Los gremios docentes de la Ciudad de Buenos Aires rechazan la decisión de pasar a los sábados las jornadas de capacitación.
Tras el anuncio del ministerio de Educación de la Ciudad de agendar capacitaciones a maestros y profesores los días sábados, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) convocó a un paro docente para el próximo jueves 22 de septiembre en rechazo a las jornadas EMI, lo que afectaría los días laborales de los maestros, pero mucho más afecta el aprendizaje de miles de alumnos.
A la convocatoria de UTE, se sumarán Ademys, gremio que llamó a concentración y conferencia de prensa en Callao y Corrientes a las 8 hs.
Ese lunes 31 de octubre estaba previsto que se realice una jornada de Espacio de Mejoramieto Institucional (EMI), destinada a los docentes. Por esto mismo, los alumnos no tendrían clase ese día, pero los maestros estaban afectados al encuentro.
El Gobierno porteño propuso que esa jornada se realice “antes de fin de año”. Luego de eso, durante la presentación del ciclo lectivo 2023, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que las cinco jornadas EMI se realizarán los días sábados.
Por esto mismo, los sindicatos consideran que los días laborales de los docentes se ven afectados. De igual forma, la Ciudad aseguró que “afrontará el pago extra a todos los maestros”. De esta manera, el Gobierno porteño espera tener 192 días de clases, 12 más que los 180 obligatorios.
A la lista de rechazos y cuestionamientos que los gremios le hicieron al gobierno de Larreta, se le sumó una larga serie de pedidos: reapertura de una mesa para discutir salarios y aumentos en la cantidad de vacantes “porque 55 mil chicos quedaron afuera” de la escolarización.
También exigen recomposición y ampliación de las prestaciones de la obra social docente, construcción de escuelas en los barrios más desprotegidos, titularización de docentes y ampliación de cargos, asegurar micros para actividades fuera de la escuela y participación en los planes de estudios del nivel terciario, entre algunas.
Pero los paros se contradicen con los cuestionamientos de una mejor educación.
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