“Vienen a pedir fondos al Tesoro y tienen sus presupuestos a plazo fijo”: el reclamo de Massa a los organismos del Estado.
El ministro de Economía habló durante la reunión de gabinete que se llevó a cabo esta mañana en Casa Rosada. Fue el primer encuentro de ese tipo en el que participó.
Esta mañana fue la primera reunión de gabinete de Sergio Massa. Con la presencia del presidente Alberto Fernández –y con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, que en la previa había mostrado su preocupación por la situación de las reservas del Banco Central– el flamante ministro de Economía habló sobre el drástico recorte de gastos que está impulsando en la administración pública.
Tan es así que estuvo acompañado por Raúl Rigo, su secretario de Hacienda, y quien se encarga de reunirse con ministerios y otras reparticiones del Estado nacional para explicarles el nuevo esquema. No es habitual que los secretarios acompañen a los ministros a estas reuniones, a menos que se necesite algún detalle técnico, como fue este caso. Tampoco es común la presencia del Presidente, un factor que no pocos tomaron como otra señal de apoyo a Massa.
Luego, ambos viajaron juntos a Salliqueló, a la firma de los contratos de la obra civil del gasoducto Néstor Kirchner, la obra pública más importante de esta administración. En ese viaje, se discutió también la agenda de reunión que se buscará hacer la semana próxima con empresarios y la CGT.
En un contexto inflacionario cada vez más complejo, no son pocos los organismos que buscan herramientas financieras para resguardar sus partidas. En general, ese manejo de liquidez se hace por medio de fondos comunes de inversiones compuestos por instrumentos cortos, como plazos fijos –comunes y precancelables–, cauciones y cuentas remuneradas. La última crisis de bonos en pesos, durante la gestión de Martín Guzmán, habría sido ocasionada por un rescate masivo de unos $9.000 millones que habría realizado Energía Argentina en el Fondo Pellegrini, del Banco Nación.
El reclamo de Massa sería por supuesto, por problemas de caja que generan reclamos al Tesoro, cuando parte de los fondos y ganancias están depositados a plazo.
Ordenamiento
Todo se da en un fuerte contexto de ordenamiento de los organismos que impulsa Massa, quien cuando asumió prometió un estricto orden fiscal con tres líneas: cumplimiento de la meta del 2,5% del PBI de déficit fiscal establecida por el Presupuesto, el no uso de Adelantos del BCRA al Tesoro por lo que resta del año y congelamiento de la planta del Estado para todos los sectores de la administración pública nacional centralizada.
El último punto es el que está discutiendo uno por uno Massa, Rigo y también el jefe de gabinete de asesores, Leonardo Madcur, con los encargados de las plantillas y las áreas administrativas de todos los organismos. El mensaje parece claro: ”No habrá para lo que resta del año un peso más de lo presupuestado”, dicen en el Palacio de Hacienda. Por el momento, y en medio de un contexto macro adverso y de una inflación que el REM del Banco Central ya estima en 90% para el año, todos toman nota y no hay mayores reclamos.
Massa tomará la letra escrita de la ampliación del presupuesto que realizó Guzmán a mitad año con un cálculo de suba de precio de 62 por ciento anual.
Las reuniones comenzaron ayer y seguirán mañana jueves. El objetivo, como tuiteó el ministro días atrás, es “darles la programación hasta fin de año, para que conozcan las prioridades de inversión y los techos de gasto”.
“Empezamos en coordinación con todos los sectores de la administración pública la fijación de topes al ingreso de personal, y a partir del 1° de septiembre debe estar publicada con acceso público cada declaración jurada en la página del Indec”, agregó el funcionario.
La primera reunión la tuvo ayer con su colega de Hábitat Jorge Ferraresi. En la misma tónica, también pasaron por el despacho del ministro Rigo y la titular de Anses, Fernanda Raverta, para evaluar las posibilidades fiscales de un bono a jubilados, que sería anunciado hoy.
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