“Cuervo” Larroque volvió a cuestionar el desempeño de Claudio Moroni en el Ministerio de Trabajo: “Hay un déficit de gestión”

La meca del cine se perdió a un crítico de primer nivel: Andrés Larroque, el "cuervo", co o lo laman quienes lo conocen bien. Lo cierto es que aun nadie sabe que hace en la provincia de Buenos Aires, el hermetismo es absoluto, pero cada vez que asoma la cabeza es para expresar extensas críticas a sus pares de Nación. La Cámpora lo supera en nacionalismo o en el genuino ejercicio de sus funciones, que por ahora, no se ven.

El informe:

El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y líder de La Cámpora expresó su descontento por los métodos del ministro para llevar adelante los conflictos sindicales que se dan en el país.

Mientras distintos sectores discuten la reapertura de paritarias para intentar que los salarios pueden empatar o ganarle a la inflación, la gestión del ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, vuelve a estar bajo fuego del kircherismo duro. Andrés “Cuervo Larroque, secretario general de La Cámpora, atacó por segundo día consecutivo al funcionario que forma parte del círculo de confianza del presidente Alberto Fernández al considerar que en el Ministerio de Trabajo “hay un déficit en materia de gestión”.

Para respalar su punto de vista, “Cuervo” Larroque puso como ejemplo el reciente conflicto del neumático, por el cual el sector sufrió varios días de paralización en la producción como consecuencia de los reclamos salariales impulsados por el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA). “Por lo menos en el conflicto del neumático, está claro que si las cosas se prolongan por tanto tiempo y después finalmente se termina comprobando que con dedicación, actitud y voluntad política se puede resolver”, planteó Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense.

En la misma línea, el referente de La Cámpora enfatizó: “De ninguna manera los enemigos pueden ser los trabajadores y las trabajadoras”. Asimismo, consideró que no se puede “deslegitimar el reclamo de quienes generan la riqueza del país”.

Larroque manifestó sus críticas contra el ministro por la intervención del Gobierno en el conflicto salarial que protagonizó el SUTNA en la actividad automotriz, que paralizó a las terminales de producción. “Terminamos entrampados en una falsa discusión con expresiones que no eran las más propicias del contexto que atravesamos”, dijo y descargó la mayor responsabilidad en la cartera que lidera Moroni: “Llegamos a ese punto por alguna impericia del área pertinente del Ministerio de Trabajo cuando algo se prolonga por tanto tiempo. Los trabajadores y trabajadoras están en el corazón de nuestro pensamiento y no pueden ser el enemigo”.

Frente a este escenario, ayer empezó formalmente la paritaria del poderoso gremio de los Camioneros. En una primera audiencia en el Ministerio de Trabajo con las cámaras empresarias, el líder del sindicato, Pablo Moyano, exigió un porcentaje históricamente alto de aumento en un escenario de inflación descontrolada: 131 por ciento. La semana pasada, entre amenazas, había deslizado la posibilidad de llevar a cabo medidas de fuerza si no se cumplen sus expectativas.

El encuentro de arranque de la paritaria, llevado a cabo en la sede que la cartera de Trabajo tiene sobre avenida Callao, duró menos de una hora y transcurrió sin sobresaltos. No obstante, se auguran negociaciones tensas a partir de las próxima semanas. Por parte de la patronal, participaron la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEACC); la Confederación Argentina del Transporte Aumotor (Catac); y la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (Faetyl). El Estado estuvo representado por la directora de Relaciones Laborales, Gabriela Marcello, y los trabajadores, por Moyano.

En Trabajo, por su parte, le restaron importancia a la expectativa sobre las conversaciones de este martes. “Fue sólo la firma del acta de apertura, con la fijación de la fecha de la primera audiencia”, dijeron en la cartera del ministro Moroni, que prefirió no participar pero sí podría dar el presente más adelante si las negociaciones no llegaran a buen puerto.

El pedido de Moyano representa uno de los porcentajes más altos de la última serie de negociaciones paritarias (el sindicato del Seguro, por ejemplo, cerró en un 109 por ciento, un número considerado muy alto en comparación con gremios de menor envergadura). Y se mostró dispuesto a endurecerse si las empresas no ceden. La semana pasada, antes de siquiera sentarse a dialogar, amenazó con iniciar acciones de protesta si le impiden obtener un número para “ganarle a la inflación”.

 

 

 

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