Alberto Fernández invitó a Sergio Massa para que lo acompañe a la Cumbre de las Américas.

Estuvieron reunidos toda la mañana en la Quinta de Olivos. El presidente de la Cámara de Diputados irá a Los Ángeles si logra acomodar su agenda parlamentaria.

Ambos participarán en la cumbre que se realizará esta semana en Los Ángeles, Estados Unidos, desde el miércoles hasta el viernes 10. 

Ambos estuvieron reunidos en la residencia de Olivos durante toda la mañana, repasando la agenda que abordarán allí y también el reciente cambio en el Gabinete tras el desplazamiento del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien será reemplazado por Daniel Scioli. 

Fernández mantuvo en duda este viaje a Estados Unidos y recién lo confirmó luego de una charla telefónica con su par estadounidense, Joe Biden la semana pasada por la reticencia de los organizadores a invitar a algunos países como Cuba, Nicaragua y Venezuela. Si Massa consigue acomodar su agenda parlamentaria de esta semana integrará la comitiva presidencial. En Diputados podría empezar a debatirse el miércoles uno de los temas impulsados por la oposición de Juntos por el Cambio, como es el de la Boleta Única Electrónica.

Massa arribó pasado este mediodía, a las 12.42, a la Casa Rosada en la camioneta en la que se traslada habitualmente acompañado por el jefe de Estado, que casi todos los días utiliza su helicóptero (que sufrió un desperfecto en su techo) para movilizarse. Luego de un breve intercambio de palabras que duró un par de minutos en la explanada del palacio gubernamental, Massa se retiró hacia el Congreso.

En el encuentro en Olivos de esta mañana, Fernández y Massa siguieron dialogando de los preparativos para anunciar en la Rosada el proyecto de ley de Impuesto a la Renta Inesperada y también acerca del cimbronazo político que significa la salida de Kulfas del gobierno. Ya se habían reunido el sábado por la tarde en el mismo lugar. El jefe de Estado tuvo que pensar desde ese día bien temprano el reemplazo del titular de la cartera de Desarrollo Productivo luego de que la vicepresidenta Cristina Kirchner cuestionara al ministro por divulgar información en su contra en relación a la licitación del gasoducto Néstor Kirchner.

Su elegido fue Scioli, actual embajador en Brasil, con quien lo une una larga amistad. Le tiene una confianza casi sin límites y otro aspecto que valora es que está acostumbrado al trato con Cristina Kirchner, quien lo recibió hace pocos días en su despacho del Senado. Además, destacan que el futuro ministro tiene buena relación con la cartera de Producción, con la que trabajó en distintos temas vinculados a la agenda bilateral con Brasil durante sus dos años como embajador. Desde la sede diplomática en Brasilia logró tejer una relación aceptable con Jair Bolsonaro, enrolado en las antípodas ideológicas del peronismo.

Sin embargo, desde el entorno de Massa señalaron que el candidato del Presidente a él no lo convencía demasiado. La enemistad de Massa con Scioli viene de lejos, desde 2013, cuando el referente del Frente Renovador lo había convocado para un frente político junto a Mauricio Macri para derrotar en las elecciones legislativas de ese año al oficialismo que encabezaba Cristina Kirchner. Scioli se bajó de ese intento de coalición y a partir de allí el vínculo no se pudo recomponer. El sábado Massa no consiguió torcer el rumbo que ya había determinado Fernández.

Ahora, si Massa concurre al encuentro en Los Angeles junto al mandatario esas rispideces podrían ir atenuándose. Alberto Fernández, quien también preside la CELAC (Comunidad de Estados Lationamericanos y Caribeños) llevará un mensaje crítico por las exclusiones que decidió Biden para este encuentro, abogará por una América Latina unida y condenará la guerra en Ucrania por las consecuencias que tendrá sobre los países del continente.

El canciller Santiago Cafiero, quien será uno de los integrantes de la delegación argentina en Estados Unidos que partirán de Buenos Aires este martes 7 a las 23, reiteró el sábado en declaraciones radiales la necesidad de que la cumbre se realice “concitando todas las voces y sin exclusiones”.

”Eso fue lo que nosotros desde hace meses venimos comunicándole a los organizadores: que en ese tiempo de incertidumbre, de crisis global producto de la pandemia y de la guerra y sus consecuencias, lo que necesitamos era tener un espacio de encuentro donde se pueda discutir desde las diversidades y el respeto, pero que estén todos en la misma mesa”, profundizó Cafiero y destacó que la CELAC es “un foro sin exclusiones, en el que no necesariamente están todos de acuerdo”.

 

 

 


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