Hebe por haber sido la primera que desde el día uno de gestión lo acusó de ser el enemigo del pueblo, la pata civil de la dictadura”, postuló Patricia. Cada tanto, la convocatoria canta que “no nos han vencido” y advierten que “si las tocan a las madres, qué quilombo se va a armar”.

Desde la Asociación denunciaron días atrás la inminencia de este operativo conjunto entre funcionarios de la justicia civil, el Poder Ejecutivo y las fuerzas de seguridad, como un operativo que “carece de fundamentos legales y evidencia fines políticos”. ¿Cuáles? “Avanzar en la confiscación ilegal” del archivo, advirtieron desde Madres.

El procedimiento, un presunto y nuevo --ya hicieron varios-- inventario del archivo histórico que construyeron y atesora la Asociación Madres de Plaza de Mayo fue solicitado por Javier Buján, el interventor del Instituto Universitario que lleva el nombre del organismo nombrado por el ministro de Justicia Germán Garavano, y habilitado por el juez en lo civil y comercial número 1, Fernando Perillo, quien lleva la causa de la quiebra de la fundación Madres de Plaza de Mayo.

A través de un comunicado con el que denunciaron el operativo, esperado para las 11, las Madres puntualizaron que “no hay motivos de hecho ni de derecho” para llevarlo a cabo. “Tanto es así, que los superiores del juez Perillo decretaron lo contrario”, sostuvieron en referencia al fallo de la sala B de la Cámara Comercial, que en noviembre pasado reconoció a las Madres de Plaza de Mayo “los derechos que le asisten y que el juez de Primera Instancia Perillo, inferior a la Cámara, insiste en desconocer”.


En el marco de la causa de la quiebra y en representación del Ejecutivo, Bujan reclamó tanto el archivo de las Madres como el inmueble en donde funciona la sede y Perillo le dio la razón. “Quiere echar a las madres de acá y despojarlos de su labor histórica”, remarcó el abogado de la asociación, Juan Morente.  Para el Tribunal de Alzada, las actividades de las Madres de Plaza de Mayo están fuera del código de comercio y son de interés público y social.

Pero con la firma de las magistradas Matilde Ballerini y María Gómez Alonso de Díaz Cordero, la Cámara entendió que las Madres no "pueden ser evaluadas con los mismos parámetros" que una empresa ya que su actividad no es de naturaleza comercial y se fundamenta y es reconocida por la Convención Americana de DD.HH. Por tal motivo, esta Sala considera que su continuación (las actividades de las Madres) como tal (...) debe ser autorizada".

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