Como adelantamos en ediciones anteriores, al grupo de extorsionadores profesionales que tuvieron el poder desde el Ejecutivo nacional a lo largo de estos últimos cuatro años, se les terminó definitivamente una de sus grandes tropelías: "la duda sobre muerte de Nisman", llevada a cabo en contubernio con la gendarmería de Bullrich y otros actores de la espuria confabulación que llevaron a cabo con la prensa mitómana, en la cual, lo único que les faltaba decir, era que se habían contratado alienígenas para entrar al baño, donde realmente el fiscal se suicidó, para intentar , ahora infructuasamente, conventirlo en un asesinato.
Pero finalmente se resolvió el misterio: el audio está en la causa. La autopsia de Nisman: otra mentira que se cae
Fue
 otro de los mitos armados por los operadores de Cambiemos. Aseguraban  
que no se escuchaba para que no se sepa lo que pensaban "realmente" los 
forenses. Pero sí se escucha. ¿Qué dicen los médicos durante el 
procedimiento?.
Otra mentira y van... Durante casi cuatro años se argumentó que el 
Cuerpo Médico Forense (CMF), que depende de la Corte Suprema de 
Justicia, manipuló la autopsia de Alberto Nisman y que la mejor prueba 
era que la autopsia se fotografió y se grabó en video, pero sin audio, 
sin que se pueda escuchar lo que estaban diciendo los forenses. 
"Escondieron sus verdaderas conclusiones", era la versión difundida por 
los operadores judiciales-mediáticos de Cambiemos. 
La realidad es que el
 audio está en la causa judicial y la defensa del informático Diego 
Lagomarsino, al volver a estudiar el video, se encontró con que el audio
 está normalmente en la grabación. Durante la semana que pasó, los 
abogados de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, le 
pidieron al fiscal y al juez que manden a trabajar técnicamente el 
video, limpien el audio de ruidos y lo incorporen en la causa judicial.
 La autopsia hecha en la Morgue por el CMF concluía que "no había 
participación de terceras personas en la muerte de Alberto Nisman", algo
 que le adelantó por teléfono, el titular de la Morgue, Fernando Trezza,
 a la fiscal Mónica Fein en la mañana del 19 de enero de 2015, horas 
después del hallazgo del cuerpo. Eso también consta en la causa:  la 
fiscal dejó asentada en un acta de la llamada telefónica y lo hizo 
pública ante el periodismo esa mañana. 
 Pero de inmediato empezó el bombardeo contra el CMF para deslegitimar 
la conclusión, al punto que se envió a hacer un estudio posterior a la 
Gendarmería, la fuerza que estaba al comando de Patricia Bullrich. 
El 
estudio, al que trataron de darle jerarquía llamándolo interdisciplinario,
 concluyó lo que el gobierno de Cambiemos pedía: que a Nisman lo 
mataron, le pegaron una tremenda paliza que incluyó la fractura de la 
nariz, golpes en la boca, los riñones y una pierna, y además lo habían 
dormido usando ketamina, una droga que ni siquiera se utiliza para 
dormir a seres humanos ni pudieron determinar cómo se le suministró al 
fiscal. Para lograr semejante conclusión, el juez Julián Ercolini y el 
fiscal Eduardo Taiano evitaron que hubiera confrontación de ideas y de 
diagnósticos con el CMF, o sea que no permitieron que los forenses --los
 mayores expertos del país en autopsias-- participaran del estudio. 
 El audio es el normal de cualquier autopsia. Como en cualquier cirugía hay 
comentarios personales, chascarrillos y sobre todo indicaciones de cómo 
exhibir lo que se está haciendo ante las cámaras. En la transcripción 
realizada por este diario hay muchas imprecisiones, básicamente por 
desconocimiento de las denominaciones técnicas. Estos son algunos 
tramos:
1:01:01 "Ponele un chorrito muy suave de agua" pide la operadora de video para que se pueda grabar.
1:01:45 "Le corto acá antes de sacarle", dice uno de los autopsiantes.
1:03:04. "Cuando lo sacamos lo damos vuelta", otro forense.
1.04:50 "Temporal izquierdo"
1:06:40. "¿Te muestro Bubi?". Bubi es Héctor Di Salvo, el forense a cargo de la autopsia.
1:06:50. "Están cayendo pedacitos de plomo", seguramente se refiere a trozos del proyectil alojado en el cerebro del fiscal. 
