Desde un primer momento se sabía que era más letal entre los adultos mayores, en donde concentra el mayor número de decesos.Sin embargo, en los últimos meses, se comenzó a observar que en algunos países de la región como Brasil, México, Colombia y ahora en la Argentina, cada vez más jóvenes mueren a causa de la enfermedad por COVID-19. 

De acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud argentino sobre niñez, adolescencia y COVID-19, los casos de menores de 20 años notificados hasta el 1 de junio de este año con coronavirus en la Argentina correspondían a 375.293 niños y adolescentes (9,9% del total de contagiados), de los cuales 341.364 se recuperaron y 220 fallecieron. A su vez, en el monitor de datos de la cartera sanitaria se desprende el dato que 90 hombres y 30 personas sin determinar su género de entre 20 a 39 años murieron por coronavirus; 1.216 hombres, 840 mujeres y 33 personas no categorizadas por sexo de entre 40 a 59 años perdieron su vida por el COVID; 8.981 hombres y 4.723 mujeres de entre 60 y 69 años y 37.650 hombres y 28.965 mujeres mayores de 70 años, de entre 84.628 víctimas fatales del virus SARS-CoV-2 en el país, en el medio de la campaña de vacunación.

Lo cierto es que en esta segunda ola, que golpea fuerte, con récords de contagios y decesos que semana tras semana se superan, cada vez se conocen más casos de jóvenes sin enfermedades preexistentes conocidas que murieron por coronavirus, de 20, 30, 40 años. En este contexto,esto es lo que dicen  diferentes profesionales de la salud que se enfrentan al virus todos los días y son expertos en enfermedades infectocontagiosas, quienes dieron los detalles y las claves de este fenómeno que preocupa y ocupa a todos los que luchan de manera desigual contra la enfermedad.

Lilián Testón (MN 87307), médica especialista en enfermedades infecciosas, infectóloga pediatra y coordinadora de Epidemiología de la Fundación de Centros Estudios Infectologicos Dr. Daniel Stamboulian (FUNCEI), explicó a este medio: “Se observa un aumento en el número de casos en la población de 30 a 59 años con riesgo de padecer una enfermedad severa con su consecuente hospitalizacion”.

“Esto se debe principalmente a un aumento global en el número de casos, una población de adultos mayores que se encuentra parcial o totalmente inmunizada y permanece desde el comienzo de la pandemia con mayores medidas restrictivas y a su mayor exposición al virus principalmente por su circulación secundaria a actividades laborales y la presencia de la variante ‘Gamma’ o Manaos, cuya característica principal es su alta transmisibilidad”, precisó.

La doctora en virología Laura Palermo, profesora argentina que vive y enseña en la Facultad del programa de Biología Humana en la Universidad Hunter y en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, apreció: “el fenómeno de las muertes cada vez más frecuentes por COVID-19 en jóvenes es llamativo, ya que al inicio de la pandemia el nuevo coronavirus afectaba menos frecuentemente a los niños y causaba una enfermedad más leve en ellos. En Brasil, en donde el número de niños que murieron de coronavirus es particularmente alto si se compara con los números que se observan en los Estados Unidos”.

“En EEUU si bien fallecieron aproximadamente unas 600 mil personas, solamente 113 corresponden a niños menores de 5 años. En Brasil, sin embargo, con 480 mil muertos, más de 900 son chicos de esta franja etaria. ¿Los posibles motivos? Uno de ellos es la falta de diagnóstico temprano, que hace que se retrase la intervención médica. Habría que pensar por qué no es accesible y una posible razón es la falta de recursos y el asumir que los niños no presentan una enfermedad por COVID severa”, añadió Palermo.

Las nuevas variantes también juegan un papel primario en este nuevo condimento que hace que la pandemia sea aún más temerosa. “La circulación de nuevas cepas virales es un factor importante, que ha cambiado el panorama, ya que se transmiten más eficientemente y escapan parcialmente a la protección que confieren los anticuerpos, generados por una infección previa o por la vacunación”, precisó la viróloga, desde Nueva York.

“Tal vez, algunas de las nuevas mutaciones que tienen estas nuevas variantes contribuyen a que el virus se transmita más fácilmente en niños o en jóvenes, genere más hospitalizaciones y por consiguiente aumente la mortalidad. Es posible que este fenómeno no solamente se de entre los más jóvenes sino que suceda en todos los grupos etarios”, agregó.

“En el mundo, se ha demostrado que las muertes asociadas a la población adulta joven estuvo vinculada a la presencia de obesidad, diabetes e hipertensión arterial. Sin la presencia de estas comorbilidades no podemos afirmar que la mortalidad en este grupo etario sea mayor. La edad es un factor de riesgo independiente asociada a la mortalidad. Sigue siendo más elevada en los mayores de 50 años y aumenta en cada década de la vida”, precisó Cassetti.

¿Porqué los jóvenes ahora están más afectados? Las razones según la directora de Helios Salud pueden ser multifactoriales:

-Baja percepción de riesgo de contraer la enfermedad y de tener complicaciones

-Más circulación de los jóvenes

-Mayor probabilidad de realizar reuniones cerradas y más numerosas

-Muchos realizan actividades esenciales

-No están vacunados

-Baja adherencia a las medidas de restricción

De acuerdo a la infectóloga, “La presencia de cepas más transmisibles, impacta a todas las edades, también a los jóvenes. Será necesario seguir estudiando el comportamiento de la pandemia en nuestro país en los distintos grupos de edad, con y sin comorbilidades, pero sin duda cuando la vacunación alcance a los jóvenes tendremos un mejor escenario. En el mientras tanto es muy importante que los jóvenes se cuiden y cuiden a los adultos de mayor edad aunque éstos estén vacunados”, recomendó.

 

 

 

 

 

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