Sergio Berni pidió bajar la edad de imputabilidad y desafió a “los kirchneristas que le dicen facho”

El ministro de Seguridad bonaerense planteó que “aquel que comete un delito es un delincuente”. Dijo que Cristina “está muy lejos del kirchnerismo” y no se arrepintió de su frase polémica sobre Alberto Fernández. 

El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, reclamó bajar la edad de imputabilidad de los menores de edad, sin mínimos ni topes, rechazó las posturas del “progresismo” en contra de esa medida y resaltó: ”Muchos kirchneristas dicen que yo soy un facho, pero cuando tienen problemas son los primeros que llaman para que vaya la Policía”.

En el Comando de Coordinación Estratégico (CCE) de La Matanza, en el Puente 12 de Ciudad Evita, el funcionario también volvió a referirse a la posibilidad de dejar su cargo y consideró que la vicepresidenta Cristina Kirchner está muy lejos de ese proyecto que soñamos hace 30 años y pico atrás en Santa Cruz con Néstor.“

Sin evitar las polémicas, Berni se pronunció sobre uno de los temas que mayor discusión genera en torno a la seguridad: la inimputabilidad de los menores. Lo dijo en medio de casos resonantes que fueron protagonizados por adolescentes, como el de Joaquín, el chico que fue baleado en la cara para robarle la mochila.

El funcionario, que ratificó que se fue defraudado del kirchnerismo, reclamó a los diputados y senadores que discutan un proyecto para modificar el actual límite de 16 años. El último intento, que naufragó en medio de otra crisis similar a la actual, fue el que encabezó el gobierno de Mauricio Macri a principios de 2019, que buscaba reducirla a 15 años. “A los menores no se los defiende con sarasa”. alertó.

Algunas frases:

"Yo no tengo ninguna duda de que la edad imputabilidad en la Argentina hay que bajarla y soy de aquellos que no cree que tiene que haber una edad fija, una edad tope".

“Si usted tiene 12 años, 13 años, 14 años, 20, 60, 70 y comete un delito, es un delincuente”.

3- “Al progresismo le digo: a un menor no se lo cuida con sarasa”.

4- “Muchos kirchneristas dicen que yo soy un facho, pero cuando tienen problemas, son los primeros que llaman para que vaya la Policía”.

"Etoy acompañando al gobernador Kicillof pero, cuando estemos en etapa de debate político, tomaré otro camino, sin ninguna duda".

Sobre la frase “el que te trajo al borracho, que se lo lleve”, respondió: “La verdad no ofende. Sigo pensando lo mismo”.

“El kirchnerismo me defraudó y por lo tanto tomé la decisión de apartarme del kirchnerismo”.

“Los muertos en la política en la Argentina, no solamente resucitan una vez, resucitan varias veces”.

“Es tan mala la oposición que en el 2023 puede pasar cualquier cosa. Incluso puede reelegir el Frente de Todos”.

"Yo estoy dispuesto a sentarme con Rodriguez Larreta y con todos".

“En 2021, en lo referido a tasa de homicidios, la provincia de Buenos Aires tuvo su mejor índice estadístico de los últimos 25 años”.

"En un día tiré más bunkers de drogas que todos los que andan cacareando por la televisión, pero tirar un bunker no sirve de nada".

Tenemos que saber de dónde venimos. Cuando asumimos el 10 de diciembre del 2019, lo primero que hizo por unanimidad la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires fue declarar a la provincia en emergencia de seguridad. A partir de allí nos hicimos cargo sin beneficio de inventario: sabíamos lo que íbamos a recibir, pero también sabíamos hacia dónde queríamos ir. Por lo tanto no voy a hablar de lo que recibimos, porque todo el mundo sabe de qué se trataba, pero sí sobre los grandes cambios, transformaciones e inversiones.