1:08:24 "Recorrido transversal de derecha a izquierda". 
 1:09.24 "Peñazco temporal izquierdo lo tenías nombrado pero no el territorio".
 Los diálogos son de ese estilo, en medio del ruido de los instrumentos,
 que en algunos casos hacen inaudibles partes de las frases. También hay
 diálogos que no tienen nada que ver con la autopsia: los forenses se 
quejan de las llamadas de "los putos periodistas" que según ellos 
obtuvieron sus números de celular a través del fallecido forense Osvaldo
 Raffo. Además acotan "se ocupan de esto porque no hay noticias en 
enero". 
Por supuesto igualmente hablan de las facturas que venden en 
determinada panadería y hacen algunos chistes sórdidos sobre su trabajo.
 En ningún momento hablan de una conclusión global: van analizando 
órgano por órgano, mencionan la trayectoria del proyectil y en ningún 
momento hablan de golpes o de otras lesiones, como después dibujó la 
Gendarmería. 
 La mayor parte del tiempo habla la operadora de 
video, que tiene el micrófono en la cámara. Los médicos no tienen 
micrófono sino que todo se registró a través de lo que captó la 
operadora. Ella misma sugiere en algún tramo que los forenses deberían 
tener solapero, o sea el pequeño micrófono puesto en las solapas, 
inhalámbrico, como hay en la televisión. 
La operadora sugiere tomas en 
todo momento. "Cuando lo empieces a coser grabo un poquito y nada mas. 
Falta lo que llegó recién". "Usted abre del lado derecho y yo voy del 
lado izquierdo ¿si?". "Saco la muestra para el alcohol". "Lo molesto de 
este lado doctor Vega? Asi hacemos una toma distinta, si no es muy 
aburrido. Nadie lo va a ver. Ni pelota le van a dar".
 Lo 
trascendente es que está el audio de la hora, 46 minutos y 16 segundos 
que duró la operación. La jugarreta de Cambiemos fue tratar de 
desvirtuar lo hecho por el CMF, que realiza miles de autopsias por año. 
Con ese objetivo, intentaron minimizar el adelanto, que es algo 
habitual, transmitido por Trezza. De inmediato llegó la orden de bajarle
 el tono a la conclusión y luego empezaron con un continuo horadar de lo
 hecho. 
Por ejemplo, la Gendarmería sostuvo que a Nisman le fracturaron 
la nariz, o sea que eso se le habría pasado a la médica que lo revisó en
 el baño de Le Parc, a los dos forenses que hicieron la autopsia y a los
 trece forenses que luego firmaron las conclusiones en una junta médica.
 Sostuvieron que la hora de la muerte estaba mal calculada, pese a que 
Trezza es uno de los mayores especialistas en el tema a nivel mundial. Y
 mediáticamente argumentaron que no se había grabado el audio para 
esconder algo.
os abogados de Lagomarsino decidieron estudiar nuevamente la 
grabación y descubrieron que el audio está íntegro, contrariamente a lo 
que se difundía. Sin espacios en blanco, sólo con ruidos de agua, del 
instrumental y con las dificultades del flojo volumen original. Rusconi y
 Palmeiro justamente piden que se limpie con técnica y se incorpore al 
expediente para terminar con toda polémica. 
El mes próximo se cumplirán 
cinco años de la muerte de Nisman y las pruebas, en forma abrumadora, 
demuestran que se disparó a sí mismo, en un departamento cerrado en el 
que no hay el menor rastro de desorden ni de pelea, en un baño en el que
 no hay huellas ni pisadas de otra persona, algo que también se 
demuestra con la manchas de sangre que cayeron hacia todos lados sin que
 ningún cuerpo de otra persona se interponga.
Más allá de todos 
esos datos, lo cierto es que en casi cinco años nunca pudieron encontrar
 ni un elemento del famoso comando que, según Cambiemos y su ala en 
Comodoro Py, cometió el supuesto crimen. Ya se demostró de manera 
categórica que Lagomarsino no estaba en Le Parc en el momento de la 
muerte del fiscal, porque así lo evidenciaron las cámaras de seguridad 
del edificio y de los peajes, pero aún así le mantienen la imputación 
por ser parte de un comando que no apareció por ningún lado. Eso sí, 
ahora se cayó otro fantasma que hicieron circular, el de la inexistencia
 del audio de la autopsia. 

 

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