Operación Nicky Caputo para quedarse con el puerto. El intento de traspaso del puerto de Buenos Aires al gobierno de Larreta y el negocio inmobiliario que hay detrás.
Con la certeza de que no podrán retener el gobierno nacional, aceleran
el proyecto de traspaso del Puerto de Buenos Aires a la Ciudad y la
transferencia de terrenos bajo su jurisdicción. El amigo presidencial,
pieza clave de la operación.
Los resultados de las elecciones primarias simultáneas (PASO) apuraron
los tiempos. Las autoridades nacionales y del Gobierno de la Ciudad
están acelerando los pasos para avanzar, antes del fin del mandato de Macri, en dos aspectos de primera relevancia para Cambiemos: la
incorporación del Gobierno de la CABA a la administración del Puerto de
Buenos Aires (hoy bajo control federal exclusivamente) y la
transferencia de terrenos de la zona denominada Puerto Sur (más de 110
hectáreas) al gobierno nacional de la Ciudad con el fin de su
explotación inmobiliaria.
Una cuestión que no es ajena a la ejecución de
estos proyectos es la controvertida licitación del Puerto de Buenos
Aires. Ya está lanzada y tiene fecha fijada para la apertura de
sobres de propuestas el 2 de diciembre, apenas una semana antes de la
fecha prevista para la conclusión del actual mandato.
El nexo con el
tema anterior es que el pliego permite “liberar” del servicio portuario
a los terrenos apetecidos para el negocio inmobiliario. Todo indica que
el candidato más firme a la adjudicación de la terminal única que
prestará los servicios portuarios (actualmente son tres concesionarios),
sería la empresa PSA de Singapur, que cuenta como uno de sus
principales impulsores nada menos que a Nicolás (Nicky) Caputo.
No
casualmente, uno de los mayores desarrolladores de proyectos
inmobiliarios en la zona de Puerto Madero y a quien se considera,
además, el más activo armador del proyecto de desarrollo inmobiliario (y
su probable ejecutor) de Horacio Rodríguez Larreta.
El traspaso del Puerto
La cuestión del traspaso del puerto de Buenos Aires a la órbita de la
Ciudad viene planteada desde los tiempos en que el actual presidente
era jefe de gobierno. No se avanzó cuando el Gobierno Nacional estaba en
manos del FpV pero tampoco en los casi cuatro años de mandato en ambas
jurisdicciones de Cambiemos. Sin embargo, en las últimas semanas, el tema adquirió notable dinamismo.
La temida pérdida del control del gobierno nacional a partir del 10 de
diciembre, y la posibilidad de retener el Gobierno de la Ciudad cambió,
evidentemente, el panorama. Y no sólo sería cuestión de retener espacios
de poder. Hay otros asuntos que se quieren asegurar manteniendo el
control de puestos clave.
¿Sería posible el traspaso del puerto
a la Ciudad en un lapso tan breve, como el que separa el momento actual
del 10 de diciembre?
Fuentes cercanas a la actividad portuaria, en
la que se desempeñan una docena y media de gremios, señalan que “en las
últimas semanas se aceleraron procesos y aparecieron indicios de la
intención de la transferencia del dominio de la totalidad del Puerto de
Buenos Aires a la Ciudad, especulando con la permanencia en el poder
político del oficialismo en el distrito porteño”.
Agregan, las mismas
fuentes, que “la herramienta que podría utilizarse para llevar a cabo la
transferencia es un decreto de necesidad y urgencia del PEN, que sólo
podría ser derogado con la intervención del Congreso, juntando una
mayoría especial de ambas cámaras”.
En el año 1989, la ley de
reforma del Estado habilitó el proceso de concesión del Puerto de Buenos
Aires y la provincialización del resto de los puertos del país. En
1992, por decreto se estableció la desregulación, descentralización y
privatización de las operaciones que hasta entonces estaban a cargo de
la Administración General de Puertos (AGP).
La operación del puerto se
dividió en tres concesionarias, cuyos contratos vencen en mayo de 2020.