La gente de la provincia Buenos Aires que caminaba por las calles todos los días sabía en qué estado estaba la Policía, qué estado de ánimo tenía la Policía, cómo estaba equipada, los patrulleros que eran chatarra. Todo eso la gente lo sabe, me parece que no es materia de discusión. Lo que a la gente le interesa es saber hacia dónde vamos. Y nosotros, con la certeza de saber hacia dónde tenemos que ir, pusimos la proa y no nos desviamos ni perdimos un minuto en otra cosa que no sea profesionalizar la Policía, llevar adelante, una transformación en materia educativa y -por sobre todas las cosas- cambiar la operatividad de la Policía. Una policía, para tener operatividad, no es solamente un chaleco antibalas o una pistola.

Dicho sea de paso, si quiere que recordemos de donde venimos, la Policía no tenía provisto -como cargo individual- el chaleco antibalas. (El efectivo) lo dejaba cuando salía de turno, venía el que le seguía y se lo ponía. Por primera vez en la historia de la Policía, cada policía tiene su chaleco antibalas. Cuando vamos al armamento, en el proceso de reentrenamiento de nuestros policías en materia de tiro empezamos a observar que había gente que tenía cuatro o cinco o seis años sin tirar y que producto de esa inhabilidad o inutilidad de la pistola durante seis años generó daños irreversibles en lugares sensibles de la pistola, el resorte recuperador que hace que la pistola quede inhabilitada a la hora de tener que usarlo. Hemos, obviamente, no solamente recuperado todo el armamento, sino que empezamos con la práctica de tiro de la policía.

Cuando uno habla de práctica de tiro de la Policía, todo el mundo piensa que el policía lo que tiene que aprender es a hacer centro en el blanco que, obviamente, es parte del entrenamiento, pero lo más importante del entrenamiento de esa dupla inseparable, policía y armamento, es saber lo que nunca tiene que hacer un policía con el armamento. Eso es lo más importante en la instrucción de un policía.

Después seguimos con las transformaciones operativas: incorporación de tecnología, estamos en el momento entre casi el 95% de los homicidios que se producen en la provincia de Buenos Aires lo resolvemos en las primeras 72 horas, algo prácticamente inédito. Recuerdo, como caso resonante hace poquito, se acuerda ese chico (Joaquín)que le quisieron robar y que de manera inexplicable se salvó por milagro.

 

Bueno, no teníamos de dónde arrancar y estaba seguro de dos cosas: que lo íbamos a tratar como un homicidio y que en las próximas 72 horas lo íbamos a detener y que no tenía ninguna duda que eran menores. Dicho y hecho: en 72 horas lo detuvimos y arrancamos de la nada. Por supuesto, como no hay ninguna novedad, eran menores, una metodología que estamos viendo cada vez más frecuente en el delito de la provincia de Buenos Aires y la verdad que no veo a ningún diputado ni a ningún senador preocupándose por discutir la ley penal juvenil. Tenemos un gran problema, un gran problema con los menores, y no veo a la dirigencia política estar a la altura de las circunstancias para solucionar esto. 

Cada vez están más involucrados en el delito, cada vez son más…

Más cantidad, más delitos, más violencia y menos contención. Son cuatro cosas que se dan en todos los lugares donde hay un menor presente y nadie quiere discutir la ley menor. Yo estoy totalmente convencido, aprovechando este espacio que tenemos, que tenemos que modificar la ley de imputabilidad de los menores. Y cuando hablamos de modificar la ley de imputabilidad de los menores estamos diciéndolo y pensándolo desde el cuidado que merecen los menores.

Estoy totalmente convencido que un chico de 14 o 15 años no tiene que estar en una cárcel encerrado tiene que estar en el potrero jugando con los amigos. Ahora cuando no hay contención del Estado, cuando hay un Estado que no se encarga de la reincidencia de los menores, cuando hay un Estado que detiene a un menor y, así como lo detiene, en menos de una hora está nuevamente en libertad y cuando sale en libertad no es que vuelve a su casa para hacer una vida común de un niño, sino para seguir delinquiendo y cada vez el delito se va a profesionalizando más.

