Con fuertes cuestionamientos a las mentiras de Macri, Alberto Fernández puntualizó el objetivo: “Poner a Argentina de pie”.
El candidato por el Frente de Todos y Macri
protagonizaron los cruces más calientes del primer debate presidencial.
Con cuestionamientos a la política económica del Gobierno, Alberto remarcó la necesidad de reactivar el consumo y la producción.
El debate en la la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en Santa
Fe, organizado por la Cámara Nacional Electoral, comenzó a tomar
velocidad apenas arrancó. Rápidamente, se notó la preparación de algunos
de los candidatos, mientras que a otros -como a Gómez Centurión o
Espert- les costaba mantener el timing.
En la apertura, Macri retomó su
discurso clásico de que necesita un segundo mandato para completar sus
proyectos. Fernández sorprendió siendo el primero en atacar: "Hace
cuatro años hubo otro debate. En ese debate alguien mintió mucho y otro
dijo la verdad. El que mintió es el Presidente. El que dijo la verdad
está sentado en primera fila. Yo vengo a decirles la verdad", lanzó. La
estrategia, desde ese momento, fue confrontar como si estuviera
perdiendo y no fuera el claro ganador de las PASO.
Espert no se quedó atrás al atacar a Macri: "A pesar de las trampas
que algunos aquí presentes nos pusieron, vamos a competir". Y, ya que
estaba, a Del Caño lo definió como "un eterno candidato". Por su parte,
el candidato del FIT reiteró que la crisis la tienen que pagar "los
grandes grupos económicos", Gómez Centurión se lanzó contra los que
"creen en el aborto, en el adoctrinamiento de los niños y en el falso
garantismo". Lavagna se limitó a mostrarse como alguien que podía
sacarlos de la crisis.
Relaciones internacionales
El primer bloque giró en torno a la política exterior y Fernández no
perdió el tiempo: "La globalización no nos obliga a estar de rodillas.
Podemos entrar al mundo dignamente, de pie. América Latina tiene
regiones disgregadas y dispersas. El Mercosur hace tiempo está
abandonado. Hay que volver a unir a América Latina. Desde ese lugar,
podemos discutir con la Unión Europea cómo llega a un acuerdo. Veo que
Francia o Austria dicen que no lo van a aprobar. No le tengo miedo a la
apertura, pero lo que no voy a permitir es que destruya la industria",
lanzó.
Macri reincidió en su discurso clásico de apertura y dijo: "No sé por
qué los otros candidatos insisten en no reconocer el acuerdo de la
Unión Europea y Mercosur". A la hora del contraataque, le apuntó a
Fernández con Venezuela: "La ex presidenta Kirchner condecoró con la
Orden de San Martín al dictador Maduro. En esto no puede haber dobles
discursos: o se está con la dictura o con la democracia. Y la
neutralidad es avalar la dictadura". Tuvo el rápido respaldo de Espert,
que habló de "cloaca" al referirse a la política exterior del
kirchnerismo.
"No quiero eludir el tema Venezuela. Quiero que los venezolanos
resuelvan el problema de Venezuela y no intervenir. ¿El Presidente está
preparando la ruptura de relaciones? Espero que ningún soldado argentino
termine en Venezuela", le respondió Alberto Fernández a Macri.
Curiosamente, Del Caño planteó algo similar y también recordó el
apoyo de Macri a Ecuador en plena represión. "Macri es un lamebotas de
Trump. Y también Sergio Massa saludó esa intervención", intentó terciar
el candidato del FIT.
"¿Qué queríamos? ¿Que el narcotráfico avanzara en nuestro país?
Defender la familia argentina es defender el narcotráfico. Nos preocupan
algunas definiciones de la oposición", buscó meter cuña Macri. "Me
impresiona cuando el Presidente dice las cosas que dice. No sé si mira
lo que él hace. Relaciones internacionales no es sacarse fotos: no entró
un centavo de inversiones", le devolvió el candidato del Frente de
Todos.
Es la economía, Macri
El tema de la economía fue claramente donde Macri recibió fuego de
todos lados. "Macri se va con cuatro millones de personas que cayeron en
la pobreza. Los grandes bancos ganaron y también las privatizadas",
abrió la ronda Del Caño. Espert apuntó contra los políticos ("un
conjunto de impresentables que ni siquiera pueden leer un discurso en el
Congreso") y los sindicalistas ("con el cuento de la justicia social,
armaron una maraña de leyes cuya consecuencia es cinco millones de
trabajadores en negro").
