Ultimátum del Gobierno a los bancos por las tasas de interés en tarjetas de crédito.

El presidente del BCRA, Miguel Pesce, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, reclamaron a los bancos una propuesta para disminuir los intereses. 

Los bancos se reunieron este martes con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Los funcionarios le solicitaron a las entidades financieras la necesidad de reducir las tasas de las tarjetas porque es imprescindible para mejorar el ingreso de la clase media e impulsar el consumo. 

Pesce pidió que acerquen una propuesta para reducir las tasas. Les adelantó que si no se logra tener un acuerdo, la autoridad monetaria forzará una baja por la vía normativa. La reunión fue con los presidentes de las tres cámaras bancarias. Por Adeba participó Javier Bolzico; por ABA, Claudio Cesario, y por Abappra, Eduardo Hecker. La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, también formó parte del encuentro. 

 En la reunión con la banca se mencionó también que el objetivo es continuar potenciando el programa Ahora12. La propuesta es hacerlo sin subir costos financieros para los usuarios y priorizando la compra de productos nacionales. En el Central mostraron que tienen disposición a conversar con los bancos sobre la reducción de tasas y otras medidas que se vinculen al sistema financiero. Pero no permitirán que el mercado se autorregule como ocurría en la gestión anterior avalando la especulación. 

El directorio del Central tendría lista la normativa para fijar las tasas máximas de saldos impagos de las tarjetas.

“El equipo económico no va a tener un rol pasivo. Si es necesario se tomarán medidas fuertes para poder conseguir que el sistema financiero colabore en impulsar el mercado interno a través de estimular el consumo y la producción”. Así lo aseguran fuentes del Gobierno que siguen al detalle la estrategia de crédito y tasas de los bancos. Esto marca un cambio de paradigma respecto del rol del Estado en la economía.

El presidente Alberto Fernández fue el que puso entre los primeros puntos de la agenda económica la necesidad de reducir los intereses de las compras en cuotas. “Las tasas que se cobran en las tarjetas de crédito son usureras. No pueden estar cobrando estas tasas. Es una cifra imposible”, aseguró la semana pasada. Este sábado en un encuentro informal con el titular del Central le habría encargado que se ocupe de resolver este desequilibrio en el corto plazo para favorecer el consumo de la población.

"No pierdo las esperanzas que vengan con su aporte pero me queda poquita esperanza. El gran sistema financiero alguna vez tiene que tener algo para la Argentina. Estoy esperando que lo hagan", aseguró el presidente. De este modo le pidió un aporte a los bancos para ayudar a la economía argentina a salir de la recesión. Las entidades financieras fueron de los pocos sectores que lograron ganancias en los últimos cuatro años aprovechando las inversiones en Lebac y Leliq con rendimientos irracionales.

“Créditos para el consumo, para las pymes y un límite real a las tasas de las tarjetas de crédito, porque es un acto usuario contra la clase media. Estoy esperando que lo hagan. Si no, voy a convencer al presidente del Banco Central para que intervenga porque no se pueden estar cobrando las tasas que se están cobrando en las tarjetas de crédito”, planteó la semana pasada Fernández. Ahora la banca tiene la posibilidad de proponer un esquema con tasas razonable para los consumidores. En caso contrario habrá regulaciones directas desde la autoridad monetaria y no se descarta un tope a los intereses.

 Los datos de tasas de las tarjetas muestran que una entidad de primera línea puede cobrar más del 160 por ciento por los saldos impagos. Algunos intereses pueden llegar hasta el 224 por ciento anual. Se trata de un rendimiento que no tiene conexión con el esfuerzo que está haciendo la autoridad monetaria para bajar la tasa de interés de referencia de los pasivos monetarios. Desde que asumió el rendimiento de las Leliq pasó del 63 al 44 por ciento. Esto implica una baja acumulada de 19 puntos porcentuales.

El principal planteo de los bancos es que existen riesgos de impago de los usuarios y que las tasas que se requieren para compensarlo son elevadas. Las entidades financieras buscarán en las próximas reuniones conseguir cierta flexibilidad en los encajes para compensar una merma en las tasas de interés para el consumo. 

El planteo de los bancos en cuanto al riesgo es absolutamente ridículo, ya que promueven el incumplimiento de pago con semejantes tasas usurarias. Con lo cual, con un argumento tan absurdo para poder seguir esquilmando a los usuarios, lo único que van a lograr es ser intervenidos y regulados por el Estado, en bien de todos los argentinos.

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