El interbloque del Frente de Todos en el Senado presentó un proyecto de ley de plan de pago de deuda previsional y lo hizo sin consultar al Ministerio de Economía. Se suma a la iniciativa de secreto bancario y blanqueo que también fue inconsulta.

La interna entre los diferentes sectores del oficialismo sigue su curso y no da descanso. El rumbo económico es el principal eje de la discusión y así quedó planteado cuando el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, pidió la renuncia de los ministros de Economía, Martín Guzmán, Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y Trabajo, Claudio Moroni.

La respuesta de la Casa Rosada fue apoyar a sus ministros y lo hizo saber con gestos e incluso en una reunión de gabinete. El Jefe de Gabinete, Juan Manzur, primero le dio la palabra a los tres señalados y luego cerró el encuentro señalando que el que no estaba dispuesto a defender al Gobierno nacional y no estaba de acuerdo, debía presentar la renuncia. No se echa a nadie y al que no le gusta, que se vaya.

En ese escenario, ahora el kirchnerismo decidió ponerse en acción para marcar el sendero económico por el que -entiende- debe debe transitar el gobierno nacional. Para ello, comenzó a avanzar en el Congreso con proyectos inconsultos con la Casa Rosada. Si no se puede convencer al Presidente Alberto Fernández de cambiar el rumbo, que lo hagan los proyectos de ley.

Así quedó claro esta mañana en el Senado, con el anuncio del proyecto de un plan de pagos de deuda de aportes previsionales que hicieron las autoridades de los bloques del Frente Nacional y Popular, José Mayans, y de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, además de los senadores Mariano Recalde y Anabel Fernández Sagasti.

Luego de la presentación de la iniciativa, ante la pregunta sobre si era un proyecto consultado con el ministro Martín Guzmán, la mendocina Anabel Fernández Sagasti dijo que tenía que ver más “con una preocupación urgente que son estas 500.00 personas que no se van a poder jubilar” y que la inclusión previsional era un “compromiso del Gobierno y es parte de la agenda y del bloque del Frente de Todos”. No solo admitió que no lo hablaron con el ministro de Economía, sino que hizo referencia a las promesas de campaña, lo mismo que le cuestiona Larroque al Ejecutivo: no cumplir el contrato con el votante. “Claramente los números que tenemos los hemos consultado con la Anses pero es una iniciativa del interbloque”, resumió la legisladora cercana a Cristina Kirchner.

“Nosotros lo hicimos para el Congreso, con los números de la Anses. No lo llevamos a Economía ni a Guzmán porque lo van a frenar y en junio se acaba el régimen actual y un montón de gente no se va a poder jubilar. En todo caso, se discutirá acá. Nosotros somos senadores”, explicó en off the récord un miembro del interbloque del Frente de Todos que siguió la presentación por televisión.

Minutos más tarde, la presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, dijo que desde el Senado de la Nación estaban presentando un proyecto que “se trabajó con mucha responsabilidad y con los números que tiene el Poder Ejecutivo”.

“Lo hacemos desde el el interbloque del partido del Gobierno. Defendemos y somos parte de este Gobierno aunque algunos o algunas tengamos algunas diferencias. Nosotros no nos vamos a desmarcar con ninguna política que tenga que ver con los lineamiento generales desde el proceso de campaña que hemos tenido todos los miembros del Frente de Todos. Vamos a seguir trabajando con mucha honestidad y responsabilidad en todos los proyectos en esta cámara o que vengan del Poder Ejecutivo”. agregó la senadora de la provincia de Buenos Aires.

Por último, Di Tullio sentenció: “No estamos conformes, no nos parece que los jubilados ganen lo suficiente. Es lo que podemos en este momento, es el país que nos dejaron, endeudado, y que estamos tratando entre todos y todas y con una coalición que tiene diferencias, de saldar el desastre que significó el gobierno anterior, la pandemia y la guerra”.

En los pasillos del Congreso de la Nación entienden que con este proyecto que presentó el interbloque en el Senado, al que se le suma la modificación del secreto bancario cuestionada por el Banco Central y lo que se conoce como la Ley Muñoz -el proyecto del senador del Frente de Todos Oscar Parrilli que busca detectar fondos no declarados en el extranjero para afrontar la deuda con el FMI-, el kirchnerismo empieza a desplegar una nueva estrategia y es la de, frente a la imposibilidad por lo menos hasta ahora de forzar cambios en el gabinete, marcar el pulso de las políticas del gobierno a través de la presentación de proyectos de ley desde el Palacio Legislativo.

 

 

 

 

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