El Ministerio de Trabajo prepara un aumento salarial remunerativo para todos los trabajadores.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, adelantó que el incremento no
será un bono porque estará incorporado al salario. Según detalló, desde
el gobierno esperan que la medida "genere un piso salarial" mínimo pero
sin dejar de lado ni debilitar las paritarias. Dijo que también analizan
la posibilidad de regionalizar esas condiciones salariales de acuerdo a
la realidad de cada provincia.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, anticipó que en cuestión
de días se definirá el monto del aumento al salario básico dispuesto por
el Gobierno e incluido en la ley de Solidaridad Social, y ratificó que
ese incremento “será remunerativo” y servirá como “piso para futuras negociaciones” paritarias.
Por otra parte, el funcionario puntualizó que la administración de Alberto Fernández
“pretende sindicatos fuertes y con gran capacidad de negociación”,
descartó “cualquier tipo de reforma laboral que implique una pérdida de
derechos” y reconoció que habrán “ajustes de las convenciones
colectivas” de trabajo, aunque no en el corto plazo.
Respecto del “aumento al salario básico”, que fue uno de los temas centrales de la reunión del Gobierno con la cúpula de las centrales sindicales
, Moroni afirmó que se tratará de un incremento de carácter “remunerativo” (en blanco) y que “no se trata de un bono”.
La suba, que se resolverá en cuestión de días, será “mínima” porque el objetivo es que con esa ella se “genere un piso (salarial) que será absorbido por negociaciones”
futuras. Es decir que lo que hará es “impulsar a los sectores que
quedaron con un salario básico muy atrasados a poder trabajar en una
paritaria con mayor comodidad”.
“Es un incremento de los
salarios básicos que será remunerativo e incorporado al salario, no es
un bono”, dijo Moroni.
De esta manera, añadió, los sectores “que estén en condiciones de
negociar un salario superior, superarán este piso” en un futuro acuerdo.
El
ministro indicó, además, que aún no se definió el monto de la suba para
cada sector. “Lo tenemos que trabajar”, dijo y aclaró que la prioridad la tendrán los sectores que en las últimas paritarias quedaron muy por debajo de la inflación. “Hay que ver también cómo se incorpora a los básicos de convenios cuando se suma en otros rubros”, comentó.
Por
otra parte, el funcionario se refirió a la posibilidad de que esas
condiciones salariales se fijen de acuerdo a la realidad de cada
provincia. “Sería razonable pensar en el concepto de regionalización en materia de fijación de condiciones, lo cual no quiere decir la atomización de la negociación”, sostuvo.
Al
respecto, descartó que esta alternativa tenga alguna intencionalidad de
atomizar el poder de negociación sindical. “Lo descartamos totalmente
de nuestra parte. Pretendemos sindicatos fuertes con gran capacidad de
negociación”, apuntó.
De la misma manera, Moroni negó que el
Gobierno esté pensando en una reforma laboral, aunque reconoció que en
el largo plazo se discutirá la “modernización” de la normativa en
algunos sectores. “Una reforma laboral que implique pérdida de derechos
no está en nuestros planes”, dijo y recordó que en algunos convenios
colectivos “hay normas desactualizadas, categorías de trabajadores que
ya no existen y algunos otros puntos”, que deberán conversarse
“pacientemente y sector por sector”.
Respecto del impacto que tendría en la economía esa actualización de
los salarios, el funcionario aseveró que en ese aspecto está trabajando
la Secretaría de Comercio y negó que se impulse un nuevo programa
para evitar que esto implique un aumento en los precios: "En Comercio
están trabajando con esta herramientas, y una de ellas es Precios
Cuidados. Si nos dedicamos a generar mecanismos de aumentos nominales
que se van en precios, no estaríamos haciendo a nada".
“La
política de precios y salarios deberá ser convergente”, dijo y subrayó
que “si queremos trabajar rápido no podemos pensar en diseñar nuevas
herramientas. Hoy nuestros mecanismos de precios es Precios Cuidados”.
El
ministro se refirió también al conflicto suscitado el lunes pasado
entre un sector de la UTA enfrentado con su titular, Roberto Fernández, y
en el que hubo una toma de la sede del gremio entre otros hechos de
violencia. Negó que su cartera vaya a intervenir e indicó que eso “es un
tema de la Justicia”.
“Fue un espanto, la peor imagen que podemos tener de lo que es el
mundo laboral y sindical”, dijo el ministro. “Fue una imagen que lo
único que le tiene que dar a los protagonistas es vergüenza. Es un hecho
delictivo” y “cuando se comete un delito no hay problema laboral ni
político, hay un problema penal”, sentenció.
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