Macri prometió que en su segundo mandato todo será mejor: "Se viene
una etapa de alivio para la clase media. Me asusta cuando escucho a
algunos decir que hay que volver a aumentar los impuestos", le apuntó a
Fernández, que no esperó para responderle: "Un lugar donde el gobierno
de Macri fracasó rotundamente fue la economía. Atacó el consumo. Les
sacó dinero a los que trabajan y los jubilados. Afectó a la producción,
por lo que afectó al desempleo. Entérese, Presidente: usted deja cinco
millones de nuevos pobres. No le alcanzó con eso: construyó una deuda
increible. Hoy es el cien por ciento del PBI. Lo primero que tenemos que
hacer es volver a generar consumo, para que la economía vuelva a
funcionar. Y necesitamos dólares para pagar la deuda, Presidente. Vamos a
proponer la política del consenso con los industriales, el campo, los
que trabajan y el Estado. El Presidente no se enteró, pero nos hizo un
daño enorme".
"Nuevamente, escuché hablar del endeudamiento. Dos de cada tres pesos
que tomamos de deuda fue para pagar deudas del gobierno anterior, y el
restante fue para reducir el déficit fiscal", intentó responder Macri.
"No puedo dejar de asombrarme. No sé en qué país vive Macri. De los
39 mil millones que nos prestó el Fondo, se fugaron 30 mil. Se los
llevaron sus amigos, Presidente, y alguna vez nos va a tener que
explicar. No están en puentes, ni en rutas", le devolvió Fernández.
"Me alegra que el Frente de Todos hable de corrupción. Me sorprende
que diga que yo destruí la economía, aunque hasta hace poco decía que la
presidenta CFK destruyó la economía", dijo Macri.
"Acá hubo cómplices. Fernández dice que entre los jubilados y los
bancos, elige los jubilados. Pero muchos de sus legisladores cuando
tuvieron que votar, eligieron a los bancos", se metió Del Caño. "No es
más la hora de frases marketineras", se sumó Lavagna.
Derechos humanos y género
El segundo bloque comenzó con una discusión jurásica entre Gómez
Centurión y Espert por cuestionar el proceso de memoria, verdad y
justicia recorrido en democracia. "En el curro de los derechos humanos,
vamos a terminar con el pago a delincuentes terroristas e indemnizar a
las víctimas de la subversión", retomó el primero el lenguaje de la
dictadura. "Los derechos humanos en la Argentina parecen haber sido
secuestrados por los defensores de los asesinos de los 70. Basta del
curro de los derechos humanos", planteó Espert, que pidió liberar
represores y "también juzgar a los terroristas". La propuesta de género
de Centurión consistió en oponerse al aborto y plantear modificar la ESI
para que sea una clase de biología.
"Es inaceptable que haya desigualdades entre los varones y las
mujeres. Estamos trabajando en eso desde el primer día. La Argentina y
Cuba eran los dos países sin un plan de igualdad. Lanzamos otro plan
para la violencia de género. Hemos mejorado el sistema de denuncias,
porque el que teníamos ni siquiera atendían el teléfono. Tenemos que
terminar con los femicidios", se llenó la boca Macri.
Fernández le salió al cruce: "Presidente, si le preocupa la igualdad
de género, preocupese por que el presupuesto se ejecute, porque hasta
ahora ejecutaron solo el diez por ciento". "Acá hay gente que piensa que
los derechos humanos son un curro y que el genocidio no existió. Los
jueces dirimieron cuál fue la verdad. El tema de los derechos humanos es
un imperativo moral de la sociedad argentina", sentó posición
Fernández. "Sí, hablemos de las nuevas demandas: el colectivo feminista,
que irrumpió de un modo increíble, es el que más debe llamar nuestra
atención. Millones de mujeres pusieron sobre la mesa no sólo la
violencia de género, sino también la desigualdad que sufren. Hay que
darse cuenta que necesitamos cambiar las leyes", advirtió.
