Estados Unidos mantiene vigente la recompensa de 15 millones de dólares por la captura del dictador Nicolás Maduro.
El jefe del chavismo fue oficialmente invitado a visitar Buenos Aires para participar de la cumbre de la CELAC, por lo que la oposición argentina exigió que en caso de llegar al país sea detenido de manera inmediata.
El Departamento de Estado norteamericano mantiene vigente la recompensa ofrecida desde 2020 por la captura del dictador venezolano Nicolás Maduro, quien es acusado por la Justicia estadounidense por cargos de narcoterrorismo. El precio por brindar información por su paradero es de 15 millones de dólares. Esa orden de captura mantuvo a Maduro alejado de la escena internacional y asegurándose sólo participar de foros donde tuviera asegurada su seguridad e impunidad.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández realizó una invitación formal al dictador chavista, para que asista la cumbre de la CELAC que se realizará el 24 de enero en Buenos Aires. Desde el Palacio de Miraflores confirmaron la asistencia del jefe del régimen venezolano e incluso enviaron un grupo de avanzada para organizar los detalles de seguridad de la visita.
Maduro es señalado de haber ayudado a administrar y dirigir el Cartel de los Soles, una organización de narcotráfico compuesta por funcionarios y militares venezolanos de alto rango, mientras ganaba poder en Venezuela en una conspiración narcoterrorista corrupta y violenta con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. (FARC).
Según la acusación presentada por el Departamento de Justicia estadounidense, Maduro negoció cargamentos de varias toneladas de cocaína producida por las FARC; ordenó al Cartel de los Soles que proporcionara armas a esta guerrilla y coordinó las relaciones exteriores con Honduras y otros países para facilitar el tráfico de drogas a gran escala.
Además, Maduro está acusado de haber solicitado asistencia de los líderes de las FARC para entrenar a un grupo de milicianos chavistas como una unidad de las Fuerzas Armadas para el Cartel de los Soles. La acusación federal del Distrito Sur de Nueva York contra el dictador chavista incluye cargos por narcoterrorismo, conspiración para importar cocaína, posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos, y conspiración para poseer ametralladoras y dispositivos destructivos.
Por ello, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que conduzca al arresto y/o condena de Maduro. Los datos figuran en el sitio oficial de esa dependencia de la Casa Blanca: “Si tiene información y se encuentra fuera de Estados Unidos, póngase en contacto con la Embajada o Consulado de EE.UU. más cercano. Si se encuentra en Estados Unidos, póngase en contacto con la oficina local de la Drug Enforcement Administration (DEA) de su ciudad”.
“PÓNGASE EN CONTACTO CON LA DEA EN EL +1-202-681-8187 (TELÉFONO/WHATSAPP/SEÑAL) O POR CORREO ELECTRÓNICO EN CartelSolesTips@usdoj.gov. TODAS LAS IDENTIDADES SON ESTRICTAMENTE CONFIDENCIALES”, señala el aviso oficial del Departamento de Estado.
Alertados ante esta situación, la oposición argentina ha advertido que si Maduro llegase a pisar el país, “debe ser detenido de manera inmediata”, dijo Patricia Bullrich, referentes de la coalición política Juntos por el Cambio.
“Si Nicolás Maduro viene a la Argentina debe ser detenido de manera inmediata por haber cometido crímenes de lesa humanidad. Tal como ocurrió con Pinochet en Londres, en 1998″, sentenció la líder opositora.
Por su parte, el nuevo embajador de Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Francisco Mora, pidió este miércoles a los miembros del organismo mantener la presión contra los regímenes de Nicaragua, Venezuela y Cuba para que regresen a la “democracia”. “Debemos levantar la voz y defender la democracia cuando está bajo ataque. Todas nuestras delegaciones deben estar preocupadas por la erosión de la democracia y el impacto de la corrupción en las Américas”, declaró en su primera intervención ante el Consejo Permanente de la OEA.
Mora consideró que los Estados miembro “no pueden permanecer callados” cuando un régimen “silencia a la oposición e intimida a la sociedad civil”.
En ese sentido, puso el ejemplo de Nicaragua, país al que exigió “la inmediata e incondicional” liberación de los presos políticos bajo el Gobierno de Daniel Ortega.
“Los Estados miembro de la OEA tenemos que mantener la presión al régimen de Ortega para que cambie su rumbo”, declaró.
Asimismo, exigió que los venezolanos “puedan ejercer el derecho de elegir a sus propios líderes sin represión” y advirtió de que Estados Unidos hará que el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, “rinda cuentas por sus atrocidades”.
Qué es el Cártel de los Soles
Se le conoce como el Cártel de los soles al grupo de militares y funcionarios del régimen chavista implicados en el narcotráfico. Fue un término utilizado por primera vez en 1993, al darse a conocer que los generales de la Guardia Nacional Bolivariana, Ramón Guillén, jefe la Unidad Antidrogas, financiada por la CIA, y su sucesor Orlando Hernández, eran investigados por tráfico de cocaína a Estados Unidos.
Esta organización no es propiamente un cártel, porque no controla los medios de producción, distribución, comercialización ni los precios de las drogas, sino que transportaba la cocaína de las FARC colombianas de Venezuela a Honduras y México, para ser transportada a Estados Unidos por el Cártel del Pacífico, y a República Dominicana y Surinam, para ser enviada a Europa y África.
La estructura de mandos del Cártel de los Soles, explicó Brenda Fiegel, analista de inteligencia en la Oficina de Estudios Militares en el Fuerte Leavenworth, Kansas, en un artículo en Small Wars Journal, fundado por ex infantes de Marina de Estados Unidos, sólo comprende altos mandos militares y del régimen, en un modelo jerárquico híbrido, a diferencia de los cárteles mexicanos y colombianos, que tienen una estructura piramidal con un líder, jefes de plaza y lugartenientes, que tienen que invertir fuertes sumas de dinero y utilizar sus conexiones gubernamentales para evitar que los capturen.
En el Cártel de los Soles, agregó, son los militares y los funcionarios quienes manejan la organización, determinan las detenciones y crean leyes que los beneficien.
Fiegel señaló que el líder histórico de la organización es Diosdado Cabello, el número dos del chavismo, además de ser un hombre cercanísimo a Maduro, pese a que en varias ocasiones han transcendido las diferencias entre ambos sobre el control del poder político en Venezuela, llegándose a plantear una guerra interna entre ambos líderes por el control de las fuerzas armadas y del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
Aunque su poder es repartido de manera horizontal, a diferencia de los cárteles mexicanos y colombianos, Cabello, es sólo la punta de la madeja.
Una investigación de varios años realizada por la fundación InSight Crime, con sede en Washington, que fue dada a conocer en 2018, encontró a 123 personas relacionadas con el Cártel de los Soles, de las cuales identificó a un puñado que incluía, además de Cabello, por asociación a la esposa de Maduro, Cilia Flores, cuyo hijo, Walter Jacobo Gavidia, y dos sobrinos están involucrados en el narcotráfico; Tareck El Aissami, actual ministro de Petroleo del régimen; el mayor general Néstor Reverol, actual ministro de Energía Eléctrica; Ramón Rodríguez Chacín, ex ministro del Interior y de Justicia, y Henry Rangel Silva, gobernador de Trujillo y ex jefe del Comando Estratégico del Ejército, entre otros.
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