Feletti aseguró que es el ministro de Economía el responsable de "combatir la inflación" y dejó al descubierto, una vez más, la crisis del Frente de Todos.

La portavoz del Gobierno admitió que el Presidente y la Vicepresidenta no hablan. Pero aclaró que en la Casa Rosada ese silencio no es visto “como un problema”. Pero horas más tarde, la interna volvió a recrudecer, cuando el secretario de Comercio —hombre de confianza de la vicepresidenta— apuntó sus cañones al ministro de Economía y subrayó que es el responsable de combatir la inflación. “Estamos en un mundo muy difícil y acá el Ministerio de Economía tiene que bajar lineas claras de política económica que reduzcan esta volatilidad y preserven ingresos populares, sino esto se va a poner feo”, advirtió Feletti en una entrevista por radio en la tarde del jueves. 

El secretario de Comercio Interior ya había hecho declaraciones polémicas cuando adelantó que el índice de inflación de marzo será alto, y sostuvo que él no podía “hacer milagros”. Hoy, cuando le preguntaron sobre cómo frenar la inflación respondió: “Esto tiene que ser la macroeconomía, el diseño del ministro de Economía. Una política económica que tienda a estabilizar precios”.

Sin miedo a agrandar una grieta que cada día parece ensancharse más dentro del Frente de Todos, Feletti aseguró que “pensar que la Secretaria de Comercio con cuatro canastas alimentarias y con algunas prácticas como el fideicomiso del trigo y del aceite, consigue frenar un impacto internacional como el que estamos viviendo, es pedir mucho”.

Y remató: “Es pedir el milagro”. Claramente él no se siente un santo que hace milagros. Por eso dejó bien en claro que la inflación es un problema de Guzmán y que tiene que resolver el ministro de Economía, la figura más cuestionada de parte de Cristina Fernández de Kirchner y sostenida por Alberto Fernández.

“Ellos no se hablan hace semanas y aunque muchos intentaron que eso pasara, no lo han logrado”, reconocen en la Casa Rosada. Y aseguran que el Presidente quiere “dar vuelta la página” y gobernar sin preocuparse por lo que haga cada día su vicepresidenta. Sin embargo, eso no es posible. 

Como quien no quiere disimular ni un poco dónde está parado, Feletti dejó bien en claro que no es del núcleo chico de Alberto Fernández, al asegurar que “el acuerdo con el Fondo es letra muerta”. La frase apuntó, sin duda, a posicionarlo como un cristinista acérrimo pero también como uno más de los que anticipan que las variables macroeconómicas de este año —en especial la inflación— no permitirán cumplir lo acordado con el FMI.

Hasta hace algunas semanas, las diferencias entre el ministro de Economía y el secretario de Comercio eran conocidas, pero no se habían expuesto en público tan abiertamente. Como tampoco se hablaba con tanta soltura de la incomunicación que existe entre el presidente y su vicepresidenta.

“Está previsto que se muestren juntos en algún acto en los próximos días?”, le preguntó un periodista a Gabriela Cerruti, portavoz del Gobierno. Ella, escuetamente respondió: “Lo voy a consultar con Ceremonial y Protocolo, porque no lo tengo presente”. Dijo esto y minutos más tarde admitió que dentro del Gobierno no consideran que sea un problema el abismal silencio entre Alberto y Cristina. Un silencio que viene llenándose con las palabras de los funcionarios de uno y otro lado que dejan en claro que existe una grieta que se agiganta minuto a minuto dentro de la coalición gobernante.

 

 

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