Ley Impositiva 2020 de Kicillof: "progresividad" tributaria, segmentación para el campo y aumentos atados a la inflación


Con la Emergencia Económica aprobada y aplicada, el gobernador bonaerense envió a la legislatura un proyecto de ley impositiva que definirá los impuestos que pagarán los contribuyentes el año próximo, con la intención de que sea aprobada en la sesión extraordinaria este jueves. 

Con la Emergencia Económica ya aprobada y en plenas funciones, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ya envió a la legislatura su proyecto de ley impositiva con el que definirá los impuestos que abonarán los contribuyentes en 2020, con el objetivo de tenerlo sancionado en la sesión extraordinaria.

Según explicaron a la prensa desde la administración provincial, el propósito de la iniciativa está vinculado directamente con que la provincia “se encuentra atravesando una situación de emergencia" y que "para atender las urgencias y prioridades definidas es necesario mantener el nivel de ingresos del Estado provincial". 

Sin embargo, a la vez, "es fundamental hacer más justa la recaudación, cobrando más al que más puede y generando alivio a los pequeños y medianos productores y propietarios".

En línea con estos argumentos, surgen como conclusión en el texto tres puntos centrales para explicar de qué va la ley impositva 2020 de Kicillof: "progresividad" tributaria, segmentación para el campo y aumentos atados a la inflación.

Desde el entorno del ministro de Economía, Pablo López, aseguran que en el proyecto de ley impositiva se propone “actualizar los valores de los impuestos del año pasado tomando en cuenta la inflación de 2019 (estimada por privados en 54,6%). Es decir, no incrementa la presión impositiva en promedio en términos reales".

Por eso, para este último punto -donde se establece que se aumentaría hasta un 55% acompañando la inflación real- “hay que tomar la valuación fiscal, donde hay mucha disparidad, y ahí vamos a ver que hay muchos que se verán ajustados por abajo de la inflación”.

En el caso del impuesto a los Ingresos Brutos, se mantiene la alícuota vigente, tal como autorizó el Gobierno nacional al suspender la aplicación del Consenso Fiscal. En el caso del Impuesto Inmobiliario Rural y Urbano, en promedio, “la actualización está por debajo de la tasa de inflación”.

Pero además se incorporó un criterio progresivo: las propiedades de menor valuación fiscal pagarán un incremento menor que la inflación proyectada (aquellos más chicos tendrán un incremento del impuesto de tan solo el 15% respecto al año pasado). 

“A partir de la segmentación” de los propietarios rurales, según el tamaño y valor de sus propiedades, “se garantiza que el impuesto sea, en términos reales, menor que el del año pasado para quienes cuentan con una menor capacidad contributiva”.

El proyecto también contaría con un apartado de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), que establecería un descuentos de alrededor de 20% para aquellos impuestos que se paguen de manera anual a comienzos del año 2020.

“Este proyecto de ley que dota de una mayor progresividad al sistema tributario se suma a la amplia moratoria y a las medidas de estímulo aprobadas en la Ley de Emergencia Económica, de pronta implementación”, señalaron desde la administración de la provincia de Buenos Aires.

En el artículo sexto de la norma que entró por el Senado se fijan las escalas de alícuotas a los efectos del pago del impuesto Inmobiliario Urbano. Así, establece un piso con una cuota fija que va desde los $207 y una alícuota sobre el excedente del límite mínimo de 0,028% en la unidades que tienen una valuación fiscal de hasta $179.851; y un techo de $118.646 y una alícuota de 1.725% para las unidades que cotizan más de 10 millones de pesos.


  

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