Del Caño se sumó con un saludo al Encuentro Plurinacional de Mujeres y
disidencias, y recordó que en la votación por el derecho al aborto
"vimos como senadores de Cambiemos y del Frente de Todos votaron en
contra de los derechos de la mujeres". "No voy a escapar al tema del
aborto. Los abortos ocurren y con castigarlos solo se logra que sean
clandestinos. Vamos a lograr que las mujeres pobres lo hagan en
condiciones de asepsia como lo hacen las ricas. Terminemos con la
hipocrecía. Hay que tender a la legalización", sostuvo Fernández.
Educación y salud
Si a Macri se le hizo largo el bloque de economía, el último tema
debe haber sido interminable. Optó por hablar de robótica en los
jardines de infantes y de su sueño de poner inglés a distancia. "Si hay
dos cosas que no atendió el Gobierno de Macri, fue la salud y la
educación. La salud no solo dejó de ser un ministerio. Volvieron a
asomar enfermedades que creímos desaparecidas. Así como no le interesa
la salud no le interesa la educación: claro, cree que hay gente que
tienen la desgracia de caer en la educación pública y tiene una
gobernadora que cree que no tiene que haber universidades en el
conurbano bonaerense. Cómo me gustaría que estos liberales hubieran
aprendido de Alberdi. Si es verdad que el conocimiento es una
revolución, explíqueme, Presidente, ¿por qué trató tan mal a los
investigadores del Conicet?", lo atendió Fernández.
Lavagna comparó a Macri con Domingo Cavallo, cuando mandó a lavar los
platos a los investigadores. Del Caño no se quiso quedar atrás: "Macri
es un enemigo de la educación pública. Vidal intentó organizar a los
padres para que se opongan a los docentes que reclamaban por salarios
dignos. Ambos son responsables de la muerte de Sandra y Rubén en una
escuela de Moreno. No hay gas en muchas escuelas, Presidente. ¿De qué
nos habla?".
Gómez Centurión y Espert compitieron por ver quién denostaba más a
los gremios docentes. Y Macri volvió al ataque con chicanas voladoras:
"El Frente de Todos le dice que le interesa la educación y ocultó todas
las estadísticas. Me imagino que Kicillof va a poner una
narcocapacitación en las escuelas".
"Yo pensé que ibamos a hablar en serio, pero el Presidente sigue
diciendo disparates. El presupuesto en Ciencia cayó un 43 por ciento,
Presidente."
"El PAMI era una cueva de corrupción y hoy funciona de forma
transparente. Nuestros abuelos tienen la receta en el celular", se
vanaglorió Macri.
"Ay, Presidente. Los abuelos no tienen celulares. No puede pagarlos.
¿Le preocupa la salud? -le preguntó Fernández-. El presupuesto en el
salud cayó el 23 por ciento, mientras los intereses de la deuda subieron
un 70 por ciento. Para los usureros todo, para la gente, nada."
El candidato a presidente por el Frente de
Todos ubicó al gobierno de Macri dentro de los neoliberales que
concluyeron con importantes crisis económicas y culpan a supuestos
ciclos.
“Qué
raro lo que dice el Presidente. 2.000 puntos de riesgo país y hemos
vuelto al mundo. Nos endeudaron otra vez, cerraron empresas otra vez,
dejaron a la gente sin trabajo otra vez, empujaron a la clase media la
pobreza. Es lo que hacen cada vez que llegan al poder y después nos
quieren hacer creer que los argentinos cada diez años chocamos contra la
misma piedra. La piedra son ellos”, disparó Alberto Fernández en el cierre del debate presidencial que lo vio como quien salió favorecido en la disputa contra los otros cinco candidatos.
El candidato del Frente de Todos sostuvo que los argentinos “somos un
pueblo maravilloso de gente que enseña, de gente que aprende, de
empresarios que invierten para dar trabajo y de gente que trabaja
honestamente”.
“Hemos caído muchas veces, hemos tropezado muchas veces con la piedra, pero ya es hora de que no nos pase más”, promovió.
Y propuso que: “entre todos y todas podemos
cambiar la Argentina,.podemos ponerla de pie. Ese es el compromiso que
tenemos: darle trabajo a todos, volver a la Argentina productiva. Yo sé
que cuento con ustedes, ustedes cuenten conmigo”.
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