El consumo de psicofármacos está en niveles históricos y advierten sobre su efecto en la salud mental

La venta de estos medicamentos subió 4,2% en los primeros 7 meses del año. En el caso de los antidepresivos la cifra trepa a 8,7 %. Los especialistas advierten que será uno de los grandes problemas a resolver en la pospandemia.

Más de 500 días de pandemia tienen consecuencias en la salud física, psíquica y emocional de toda la población. En estos meses muchos sufrieron procesos de duelo o de angustia, incertidumbre económica, o atravesaron situaciones que causaron malestar, tristeza o impotencia. Muchos de estos procesos son provocados, principalmente, por los cambios en la vida cotidiana que impuso el SARS-CoV-2,

Cada mes, el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina releva datos sobre la comercialización de fármacos dispensados en todo el país. En el último reporte de julio se observó que, en el mercado total de medicamentos, bajaron las ventas en unidades respecto de junio (- 1%) pero en comparación con el año pasado, la tendencia es creciente y evidencia un aumento del 12,30%. En julio se vendieron 62.645.882 medicamentos en toda la Argentina.

“los médicos aumentaron la prescripción de psicofármacos, en casos de angustia, insomio, u otros trastornos mentales. Al principio del aislamiento, en los primeros meses más encierro, uno de los medicamentos que disparó las ventas fue la melatonina, un remedio que no precisa receta médica y se usa para conciliar el sueño, ya que las restricciones y otras circunstancias alteran el proceso de sueño”.

El aumento del consumo de estos medicamentos no para de crecer y está en niveles históricos:durante 2021 entre los psicofármacos mas vendidos se ubican el clonazepam y el alprazolam, ambos son ansiolíticos. 

Entre los antideprsivos se destaca el uso de la sertralina, con un incremento del 13,4 %, en cuanto al clonazepam el alza fue de 4,55 %.

Mientras que el zoldipem, inductor del sueño, creció su demanda un 25, 8 % en 2021.

“El crecimiento del consumo de psicofármacos empezó en marzo de 2020, cuando se decretaron las primeras medidas de aislamiento como estrategia para enfrentar la emergencia sanitaria, como ejemplo, los hipnóticos y sedantes crecieron 9,20% en 2020 respecto a 2019″, apuntó Reinoso y destacó que este será uno de los grandes problemas de la pospandemia.

El Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense elaboró un informe sobre la evolución de la comercialización de medicamentos durante el 2020, y detectó que “dos psicofármacos, que se venden bajo receta archivada, se encuentran entre los 15 más vendidos y la tasa de crecimiento de la cantidad de unidades dispensadas de estos remedios supera varias veces el promedio general. Se trata del Clonazepam y del Alprazolam, psicotrópicos que actúan sobre el Sistema Nervioso Central y son utilizados en distintos tratamientos psiquiátricos. En comparación con 2019, durante 2020 se vendieron 187.009 unidades más de Clonazepam (+3,93%) y 286.801 unidades más de Alprazolam (+6,31%)”. El informé advirtió que “estos porcentajes triplican y quintuplican respectivamente el promedio general de incremento de unidades dispensadas de medicamentos, registrado el año pasado (+ 1,36%)”.

Enrique De Rosa, médico forense, neurólogo y psiquiatra alertó sobre los efectos a largo plazo del aislamiento y las restricciones: “La pandemia de coronavirus ya lleva más de 500 días, millones de muertos, contagiados, sintomáticos o no, y, además del efecto específico del virus, 

La manera en que cada persona se relaja y busca distender las preocupaciones, depende de múltiples factores, De Rosa señaló que: “de la misma manera que cada uno denominará a su malestar, lo que le permite identificarlo, también buscará diferentes formas de enfrentarlo, de poder liberarse del mismo. Así hay un resurgimiento muy favorable con la vida sana, deporte, cuidado en la alimentación, técnicas de meditación u otras prácticas que, hasta hace unos años poco difundidas, revalorizar el encuentro con el otro, el diálogo positivo, la sinergia, la colaboración”.

Sin embargo, no todos logran sobrellevar la angustia, la tristeza o los malestares psíquicos generados por la “nueva normalidad” impuesta por la pandemia. Al respecto, De Rosa señaló: “hay quienes, quizás en la incapacidad de utilizar esa u otras estrategias de manera eficiente, pueden buscar algo que los libere rápidamente, de ese malestar tan difuso como constante. En este camino se registra un aumento en el consumo de psicofármacos, que muy frecuentemente son automedicados.

 

 

 

 

 

 

0 Comentarios