Los 5 cuidados que no hay que perder de vista en momentos de alza del COVID.

La variante Ómicron y sus linajes continúan produciendo olas de casos. Qué se debe hacer cuanto antes para reducir el riesgo de contagiarse el coronavirus y sufrir secuelas.

Hace tres años la pandemia por el coronavirus estaba empezando en China. Se expandió por el mundo, trastocó la vida de la humanidad y aún continúa. A nivel mundial, hubo más de 3,7 millones de casos notificados durante la última semana de diciembre informada por la Organización Mundial de la Salud.

Como pandemia sigue y hay una ola de casos de COVID en América del Sur, aún se necesita prestar atención a los cuidados de prevención para mantenerse libre del virus. Incluso las recomendaciones están vigentes para personas que ya tuvieron la infección y que están vacunadas.

En los últimos 28 días, se notificaron más de 13,7 millones de casos y más de 40 000 nuevas defunciones en todo el mundo, lo que supone un aumento del 36% y un descenso del 2%, respectivamente, en comparación con el mes anterior.

Ya está demostrado que las personas pueden adquirir el virus más de una vez. De hecho, desde el comienzo de la pandemia hay personas que ya tuvieron la infección varias veces. Los cuidados se deben tener en cuenta no sólo para evitar la infección sino también para reducir el riesgo de padecer un cuadro grave y mortalidad y para bajar la probabilidad de tener el COVID Prolongado, que es el síndrome que engloba las secuelas que pueden perdurar más de un año.

Ante el aumento de casos de COVID, hay que tener en cuenta que hoy circulan linajes de la variante de Ómicron que son más transmisibles que las variantes anteriores. Según el médico de cuidados críticos de la Clínica Cleveland, Abhijit Duggal, “la estructura del virus COVID-19 cambia, y puede cambiar lo suficiente como para que el sistema inmunitario de nuestro cuerpo no sea capaz de reconocer el virus como algo a lo que estuvo expuesto en el pasado”.

Las posibilidades de reinfección por COVID-19 aumentan cuando el virus cambia lo suficiente como para que el organismo no lo recuerde. Las medidas de prevención son varias. El virólogo australiano Ian Mackay ha propuesto comparar estos “protocolos” con una feta de un queso con agujeros. “Ninguna medida aislada de prevención que tratemos de implementar para combatir el COVID funciona al 100%”, sostuvo.

En cambio, si se juntan diferentes “capas de queso” como medidas de prevención se crea una barrera para prevenir ese riesgo de contraer el virus y desarrollar cuadros graves o sufrir la muerte. Aquí van los 5 cuidados que hay que tener en cuenta cuando hay una escalada de casos de COVID:

1- La ventilación en ambientes interiores debe ser permanente

El coronavirus se transmite principalmente por el aire. Si una persona está infectada (con o sin síntomas) puede transmitir el virus al exhalar, toser, estornudar, hablar, gritar o cantar. Por esto, es importante reducir el uso de los espacios cerrados o usar la ventilación cruzada y permanente. Si no se puede realizar la reunión al aire libre, hay que abrir las ventanas de manera constante.

“La ventilación es clave para evitar brotes o eventos de supercontagio en lugares cerrados donde muchas personas comparten el aire”, subrayó la científica Andrea Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, que depende del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y una de las organizadoras de la campaña Ventilar del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina.

2- Estar al día con las vacunas contra el COVID y sus refuerzos

Hay que tener en cuenta que si una persona vuelve a contagiarse el virus, la reinfección puede no ser un cuadro banal. Pueden sufrir secuelas que se conocen como COVID prolongado. Por lo cual, hoy es importante que las personas tengan el esquema primario completo y los refuerzos que correspondan. Las vacunas cuidan de tener formas graves del COVID-19 y reducir el riesgo de muerte.

Cuando se aplica cada dosis, la vacuna tarda más de 15 días en hacer efecto para dar protección y prevenir el desarrollo de un cuadro grave si la persona se expone al virus. “Es necesario que las personas vayan a aplicarse las dosis cuanto antes si ya pasaron 4 meses desde el momento de la última dosis”, explicó el el médico infectólogo Javier Farina, de la Sociedad Argentina de Infectología y jefe de infectología del Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta de Cañuelas, en la provincia de Buenos Aires.

3- Usar el barbijo en ambientes cerrados y con mucha gente

Si bien en varios países ha dejado de ser obligatorio, el uso del barbijo reduce también el riesgo de contagiarse el coronavirus y de transmitirlo a otras personas. Si la persona está infectada pero sin síntomas y no usa un barbijo para bloquear los aerosoles, seguramente diseminará en el aire el virus que puede ser inhalado por otras personas cercanas.

El ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, Julián Ciruzzi, opinó que las personas deberían considerar el uso del barbijo o mascarilla cuando hay aumentos de casos, especialmente en el transporte público, los centros de salud y los hospitales, y las farmacias. Esta recomendación debería ser muy tenida en cuenta por personas mayores de 50 años y personas con patologías que aumentan el riesgo de tener COVID grave como diabetes y obesidad, entre otras.

4- Lavar frecuentemente las manos y usar alcohol en gel

Se recomienda el lavado frecuente de manos o el uso de alcohol en gel. Si se va de viaje hay que incluirlo en la valija. Si se hacen salidas a comer en restaurantes y bares, se recomienda elegir las mesas que están afuera para reducir el riesgo de transmisión del virus. En el servicio de desayuno buffet de hoteles, se debe evitar compartir utensilios y restaurantes.

También no se debe compartir el mate con otras personas. “Los elementos de aseo personal deben ser individuales”, señaló la doctora Andrea Uboldi, de la Comisión Nacional de Inmunizaciones de la Argentina.

5- Estar atentos a los síntomas

Los síntomas más frecuentes del COVID son fiebre, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, dolor de cabeza, dolor muscular, diarrea o vómitos, pérdida del olfato o del gusto, y rinitis o congestión nasal. Si se detecta algún síntoma, se puede hacer el autotesteo (que se compra en farmacias) o concurrir al test en centros públicos, según las pautas vigentes para cada país.

Si la persona con síntoma tiene más de 50 años, es una persona gestante o tiene condiciones de riesgo, debería consultar desde el inicio con el sistema de salud y seguir las indicaciones mientras dure la enfermedad. Mientras duren los síntomas se aconseja permanecer aislado en la casa y no acudir a actividades laborales, educativas, sociales ni a lugares públicos para no propagar al coronavirus.

 

 

 

 

 

 

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