Cada país tiene distintas miradas en cuanto a las edades a la que hay que bajar la imputabilidad. No puede ser que usted, hasta tal edad es inimputable y después de tal edad sí es imputable. ¿Qué es la imputabilidad? La imputabilidad es la capacidad de comprender el acto criminal que está llevando adelante, por lo tanto, para mí, no debe haber edad. Cada menor debe ser sometido a un test, como una pericia psiquiátrica y a partir de ahí determinar si al momento de llevar adelante el acto comprendía lo que estaba haciendo. Ahora las penas también las tenemos que modificar no puede ser la misma pena a un menor que a un mayor.

Después discutimos cuál es la sanción y cuál es el mecanismo de rehabilitación. Pero no tengo ninguna duda de que si un chico de 12 años comprende lo que está haciendo, por supuesto, de eso se trata la imputabilidad ante la ley.

No hay frontera. Si usted tiene capacidad de entender lo que está haciendo… además, nuestra legislación no toma a la pena como una sanción, sino como una oportunidad de recuperación.

Entonces lo que tenemos que hacer es ver cómo hace el Estado para actuar de manera rápida y contener ese delito, vuelvo a repetir, y lo digo con absoluta frustración: tenemos un mapeo de los menores de los barrios, porque hemos avanzado en materia de incorporación tecnológica y en vincular los delitos con el área sociológica. Por distrito, usted tiene entre 200 y 300 menores que son conflictivos para cada uno de los distritos ¿un municipio no se puede, que un Estado no puede encargarse de resolver el problema de 300 menores? Que son los que roban, roban, roban y entran al narcotráfico ¿por qué? porque abusándose en su inimputabilidad, los narcotraficantes los toman como mano de obra.

Y hay una complicidad, a veces por necesidad, de algunas familias que no quieren ver. No quiero acusarlos, pero tenemos que hablar con la realidad. La realidad duele, la realidad no gusta y la realidad es políticamente incorrecta, pero tenemos que saber que, ante la situación socioeconómica por la cual estamos atravesando, 

O sea, hay un rechazo a intentar entender la realidad y esto no lo digo desde un análisis teórico, lo digo porque caminamos y estamos en los barrios, con las familias, con los padres de los chicos que incurren permanentemente en el delito. Y pasa esto: empiezan robando, empiezan en narcotráfico, empiezan con el uso de armas. Estos chicos que estábamos hablando recién, la relación que tienen con armas y armas que vienen del narcotráfico y cómo se va haciendo una bola. No puede ser que el Estado, con 200 o 300 menores en cada uno de los distritos, no pueda intervenir de manera exitosa.

Entonces al progresismo hay que decirle: señores a todos aquellos que no quieren tratar la ley, que quieren esconder la cabeza como el avestruz, para no hacerse cargo de una responsabilidad que le compete, que es tratar la inimputabilidad de los menores, se tienen que hacer cargo, porque la situación está empeorando cada vez más.

Cada vez que tenemos problemas, cada vez que los menores delinquen, cada vez que los menores terminan asesinando y no solamente terminan asesinando: le puedo dar, aunque sé que no es el ámbito y a la gente no le interesa, pero yo le puedo dar el listado de todos aquellos menores que detuvimos, que fueron liberados, y que después terminaron muertos en enfrentamientos, con la Policía o en enfrentamientos en otros delitos. A un menor no se lo cuida con sarasa, hay que hacer lo que hay que hacer. Los diputados y los senadores tienen la obligación de discutirlo, porque si quiere podemos hablar del desastre que la ley penal juvenil y para todos aquellos que son progresistas lo discrecional de la ley. Es algo muy complejo, que no viene al caso abordarlo, pero sí no podemos tener diputados y senadores haciéndose los distraídos permanentemente, cuando tenemos un problema, que debemos solucionarlo y que no es difícil solucionarlo.

Es una mirada basada en la realidad científica, no es una idea. No es una idea que un día se me ocurrió caminando por la calle que había que bajar la edad de imputabilidad de los menores, sino que es producto de observación científica, método científico, comparación, hablar con los padres, intercambios sociológicos. El resultado de lo que vemos todos los días en la calle. Como le digo recién: usted puede no saber todo esto, ahora ¿mejoró o empeoró la situación de los menores ante el delito?

