El Gobierno le impide a Dow desmontar una planta que Cristina Kirchner había pedido preservar

La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia emitió un dictamen para que la empresa no pueda alterar ni modificar los activos productivos que tiene en San Lorenzo mientras la investiga por “abuso de posición dominante”

La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia emitió un dictamen que ordena a la firma Dow Química Argentina no innovar, alterar ni modificar los activos productivos que posee en su planta de Puerto General San Martín, en la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Esta medida se tomó en el marco de una investigación por presunto “abuso de posición dominante”, según explicaron fuentes del ministerio de Desarrollo Productivo.

La medida que impide a la empresa hacer cambios en su planta —salvo que sea para mantenimiento, reparación o mejora— se mantendrá vigentes hasta que se resuelva la investigación de conformidad, según lo dispuesto en la Ley de Defensa de la Competencia.

Dow anunció su decisión de cerrar su planta en San Lorenzo, la única en el país que produce poliuretano, un insumo clave para la industria automotriz y para la fabricación de electrodomésticos de línea blanca y colchones

“Las actuaciones se iniciaron de oficio a instancia del ministro de Desarrollo Productivo a raíz de la comunicación oficial que realizó la empresa Dow Química Argentina S.R.L., donde informó su decisión de cerrar y poner fin a las operaciones de la planta de San Lorenzo, ubicada en la provincia de Santa Fe, y seguir proveyendo a sus clientes locales desde su planta ubicada en Brasil”, señalaron desde el ministerio en un comunicado.

A comienzos de agosto pasado, la empresa Dow anunció su decisión de cerrar su planta en San Lorenzo, la única en el país que produce poliuretano, un insumo clave para la industria automotriz y para la fabricación de electrodomésticos de línea blanca y colchones. La compañía confirmó que las operaciones seguirán funcionando hasta mayo de 2022 y se espera que el cierre completo para fines del año próximo.

La empresa aclaró que la decisión es parte de una medida global de la compañía de reducir gastos operativos e implementar un programa de reestructuración (con cierre de activos y plantas de manufactura) en todo el mundo.

Unos días después del anuncio, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner le pidió a Alberto Fernández “no permitir” el cierre de la planta de la multinacional porque implicará un “drenaje de divisas”, ya que las industrias necesitarían comenzar a importar los insumos que la empresa produce localmente.

“Cada dólar que tengamos que pagarle al FMI va a ser un dólar menos para pagar importaciones para que las pymes produzcan. Nuestras fábricas y empresarios necesitan dólares para comprar insumos. Por eso, Alberto, no tenemos que permitir que Dow en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, cierre esa fábrica tan importante que produce insumos plásticos difundidos para toda la industria”, pidió la vicepresidente en uno de los actos previos a las PASO, que se realizó en Tecnópolis.

La investigación

Desde el ministerio de Desarrollo Productivo entienden que por la posición de mercado que ocupa la empresa, el el cierre de la planta tendría como objetivo mantener su posición como principal oferente en el mercado a costa de la pérdida de recupero de las inversiones realizadas. En su momento, Dow aseguró que los activos productivos no serán transferidos ni reubicados.

La empresa anticipó que seguirán abasteciendo al mercado local desde Brasil y que además hay otras empresas que venden el insumo en la Argentina (aunque ninguna lo produce localmente). La decisión de finalizar el proceso de producción del insumo en Brasil es una integración del proceso hacia atrás, porque la materia prima del poliuretano producido en Santa Fe viene del país vecino. Ahora el proceso completo se hará en la planta brasileña.

Dow, según datos difundidos por el ministerio, abastece el 73% de la oferta local de polioxi propilenglicol y el 41,5% de éteres glicólicos. “La pérdida de recursos económicos ante la destrucción innecesaria de los factores productivos conlleva a un aumento de los costos de entrada de nuevos competidores, un aumento en los costos de transacción para la adquisición de los productos que se dejan de fabricar en nuestro país, y una afectación directa en el mercado laboral”, explicaron desde el ministerio en un comunicado.

 

 

 

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