Se me hizo muy difícil hacer este fotomontaje de fantasía, en el momento de la búsqueda de imágenes me corrió una angustia por el cuerpo al ver que buscando “jaula” el 90% de las fotos eran animales encerrados. 

La gran mayoría de esas fotos, eran animales en el matadero o granjas donde son explotados toda su vida. Me topé con imágenes de cerdos y vacas con la mirada perdida, como si claramente conocieran su final o el martirio que estaban viviendo. 

Había fotos de gallinas ponedoras en lugares minúsculos donde no tenían espacio alguno ni siquiera para pararse. La mayoría de los animales llevan marcas en su piel causadas por toda la violencia que recibieron en la industria explotadora y asesina. 

La búsqueda no solo me devolvió imágenes donde la explotación en animales mal llamados de granja era notoria, sino que observaba fotos, donde para algunos pudiera no existir sufrimiento animal. Aves encerradas sin tener espacio para volar, utilizadas quizás, como adornos en una casa. Perros de raza reproduciendose como máquinas en criaderos para el beneficio humano, viviendo en pésimas condiciones.

A veces no nos damos cuenta de cuánto daño le hacemos al mundo con nuestros actos. Algunxs vamos despertando. Y nos empiezan a atormentar las preguntas ¿Cómo no lo supe antes, si yo amo a lxs animales? ¿Por qué la gente no cambia sus hábitos y deja de financiar la explotación animal? ¿Y los criaderos, el abandono, la violencia que vemos hacia “animales domésticos”? ¿Por que no es el mismo delito matar una vaca, chancho, gallina, peces, etc? Empezamos a buscar respuestas e investigando surgen más y más preguntas pero todas parecerían tener una sola conclusión: Liberación animal.

Los caballos no viven para correr carreras, para ser un transporte y finalmente asesinados.

Las gallinas no son felices dandote sus huevos, ni siendo asesinadas.

Las abejas no son miel para tus tostadas.

Las vacas no viven para ser violadas, ni una máquina de leche, ni tu asado del finde.

Los chanchos no son solo tu panceta para la picada o carne para el asado.

Los galgos no viven para tus apuestas ni tus maltratos.

Los peces no viven para terminar muertos en tu plato.

LOS ANIMALES NO VIVEN PARA QUE LOS MATEN.


 Cómo es que en el siglo xxi puede seguir existiendo el negocio de los animales, el placer de algunxs de hacerles daño?

¿Por qué tenemos la necesidad de que sean de nuestra propiedad? de tenerlos "bajo nuestro control"?

¿Cuántos años llevamos abusando de lxs inocentes? Y ¿cuántos van a faltar para que sean liberados de la explotación a la que los sometimos?

¿No es hora ya de que lxs humanos dejemos de sentirnos el centro del universo, y entender que somos una especie más en el planeta junto a miles y miles de otras especies que habitaron y habitarán la Tierra?

Llevando las preguntas al año presente, la cuarentena no es igual? No nos preguntamos ¿Cuándo va a terminar? ¿Cuándo vamos a salir a ver a nuestrxs familiares o amigxs? Si sabemos el daño mental y hasta físico que provocó estar meses encerrados ¿Vamos a seguir permitiendo que lxs animales vivan como a nosotros no nos gustaría vivir?

Te invito a hacerte más preguntas, charlar estos temas con tu entorno.

Te invito a romper con lo establecido por generaciones atrás y a comenzar a cuestionarte el uso y consumo de animales.

Llame a esta obra “Esperanza” porque todxs lxs luchadores por la liberación animal no nos rendimos, siempre tenemos una mínima esperanza de que un día el derecho a vivir no sea solo del humanx.

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