El gobierno, a través del Ministerio de Transporte y la Administración
General de Puertos, les anticipó que este año se concretaría la
licitación con un nuevo diseño de explotación. Como resultado del mismo,
varios terrenos dejarán de pertenecer al área portuaria, según
establece el nuevo pliego. Además, de las tres concesiones actuales se
pasaría a sólo una, que integraría la totalidad del servicio de carga y
descarga de buques.
Aparece Nicky en escena
Ya en el mes de julio pasado, un grupo de dirigentes gremiales en representación de la federación marítimo portuaria habían denunciado
que una empresa con sede en Singapur, PSA, se había posicionado para
pasar a operar como exclusivo concesionario las tareas de carga y
descarga en el puerto de Buenos Aires, aspirando a una concesión por
35 años prorrogables por otros 15.
Es decir, arrancando en 2020 y
pudiendo extender el contrato hasta 2070. Quien actuó como presentador
de la empresa y la aproximó a las autoridades fue Nicky Caputo, en su
doble rol de cónsul honorario de Argentina ante Singapur, y
representante de los negocios de empresas de Singapur en Argentina.
En
esa doble función, concretó reuniones de representantes de PSA con
funcionarios argentinos en ambos países interesando a ambas partes en un
acuerdo. “Hay un direccionamiento notorio de la licitación para que la
gane PSA”, señaló en aquel momento el diputado Rodolfo Tailhade, a quien
los gremios denunciantes le acercaron la documentación, además de a
otros legisladores.
Como parte del proyecto aparece el desarrollo inmobiliario, en el cual tendría participación directa el propio Caputo a través de su firma.
Y es que el pliego de licitación establece una relocalización de los
espacios de carga y descarga, lo cual “liberaría” terrenos de uso para
el emprendimiento inmobiliario. “El pliego prevé la pérdida inmediata
del primer espigón del puerto, lo cual le da continuidad al negocio
inmobiliario denominado Distrito Quartier”, en la denominada Dársena
Norte.
Esto es, en la zona de Retiro, un complejo de edificios de
oficinas y viviendas de altísimo nivel (como continuidad de Puerto
Madero), que se erigirán en el espacio “ganado” con la realización de
las obras del Paseo del Bajo, la conexión vial subterránea desde el
ingreso a Retiro por zona norte (a través de la avenida Lugones) y que
atraviesa toda la zona de Puerto Madero hasta el sur. En este
emprendimiento, Quartier, ya tiene participación directa la empresa
desarrolladora de Caputo.
Paseo de compras por el puerto
Pero no es todo. Entre otros terrenos cedidos por el Puerto de Buenos
Aires a favor de emprendimientos inmobiliarios, ya se contaban los
destinados al proyecto llamado Catalinas 2, el cual también tiene como protagonista principal a Nicky Caputo, a través de su firma TGLT, asociada al grupo Techint y a Consultatio.
Ahora, la iniciativa del Gobierno de la Ciudad para la transferencia de
terrenos portuarios en el perímetro de la denominada Zona de Puerto Sur
ha tomado nuevo impulso. Se aceleraron los tiempos para lograr la firma
de un convenio entre el Ministerio de Transporte de la Nación, el
Gobierno de la Ciudad y el AABE (Administradora de Bienes del Estado)
para transferir los terrenos previo al traspaso presidencial de
diciembre.
Puerto Sur comprende un sector de aproximadamente 115
hectáreas y 5000 metros de muelle que se extiende desde la calle Brasil
(límite sur de Puerto Madero) hacia el sur hasta la costa del Riachuelo.
En la zona se encuentran radicadas empresas de servicios de almacenaje,
depósitos fiscales, astilleros navales, telecomunicaciones y el Casino
de Buenos Aires, entre otros.
El objetivo es ir desplazando o
“relocalizando” a estas instalaciones para desarrollar en su lugar otro megaemprendimiento inmobiliario multimillonario. De allí el interés de poner esos terrenos en manos del Gobierno de la Ciudad (con la hipótesis de que continuará en manos de Cambiemos),
dándole injerencia además en la gestión del Puerto de Buenos Aires.
Además, dejar a medio concretar la concesión del servicio de carga y
descarga a “operadores amigos”. Todo en tiempo récord, pero los
beneficios justificarían la urgencia.
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