Por Mónica Papaianni

Jefa de redacción

Considerado como uno de los mayores emblemas que definen la cultura argentina, el tango también representa la idiosincrasia de un estilo de vida que trasciende en el tiempo. En el tango se funden música, danza y poesía, con la mezcla exacta de pasión, sensualidad ... nostalgia… y por que no, erotismo.

Desde su comienzo, allá por el siglo XIX, el tango fue graficando cambios sociales y culturales en la Argentina y, puntualmente, con fuertes cambios en el rol de la mujer, que pasó de culpable o víctima … y en otros casos, estigmatizada como “la mala de la pelicula” y señalada con el dedo, a tener un papel fundamental e independiente en la sociedad. A medida que pasaron los años, los guapos entraron en decadencia, los burdeles pasaron a ser ilegales y la mujeres habían dejado de ser “tísicas”, esperando al “maula” que volviera de gira por los cabarets, y las señaladas como “malas” se consagraron como fuertes emprendedoras. Todo cambió y para mejor.

Las letras, solían basarse en el lunfardo (la jerga rioplatense) y expresaban desamores o reclamos políticos.

Pero la música creció, creció en valores, en argumentos, y hoy podemos escuchar los acordes de esa transformación sublime, que sabemos, emociona en todas las latitudes.

El tango se escucha, se siente y se baila, y el baile es transversal a varias generaciones. Están los jóvenes, que asombran con sus acrobacias, están los ortodoxos, que demuestran actitud, y están los de siempre, los de todas las épocas, aquellos que pueden ser denominados románticos, los que ensamblan arte, destreza y erotismo. Ellos, son los que nunca envejecieron y son motivo de destacar.

De los románticos de todos los tiempos que bailan tango, de todos los que despliegan erotismo en cada corte y quebrada, contar lo que sienten es lo importante para compartir.

En un emblemático salón de baile, una pareja de adultos mayores expresa que bailar tango cautiva. Más allá de lo obvio sobre la sensualidad de sus movimientos o la calidez del abrazo, está la conexión con uno mismo, y el don de fluir, química pura, conexión metafísica, y hace que se convierta en un lenguaje universal que permite comunicarse más allá de cualquier frontera idiomática, de estatus social, de edad o de nivel cultural.

Definen que esa conexión con el otro lleva a concentrarse y percibir sutiles señales de su lenguaje corporal al bailar, lleva a cerrar los ojos, sentir y provocar sensaciones placenteras independientemente de la belleza o el grado de intimidad que se comparta con el compañero de baile.”Nos ayuda a desinhibimos, a reconocer nuestro cuerpo y a despertar sensaciones”, sostiene una pareja.

Respuestas que dejan en claro que el encuentro al bailar es un potencial generador de emociones que movilizan, mientras los pensamientos tienen una fuerte carga sentimental. El tango puede considerarse como un buen encuentro erótico.

Los cuerpos se conocen a través del movimiento, se involucran en una disciplina que los conecta más allá de lo verbal. El tacto y el olfato están al servicio de una conexión más directa, básica y poderosa.

Ahora, ¿como gravita esta actividad cultural en personas de la tercera edad?

La socialización que genera esta actividad en personas de la tercera edad contribuye a un mejoramiento significativo en la autoestima, coordinación motora, equilibrio y también , postura, además de lograr mayor capacidad intelectual y rendimiento cognitivo.

Al compás de dos por cuatro, un nutrido grupo de personas de la tercera edad se encuentra más saludable, y quienes estén transitando dolencias, pueden recuperarse con mayor rapidez y también, es una actividad benéfica para personas con discapacidad, por ser un ejercicio importante en el proceso de rehabilitación.

Este es el resultado de aplicar tangoterapia para resolver ciertas patologías que este grupo etario padece.

Pero, en paralelo el leitmotiv fundamental es sin dudas, el erotismo producido antes, durante y después de cada encuentro. La mística que rodea a estos sitios de encuentros, cuya arquitectura le han escapado al paso del tiempo, son definiivamente, la plataforma perfecta para quienes, en su interior, también le escapan al paso del tiempo.












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