La deuda en moneda extranjera está en niveles de 2001 y 2002.
El Observatorio de Políticas Públicas de la Undav publicó un
estudio relativo a la evolución de la deuda pública en los últimos años.
En el documento se realizó un análisis pormenorizado sobre el estado
actual de la vulnerabilidad financiera Argentina.
El documento de la Casa de estudio señala que “a dos semanas del
traspaso de mando el gobierno saliente comienza a construir el relato no
solo para bancar los cuatro años de gestión sino también condicionar
los próximos en su rol de oposición”.
“A contrario de las voces oficiales, la herencia en materia de
endeudamiento presionará, a diferencia de lo que ocurría en 2015, sobre
el presupuesto público y sobre las reservas del BCRA dificultando tanto
la posibilidad de hacer políticas fiscales expansivas como de alimentar
la liquides en el mercado de cambios para contener a los tipos de cambio
oficial, evitando una devaluación mayor y una aceleración del proceso
inflacionario”, se lee.
Durante la primera mitad del año, el Tesoro deberá cancelar vencimiento
por más de 45 mil millones de dólares. De estos, 26 mil millones están
nominados en moneda nacional (o sea, el 57 por ciento del pago a vencer)
y 19 mil millones en moneda excluyendo (47 por ciento).
En una mirada de largo plazo, los vencimientos de la deuda alcanzan los 200 mil millones de dólares entre 2020 y 2023.
Durante la gestión macrista, no sólo el stock de deuda sobre el PBI que
creció de manera sustancial son que empeoró su composición. La deuda en
moneda extranjera se incrementó en 87 mil millones y mientras que la nominada en pesos cayó.
Los intereses de deuda que se pagaron durante
estos 10 meses equivalen a 20 mil unidades sanitarias, 6500 escuelas,
4000 kilómetros de autopista, 30 satélites ARSAT, 5 líneas de subte y
una central atómica como Atucha.
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