Los piqueteros volverán a marchar por el centro porteño y presionarán a la CGT para que convoque a un paro general.
No trabajan, viven de los porcentajes que les quitan a sus "adherentes", y ahora pretenden un paro nacional, una medida que le cuesta a la nación algo así como 5 mil largos millones de dólares en un solo día.
¿Hasta cuando los cortes de calles, hasta cuando van a seguir viviendo sin trabajar? Un enigma.
El informe:
Mañana, a las 9, dejarán una carta en el histórico edificio de la calle Azopardo. Una hora más tarde, desde el Obelisco se movilizarán por la universalización del Potenciar Trabajo y aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil.
En el barrio, cuando una persona provoca a otra, se le dice “mojar la oreja”. Si el insulto, el desafío, se lleva a cabo en el terreno del oponente, el reto es aún mayor. No lo dicen con esas palabras, pero los dirigentes de la Unidad Piquetera harán eso, o algo muy parecido, con los caciques sindicales mañana por la mañana. En la mesa de entrada del histórico edificio de la CGT, dejarán una carta, con un pliego de demandas. Sobresale el llamado a un “paro general” contra el gobierno de Alberto Fernández por un bono de emergencia de $20.000, un aumento del salario mínimo vital y móvil a $110.000 y “un plan de lucha para conquistarlo”.
El 8 de junio, en una reunión considerada como “histórica”, la CGT, a través de la secretaria de Políticas Económicas y Sociales, a cargo de Omar Plaini, el secretario general del gremio de los Canillitas, recibió al Polo Obrero y a la Unidad Piquetera para escuchar los reclamos de los movimientos sociales de izquierda.
En esa oportunidad, también reclamaban que la principal central obrera del país llame a un paro general contra el gobierno del Frente de Todos. Esa vez no sucedió y tampoco ocurrirá ahora. De hecho, el 17 de agosto, los principales sindicatos enrolados en la CGT, protestaron en la calle contra la inflación, pero acusaban del flagelo a los “grupos económicos concentrados” y desvinculaban a las políticas de Estado para combatir el aumento de precios y la falta de generación de puestos de trabajo.
Finalizado el acto, y con la certeza de que la central obrera no tomará el guante, se unirán a las columnas que desde las 10 de la mañana se concentrarán en el Obelisco porteño para marchar desde ese punto neurálgico de la Ciudad de Buenos Aires al Ministerio de Desarrollo social en reclamo de la universalización de los planes sociales, como el Potenciar Trabajo, la entrega de las máquinas y herramientas prometidas y adeudadas, y un refuerzo de alimentos para comedores y merenderos.
Entre una acción y otra, los piqueteros también protestarán frente al Ministerio de Trabajo, a cargo de Carlos Moroni. Lo hacen en el marco de las discusiones del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil.
La Unidad Piquetera cuestiona que, a horas de la reunión en el Ministerio de Trabajo, donde los representantes de la CGT que discutirán el salario mínimo vital y móvil frente a funcionarios y empresarios, aún “no se conoce cuál es el planteo de la CGT y CTA”.
La Unidad piquetera viene de realizar dos protestas masiva, la última, el 17 de agosto frente a la Casa Rosada; la anterior, un acampe por 24 horas en Plaza de Mayo. Durante las dos medidas, los reclamos eran los mismo que se escucharán mañana y sobre los cuales el Frente de Todos no cede.
“Hay que defender el salario frente a la ofensiva ajustadora del Gobierno que lleva adelante el programa del Fondo Monetario Internacional. Por eso apoyamos al Sindicato Único de Trabajadores. del Neumático Argentino, los docentes y estatales que luchan por salario y todas las luchas por este reclamo fundamental”, destacan los piqueteros.
Frente al ministerio de Juan Zabaleta insistirán con la universalización de los programas sociales, como el Potenciar Trabajo, el aumento de las raciones de alimentos para comedores y merenderos y la entrega de máquinas y herramientas prometidas para las Unidades de Gestión.
Al igual que los principales dirigentes de la UTEP, como su secretario general, Esteban “Gringo” Castro, o el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos, Juan Grabois, los piqueteros tampoco se oponen a que Desarrollo Social audite esas tareas, pero exigen seriedad y que se realicen en los lugares de trabajo.
El problema de dirigentes piqueteros es la auditoría, con lo cual se quedan sin "caja"Mañana,
como ocurre cada vez que la Unidad Piquetera o la oficialista UTEP
marchan sobre la Ciudad de Buenos Aires, el tránsito volverá a ser un
caos. Paradójico es, que no dejan pasar a quienes trabajan y son quienes pagan los planes a través de los enormes descuentos en las liquidaciones de sueldos..
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