Empeoró. Entonces ¿qué vamos a seguir esperando? ¿que sigan robando, que los sigan matando, que los sigan usando en el narcotráfico, que maten inocentes y terminen muertos en enfrentamientos con la Policía? Me parece que, vuelvo a repetir, la política no tiene más lugar para esconder la cabeza como el avestruz abajo de la tierra, porque lo que el avestruz no quiere ver, lo ve toda la sociedad.

Yo creo que no tenemos que empezar a estigmatizar. ¿Qué es un delincuente? Aquel que produce un delito.

Hoy tenemos un gran problema con la Justicia, porque siempre cuando hablamos de seguridad pareciera que el problema es más o menos policías, y le puedo garantizar que la policía obviamente es un eslabón importante, pero la seguridad es una construcción colectiva, donde aportan diferentes actores. La justicia es fundamental, el sistema penitenciario es fundamental, pero cuando hablamos de Policía y de Justicia y cuando hablamos de sistema penitenciario es porque ya llegamos tarde a la prevención

Yo creo que nadie quiere hacerse cargo, ni nadie quiere abordar un tema tan sensible, delicado y falta comprender. Falta caminar mucho la calle para entender la situación en la que estamos.

Entonces, una cosa es decir y otra cosa es hacer. Yo tengo la responsabilidad de cuidar a los bonaerenses y en ese sentido digo, no solamente lo que me parece, si no lo que mi obligación como científico me hizo abordar y entender por qué vía tenemos que ir para solucionar un tema que estamos, todavía, en las puertas de poder solucionarlo de manera completa.

Después discutimos la sanción y después discutimos cómo debe ser la resociabilización. Pero primero lo que tenemos que discutir es empezar por el principio. ¿Cómo vamos a empezar por atrás? ¿Hay que bajar o no hay que bajar la edad de imputabilidad? ¿Hasta qué edad la vamos a bajar? O, yo lo vuelvo a repetir, soy de aquellos que creen que aquel que comprende el acto criminal que está llevando adelante, le debe corresponder las generales de la ley.

No nos olvidemos que los derechos de cada uno terminan donde empiezan los derechos los demás y los bonaerenses tienen derecho a la vida, tienen derecho a vivir tranquilos, tienen derecho a que un menor abusándose de su inimputabilidad, haga lo que quiera en la calle. Inclusive hay una desaprensión por el sentido de autoridad que comienza ¿dónde? ¿en la calle? No, en la familia.

Cuando vemos que un menor le falta el respeto a la autoridad, no es solamente a la autoridad policial, es a la autoridad en la escuela, a la autoridad en la familia. En la etapa preventiva, la educación y las políticas de inclusión son fundamentales, porque cuando hablamos de Justicia, Policía y Servicio Penitenciario es porque llegamos tarde.

cercar, no entrar, ni siquiera podía acercarse al barrio. Nosotros entramos a todos los barrios con tres mil efectivos y nos apropiamos del territorio.

Recuerdo, creo que fue el barrio Las Flores -que era imposible acercarse- después de tres semanas de nuestra intervención festejamos el 9 de Julio con la intendenta y una fiesta para chicos en el medio del barrio, como algo simbólico, diciendo acá antes estaban los narcos, ahora estamos nosotros.

Pero teníamos 3.000 gendarmes y tenía un secretario de Seguridad que vivía en Rosario. Iba, venía, me quedaba a la noche, recorría, estaba. Yo había armado una mesa de investigación y fui quien en definitiva reunió las pruebas ante la Justicia para inculpar a Los Monos en el delito en narcotráfico, porque Los Monos no estaban involucrados judicialmente en el delito de narcotráfico. Y ni siquiera tampoco quiero entrar en en los detalles, pero recuerdo a Delfín Zacarías, los grandes narcotraficantes…


 

 

 

 

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