La diferencia en el precio de un mismo producto llega al 100% entre distintos puntos de venta.

Hacer las compras y buscar los mejores precios, incluso dentro de una misma zona o localidad, puede resultar una odisea hoy en la Argentina. La dispersión es tan grande que ya prácticamente no se encuentra un producto con un mismo precio en dos comercios distintos. Las diferencias no sólo se producen entre canales, en el caso del consumo masivo, con un brecha que alcanza los 25 puntos entre el canal moderno y el tradicional, sino que ya se detectan entre casas de proximidad que tal vez se encuentran a pocas cuadras de diferencia.

En las empresas productoras de alimentos y artículos de limpieza y tocador advierten y el propio consumidor sufre día a día. Las diferencias pueden llegar al 100% en algunos casos, y mucho más si el cliente aprovecha las ofertas que suelen ofrecer las grandes cadenas de supermercados.

Históricamente las cadenas fueron más baratas que los comercios de cercanía, pero la brecha de precios creció mucho durante la pandemia a partir de los precios máximos (Del Río)

Según explicó el presidente de la consultora Scentia, Osvaldo del Río, históricamente las cadenas fueron más baratas que los comercios de cercanía, pero la brecha de precios creció mucho durante la pandemia a partir de los precios máximos, se acrecentó el año pasado y permanece durante 2022, aunque con un gap menor. Esta situación generó una diferencia de valores entre canales que hoy se ubica en un promedio del 25 por ciento.

Para el análisis, se relevaron precios en dos minimercados y un supermercado chino de una misma localidad, así como también los valores online de una de las grandes cadenas. Se analizaron casi 50 ítems y se encontraron diferencias, entre el precio más caro y el más barato, de hasta 100%. De todos modos, el promedio ronda el 30 por ciento.

La lista de productos fue elegida al azar y donde más diferencia se detectó fue en la mayonesa Natura de 500 gramos y en la Coca-Cola de 1,5 litros. En el primer caso, mientras que en los dos minimercados y en el super chino el valor es de $504; $510 y $515, en la gran cadena cuesta $236, es decir que hay una diferencia de 118% entre ese precio y el más caro. A su vez, en el caso de la bebida gaseosa los precios ofrecidos fueron $297 en uno de los comercios, $270 en otro; $250 en el supermercado chino y $146,10 en la cadena. Se destaca que la línea clásica está en la lista de Precios Cuidados, y la light no, pero el hecho de que una participe del programa hace que la otra, que se consume menos, tenga el mismo precio.

Las brechas son cada vez más altas cuando los productos integran Precios Cuidados, porque el programa no se aplica en los comercios de proximidad. Además, como los aumentos que autoriza el Gobierno para estos ítems no cubren, ni cerca, la inflación de cada mes, van quedando cada vez más rezagados respecto del resto, incluso de los que venden las propias cadenas de esas categorías. “Ello hace que crezca el consumo de estos productos más que los promedios históricos y se generen problemas de abastecimiento”, destacan en el sector.

Las brechas son cada vez más altas cuando los productos integran Precios Cuidados, porque el programa no se aplica en los comercios de proximidad

Otro ejemplo de un producto que integra Precios Cuidados es el de la crema de leche Sancor de 360 gramos. Mientras que en la cadena se consigue a $296,64, en los dos minimercados de barrio relevados cuesta $491 y $525, respectivamente. En este caso, la diferencia trepa al 77 por ciento.

Competencia de ofertas

Lo que genera una diferencia aún mayor entre los comercios de proximidad y los grandes supermercados son las promociones y descuentos que hacen habitualmente las cadenas. A modo de ejemplo, la botella de leche larga vida de La Serenísima vale $213 en uno de los minimercados, $219 en otro y $211,95 en la plataforma digital de la cadena. Es decir que la diferencia, en ese caso, alcanza al 27%. Pero si el consumidor decide llevarse 4 unidades, el precio unitario baja a $158,96; en ese caso, el gap sube casi al 38%. Y lo mismo ocurre con muchos otros productos.

Comparándolo con cualquier cadena, siempre el consumidor va a encontrar que en la mayor cantidad de productos la cadena es más barata, aunque habitualmente hay algunos ítems en donde hacen la diferencia. Cuando medimos el gap de precios entre canales influyen los descuentos que hacen las cadenas porque es el precio al cual los clientes pagan el producto, pero no contemplamos los que puede hacerle la tarjeta por alguna promoción bancaria, que puede mejorar más aún la ecuación”, manifestó Del Río.

Otros ejemplos de distorsiones detectados en el relevamiento fueron los siguientes: el kilo de harina Favorita 0000 cuesta $209 y $179 en los dos minimercados y $152 en la gran cadena (38% de diferencia); la bolsa de 500 gramos de arroz gallo oro vale $137 en los comercios de proximidad; $180 en el supermercado chino y $126 en la cadena (42% de diferencia entre el valor más alto y el más bajo); la mermelada Arcor Light de frutilla cuesta $390, $425; $330 y $468,39, respectivamente. En este caso, curiosamente el precio de la gran cadena es el más caro y el del chino, el más económico.

A su vez, el sachet de leche La Serenísima descremada 1% tiene un precio de $190 en uno de los super chicos y en el chino, $164 en otro y $139,85 en la cadena, lo que refleja una diferencia del 36%. Con el azúcar Ledesma sucede algo similar: los valores oscilan entre 220 que cuesta en el super chino -”precio de promoción”-, $240 y $263 en los dos minimercados.

Este relevamiento también comparó el precio del paquete chino del pan Fargo integral de grano entero, y el más económico, una vez más, se encontró en la cadena, donde vale $415,99. En los otros comercios, oscilan entre $470 y $520. Y en el caso de la lavandina Ayudín clásica de 2 litros, el menor precio fue detectado en uno de los minimercados ($215), y el más caro, en la cadena (269,99 pesos).

En el mundo del consumo masivo hay unos 280.000 puntos de venta, de los cuales el 30% (70.000) son grandes supermercados, y el otro 70% (210.000) corresponden a almacenes, kioscos, minimercados, carnicerías

En el mundo del consumo masivo hay unos 280.000 puntos de venta, de los cuales el 30% (70.000) son grandes supermercados, y el otro 70% (210.000) corresponden a almacenes, kioscos, minimercados, carnicerías, entre otros.

Fuentes del sector alimenticio contaron que “entre las cadenas no hay tanta disparidad de precios -tal vez de 3% a 4%-,  Además, en épocas de inflación, todas las partes remarcan por las dudas porque no saben a cuánto luego podrán comprar la misma mercadería, y eso genera un descalabro absoluto, que no pasa sólo en nuestro sector, sino en todos los rubros de la economía”.

 


 

 

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