Las fotos del cumpleaños de Fabiola Yañez en la quinta presidencial de Olivos, en plena cuarentena estricta, causaron una conmoción política. El incumplimiento de las medidas del aislamiento obligatorio por parte de Alberto Fernández puso en el centro de la escena a la figura del jefe de Estado, y le dio aire a la oposición para promover un juicio político en el Congreso. Tras las primeras horas de desconcierto y silencio oficial, el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, admitió el “error” en el festejo.


 Con el transcurrir de los días se conocerá la magnitud del impacto del incidente de la imagen presidencial. Otro de los antecedentes serios fue el escándalo detrás del “vacunatorio VIP”, del cual finalmente el Gobierno pudo salir adelante, aunque afectado. Esta vez, dirigentes del Frente de Todos criticaron la actitud del jefe de Estado, que recientemente en un reportaje había negado la realización de encuentros sociales durante el confinamiento.

Por el momento hay que ser prudente, hay que evaluarlo con más tiempo. No sabemos qué tipo de escándalo estamos hablando, reflexionó el consultor político, Sergio Berensztein.

Hay una larga literatura sobre el impacto de los escándalos políticos. Desde Watergate, en la década del 60, el rol de los medios cambió mucho. ¿Qué se sabe hasta el momento? Que hay escándalos que parecen menores y tienen un gran impacto, y lo contrario también, que hay hechos que parecen terribles y finalmente no lo son”, agregó.

Mariel Fornoni, de Management & Fit, adelantó que actualmente están midiendo el impacto en la opinión pública la divulgación de la foto. “Aún no tengo datos que pueda corroborarlo. En mi opinión, lo que veo es que esto llega en un momento de mucha sensibilidad social que hay, la gente está muy enojada porque la dirigencia política está divorciada de los problemas que afecta a la gente, como la economía, la salud y la educación”, reflexionó.

Con ese eje de análisis, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero minimizó la violación de la cuarentena por el Presidente, al afirmar que “el error” de Alberto Fernández no va a distraer al Gobierno de “los temas que le importa a la gente”. Sin embargo, los analistas plantean como problemático el orden de la ejemplaridad de la dirigencia política.

“Entre las instituciones que menos confianza genera aparece primero la Justicia, pero ahí nomás está la dirigencia, donde hay 6 de cada 10 personas que no creen. En este contexto donde la incertidumbre y angustia son los sentimientos que predominan, aparece esta cuestión de la figura presidencial y de un presidente en otra frecuencia, hablando de la legalización de la marihuana y otros temas”, indicó Fornoni.

Para Berensztein, la traducción electoral del incidente en Olivos está por verse. “En general, excepto los escándalos singulares que perforan el voto propio, este tipo de situaciones agrandan la grieta, no generan nada nuevo. Los que quieren a un dirigente, lo terminan defendiendo; y los que no, lo atacan”, dijo.

Para los analistas, será relevante cómo se ordenen las fuerzas políticas en los próximos días sobre los sucesos en Olivos. Pero sobre todo, será crucial la intervención que tome el Frente de Todos y el propio mandatario presidencial.

Fornoni expuso como inconveniente que Alberto Fernández no haya sido el primero en referirse a los festejos en la quinta presidencial. “Correspondía que hablara él. Quisieron desviar el tema, y luego salió a hablar Cafiero. Es un tema que ofendía a mucha gente. Estamos con más de 100 mil muertos, todas esas familias tienen a un familiar que no pudieron despedir, o gente que estuvo internada y no pudo ser asistida en su momento. Hay mucha irritabilidad”, sostuvo la directora de Management & Fit.

Berensztein, en cambio, no arriesga. Y adelanta que todo el conflicto puede resultar una oportunidad, si es bien utilizado: “Obviamente lo que haga el Gobierno va a influir en el caso, si logra salir por arriba”, indicó. “Con el vacunatorio VIP el kirchnerismo se cerró. Ahora no es tan así. El cierre de listas dejó heridas y fracturas internas. Pero el Presidente puede encauzar el tema a través de la vía judicial y si reconoce que fue un error político”.

 

 

 

 

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